Mientras la mayoría de los países del mundo impusieron severas restricciones para combatir la pandemia del coronavirus, incluyendo una parálisis casi total de actividades y la cancelación de eventos públicos, en algunas naciones la vida sigue como siempre.
Incluyendo el fútbol del domingo.
A pesar de que las ligas en todos los continentes suspendieron sus actividades, cuatro países de América, Europa, África y Asia decidieron que la pelota siga rodando.
Las ligas nacionales de Nicaragua, Bielorrusia, Burundi y Tayikistán se convirtieron así en las únicas que permanecen en actividad en el planeta.
Sin embargo, esto no ha contado con el aval de todos de los jugadores, e incluso de muchos aficionados locales.
Algunos futbolistas en estos países han expresado públicamente sus reservas y sus temores por seguir jugando en medio de una pandemia que ha matado a decenas de miles de personas alrededor del globo.
Liga Primera de Nicaragua
Los nicaragüenses viven estos días lo que pareciera ser una realidad paralela.
A diferencia de lo que ocurre en el resto del continente americano, allí los colegios y las universidades siguen dando clases, no hay restricciones para entrar y salir del país ni cuarentena, y las principales ligas deportivas siguen funcionando, incluyendo los torneos locales de béisbol y fútbol.
Así la Liga Primera, como se conoce a la máxima categoría del fútbol local, que incluye a 10 equipos, se ha convertido en la única en todo el continente americano que sigue funcionando.
Aunque los partidos se juegan a puertas cerradas desde el 20 de marzo, el Torneo Clausura 2020 se transmite por televisión y en vivo a través de Facebook.
El secretario general de la Federación Nicaragüense de Fútbol, José María Bermúdez, aseguró a la agencia de noticias Reuters que desde que comenzó la pandemia, cada vez hay más aficionados de todo el mundo sintonizando los partidos y, sobre todo, apostando por los equipos.
El dirigente explicó que se estaban organizando partidos entre semana y el fin de semana para «adelantar» el final del torneo. «Entre finales de abril y principios de mayo esto habrá acabado», señaló.
Bermúdez también aseguró que «según información oficial del Ministerio de Salud», los pocos casos de covid-19 en el país «están controlados».
«Nos basamos en la comunicación oficial y cumplimos con el protocolo de higiene. No hay ningún tipo de alerta ni cuarentena», aclaró, sobre las medidas que se están tomando para proteger a los jugadores.
«Miedo»
Sin embargo, distintas figuras del mundo futbolístico nicaragüense han expresado su temor por seguir jugando en medio de la pandemia.
«El miedo a lo que está sucediendo en el mundo siempre está presente«, le confesó a Reuters el portero del equipo Deportivo Las Sabanas Carlos Mosquera.
«Mentalmente no estás enfocado en el juego, siempre estás pensando que los oponentes pueden tener la enfermedad«, reveló.
También contó que la pandemia ha afectado directamente el juego.
«Tratamos de evitar tocar a otros jugadores. El fútbol ha cambiado porque no entras a pelear por una pelota con la misma intensidad«, dijo.
Por su parte, el jugador colombiano nacionalizado nicaragüense Jorge Betancurt contó a Caracol Radio que él y sus colegas sienten «miedo porque vemos lo que está pasando en el mundo«.
«Me da un poco de temor esto, ya no nos saludamos con el equipo rival.Seguimos expuestos con nuestros propios compañeros. Espero que esto se pare lo más pronto posible», pidió.
«También nos preguntamos por qué seguimos jugando. Cuando comenzó la pandemia, CONCACAF (el ente rector del fútbol en Norte y Centroamérica) emitió un comunicado para parar, pero acá se decidió jugar a puerta cerrada», planteó.
Los jugadores aseguran que no fueron consultados sobre la decisión de seguir jugando. Se acordó en un encuentro entre los dueños de los diez clubes que forman la Liga.
Según fuentes oficiales, el único que pidió suspender la liga fue Diriangén FC, el club de fútbol más antiguo de Nicaragua y el único que no recibe financiamiento del Estado.
Algunos críticos del gobierno afirman que el presidente Daniel Ortega quiere que la vida -incluyendo el fútbol- siga con normalidad en Nicaragua, porque quiere mostrar que tiene la situación bajo control, tras las masivas movilizaciones que sacudieron a su gobierno en 2018 y que fueron reprimidas con violencia.
Ortega, quien no ha sido visto en casi un mes -lo que ha propiciado todo tipo de rumores-, fue ampliamente cuestionado cuando el 14 de marzo convocó a una marcha para «combatir» el covid-19, luego de que la Organización Mundial de la Salud recomendara el distanciamiento social para combatir la pandemia.
La única Liga Premier de Europa
Las ligas de fútbol europeas son, sin dudas, las más populares del planeta.
Sin embargo, es muy posible que nunca hayas visto -por lo menos antes de ahora- un partido de la Liga Premier de Bielorrusia, la única de ese continente que sigue activa.
