Cooperativismo moderno y asociatividad. El próximo paso de la agricultura chilena

Por Ministro de Agricultura, Antonio Walker Prieto

 

De los 300 mil agricultores que hay en Chile, 280 mil son pequeños propietarios, así, la agricultura familiar campesina tiene un lugar muy importante en el corazón del presidente Piñera y en los programas de nuestro ministerio. Y una de nuestras primeras metas ha sido apoyar y fortalecer a todos estos pequeños productores a través del fomento del cooperativismo moderno y la asociatividad.

En Chile, para varias de nuestras generaciones, esta palabra está asociada a ideas de izquierda, cargadas de prejuicios y que una legislación débil provocó que se asociara al fin de la propiedad privada, lo que a la larga nos hizo limitar la asociatividad y la confianza en los otros y nos terminó individualizando cada vez más.

Hoy las cosas han cambiado, los mercados se han hecho cada vez más competitivos, se requiere de tecnología, inversión, capacidad de comercialización y distribución, difíciles de llevar individualmente. Además, los cambios tecnológicos, cada vez más acelerados, han hecho que disminuya fuertemente la intermediación. Cada vez es más fácil llegar al consumidor final.

Por eso, creemos que el cooperativismo para la agricultura el clave, por eso, queremos que nuestro ministerio sea el primer aliado en promover el cooperativismo moderno en Chile. Queremos hacer grandes alianzas productivas, por ejemplo, en la relación entre las cooperativas y los supermercados, porque el momento de vender el producto el volumen es muy importante.

Los pequeños productores agrícolas deben romper el individualismo y aprender a asociarse. La agricultura chilena se ha desarrollado en base al esfuerzo particular de muchas personas, pero llegó la hora en que nos unamos, llegó la hora de que nos asociemos, llegó la hora de que los gremios participen en las políticas públicas de un ministerio; llegó la hora de que nos unamos como país para salir a enfrentar los mercados internacionales.

Tenemos la convicción de que las nuevas generaciones de agricultores tienen una conciencia social que está dejando de lado viejos paradigmas de egoísmo e individualismo, ellos saben que generar vínculos con sus pares, con los que buscan el mismo fin, y apoyarse entre todos los ayuda a disminuir sus riesgos, pero también los ayuda a tener un poder más relevante al momento de negociar con proveedores.

Además, estamos convencidos de que la agricultura tiene mucho futuro y de que es la herramienta más potente para regionalizar de mejor forma Chile y para terminar con la pobreza rural. Por eso, necesitamos una agricultura fuerte, moderna, rentable y pujante. Nosotros como ministerio estamos apoyando el emprendimiento agrícola. Tenemos que hacer hincapié en el financiamiento, la asociatividad y la transparencia. Tenemos que, empezando por el Ministerio, servir a la agricultura chilena, a los agricultores chilenos y no tengan duda de que en eso estamos trabajando con la mayor de las fuerzas.

 

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