Octavio Quevedo Flores: Fallece conocido industrial minero de Copiapó dejando gran legado

 

“Papito, tal vez me faltarían hojas para escribir lo que te podría decir en esta despedida. Tu legado lo seguiré por siempre, con tu ayuda y la de mi mamita que hoy se encuentra a tu lado, seguiré luchando por los mismos caminos que recorrimos juntos, y con los mismos valores y principios que me entregaste”. Estas emotivas palabras forman parte de la despedida que, durante el responso fúnebre, expresó su hijo menor Jorge Quevedo Cuevas, al despedir a su padre Octavio Quevedo Flores, quien dejó de existir el recién pasado jueves 24 de agosto en curso, aproximadamente a las 20:45 horas, a la edad de 87 años.

 

Su velatorio se realizó en la funeraria “Candelaria” y la misa por el eterno descanso de su alma en la iglesia San Francisco, donde sus hijos expresaron su emocionado agradecimiento por la entrega y amor que recibieron de su progenitor.

 

Los restos de don Octavio fueron sepultados en el “Cementerio Parque” de Copiapó, donde descansará junto a los de su esposa Norma Cuevas, quien había fallecido el 27 de abril de este año, de cuya irreparable pérdida don Octavio no pudo recuperarse, cayendo en una profunda depresión por la ausencia de su compañera de vida.

 

BIOGRAFIA

 

Don Octavio Quevedo Flores nació en Tierra Amarilla, en Punta del Cobre, el 23 de agosto de 1930, en la ex planta “Pedro Aguirre Cerda”. Sus padres fueron Luis Quevedo y Julia Flores, formando una familia humilde y de trabajo constituida por 17 hermanos. Estudió electricidad industrial por correspondencia en la National School de EE.UU., incentivado por don “Lucho” Rivera, cuyos conocimientos le permitieron insertarse en la Empresa Nacional Minera (Enami), destacando en instalaciones y montaje, puesta en marcha de plantas de lixiviación y flotación en Taltal, Domeyko y Cabildo, donde los ingenieros de esa época lo distinguieron con el escalafón mayor de la empresa, con su máxima distinción.

 

Después de trabajar en Enami, ingresó a la Plata “Elisa de Bordo”, hoy Compañía Minera San Andrés, donde estuvo 8 años aportando su experiencia técnica e industrial para el funcionamiento y crecimiento de esta histórica faena.

Con la experiencia adquirida a lo largo de sus años de trabajo, creó su propia empresa de fabricación de cal, un insumo de primera necesidad en el proceso del cobre, generando así empleos a muchas personas de Tierra Amarilla y Copiapó, tanto en mina como en la planta procesadora, en una época de recesión económica en el país, como fueron los primeros años de la década del ochenta.

Este emprendimiento particular funcionó durante 30 años, desde 1982 al 2012, cuando pasó a retiro para dedicarse a compartir con su amada esposa, junto a la que hoy se encuentra descansado el sueño eterno.

 

REACCIONES

 

En emotivas palabras, su hija Silvia le dedicó las siguientes frases: “Querido y amado Papito, quisiera darte las gracias por todo el apoyo que me brindaste en los momentos que necesité de tu ayuda. Quiero decirte que siempre te amé, amaré y recordaré hasta el último día de mi vida. Y atesoraré en mi corazón los últimos minutos que estuviste con vida, dándote las gracias por confiar en mí. Descansa en Paz papito querido”.

 

En tanto, su hijo menor, Jorge Quevedo Cuevas, agregó: “Quiero en este triste y duro momento, con mi corazón muy apretado y acongojado, transmitir esta despedida a mi querido padre, con quien fuimos cómplices y amigos en el terreno laboral y emocional, los cuales recorrimos juntos durante toda mi vida hasta este momento. Cómo no me voy a acordar de todos los momentos de alegría y tristeza, de éxitos y los fracasos que tuvimos. Y entre los dos salíamos siempre adelante. Recuerdo cuando me decía: Jorge, Dios es mi amigo y él no me fallará, así que quédate tranquilo no más, ya todo se solucionará”.

 

Finalmente, su hija Eliana resumió su sentir y de sus hijos: “Te recordaré durante todo el tiempo como un hombre generoso, cariñoso y muy pacífico . Siempre con una mente brillante e intelectual  le dedicaba tiempo a sus libros que tanto le gustaban. Ahora descansas junto a nuestra madre pues no soportó en vida su partida y ausencia y se une a ella en la muerte, tu hija que te amará por siempre».

Sobreviven sus hijos Ximena,Roxane, Eliana, Octavio y Jorge 14 nietos y 16 bisnietos.

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