Es que el presidente de ese país, Aleksandr Lukashenko, cree que los temores ante el covid-19 son infundados.
Por eso, no suspendió la Liga Premier local, que ahora no solo es la única europea aún en acción, sino una de solo dos en todo el mundo que aún disputa partidos con público presente.
Esto ha hecho que esta pequeña liga, que hasta ahora había quedado opacada por su grandes rivales europeos, de pronto acapare el interés de fanáticos del fútbol en varios rincones del mundo, desesperados por seguir su deporte favorito.
La corresponsal de la BBC en Moscú, Sarah Rainsford, afirma que 11 países, incluyendo a Rusia, han comprado los derechos para retransmitir los partidos bielorrusos.
Sin embargo, Rainsford reporta que no todos los aficionados locales están contentos con la idea.
«Nuestro presidente ha decidido ignorar la situación y pretender que nada ocurre, así que los dirigentes del fútbol decidieron seguir jugando», le contó Alexei, un hincha del club Dinamo Minsk.
«Los italianos al principio tomaron con ligereza a este virus y luego se tornó peor y peor… Tengo miedo de que esta actitud de nuestras autoridades y nuestro pueblo pueda llevar a resultados similares«, afirmó.
Por otra parte, aunque para los jugadores de la liga local la exclusividad que gozan actualmente les permite lucirse ante una audiencia mucho mayor, también sienten temor al contagio.
Así lo expresó a la BBC el mediocampista albanés del Dinamo Brest Elis Bakaj.
«Esto es bueno para los que juegan aquí, que ahora son famosos. Creo que Ronaldo y Messi ahora están celosos de que solo aquí se puede jugar al fútbol«, bromeó.
Sin embargo, admitió que él y otros jugadores se sienten nerviosos.
«Cada vez que termino de entrenar trato de volver a casa y quedarme allí porque, por supuesto, es peligroso estar afuera«.
En tanto, Rainsford revela que a pesar de que la audiencia internacional crece, cada vez son más los fanáticos locales que, como Alexei, dejaron de asistir a los partidos.
«La Asociación de Fútbol Bielorrusa afirma que evalúa la situación día a día, pero mientras que Lukashenko siga manteniendo que las cuarentenas no tienen sentido, el fútbol seguirá en estadios que cada semana se ven más vacíos«, cuenta la corresponsal.
La Amstel Ligue en África
En el continente africano también hay un país que se distingue del resto por su negativa a imponer medidas de distanciamiento social: Burundi, la pequeñísima república enclavada en el corazón de África Oriental.
El 5 de abril, la Federación de Fútbol local (la FFB) decidió, tras un encuentro con los representantes de los 16 equipos que conforman la máxima categoría, conocida como la Amstel Ligue, continuar con el torneo local.
La FFB ordenó que los jugadores se laven las manos antes de los partidos, que no le den la mano a sus rivales o a los árbitros y que mantengan su distancia al celebrar los goles.
Pero salvo eso, podrán seguir como siempre (al igual que la segunda categoría). Incluso seguirán teniendo público, aunque las cifras de espectadores se reducirán (a una cifra aún por determinar).
Según el periodista de BBC Sport África Piers Edwards, el hecho de ser la única liga activa del continente ha hecho que el fútbol de Burundi «atraiga niveles sin precedentes de interés, una gran parte de los apostadores en internet».
Edwards estima que unas 12.000 personas podrían asistir al partido por cuartos de final que disputarán los equipos Musongati y Vital’O este fin de semana.
Sin embargo, con solo tres rondas de partidos por jugar antes de terminar el torneo, las autoridades locales apuestan a poder seguir mientras la cantidad de infectados en Burundi permanezca baja.
El país sin coronavirus
Mientras el fútbol va llegando a su fin en África, en el único país asiático donde aún se juega, el balón recién comienza a rodar.
Tayikistán, en Asia Central, es uno de solo un puñado de naciones que aún no han reportado un solo caso de covid-19 (a pesar de compartir una frontera con China, donde comenzó la pandemia).
En ese contexto, el país inauguró su campeonato local 2020 el 4 de abril con un partido que definió al campeón de la Supercopa tayija, disputado entre el Istiklol, el ganador de la última edición de la liga, y Khujand FC, el subcampeón.
El primero se volvió a imponer, aunque esta vez en un enfrentamiento jugado a puertas cerradas.
Como ha ocurrido con las otra tres ligas activas, el partido generó una atención inusitada.
La Federación de Fútbol de Tayikistán se tomó esta nueva notoriedad con humor, incluso bromeando sobre ello en su cuenta oficial en Twitter.
Lo cierto es que mientras el país permanezca inmune al coronavirus, la Vysshaya Liga, con sus diez equipos, seguirá adelante, para el deleite de algunos y la preocupación de otros.
BBC News Mundo