El Ejército de Chile, fiel a sus tradiciones y reconociendo el valioso rol prestado por estos nobles caballos en los diversos hechos de armas del siglo XIX, aún mantiene unidades de caballería que integran la Fuerza Terrestre. Una de ellas es el Regimiento Escolta Presidencial N° 1 “Granaderos”, unidad de presentación institucional cuyo contingente acompaña al Presidente de la República en el Cambio de Mando Presidencial, Cuenta Pública Anual, Te Deum Ecuménico del 18 de septiembre y en la Gran Parada Militar, junto con participar en diversas ceremonias de visitas de estado y recepción de embajadores, entre otras funciones protocolares.
Uno de los integrantes de la banda de clarines montada del Regimiento Escolta Presidencial N° 1 “Granaderos” es el Clarín Mayor, Cabo Primero Jimmy Moraga A., quien señala que, “es un honor integrar una unidad de caballería tradicional, ya que ésta representa las más nobles tradiciones del Ejército y aquellas glorias que la han hecho una gran institución. Por algo uno de los momentos más esperados por la gente durante la Parada Militar es la participación de nuestro regimiento montado a caballo junto a su banda”.
Al realizar su Servicio Militar en el entonces Regimiento de Caballería Blindada N° 1 “Granaderos” en el año 2006 ubicado en San Bernardo, el Cabo Primero Moraga ya tenía la experiencia de pertenecer a la banda de guerra de su colegio en Puente Alto. Por ello, fue elegido para integrar el selecto grupo de clarines de la banda montada. “Primero tuve que aprender la conducción del ganado por medio de clases de asiento, para posteriormente tocar el clarín al mismo tiempo, instrumento que de por sí reviste una alta complejidad en su interpretación al carecer de pistones. Mi prueba de fuego vino al poco tiempo en un desfile efectuado durante una visita del Comandante en Jefe del Ejército de Inglaterra, en una ceremonia en la Escuela Militar”.
El año 2009 vivió su primera participación en una Parada Militar, hecho que recuerda con emoción al representar al Ejército en esta gran fiesta ciudadana y ya en calidad de clarín mayor montado titular. Durante su carrera, obtuvo la medalla “18 de septiembre” (2006) y el premio “Comandante en Jefe” (2012), estímulos que hablan de su compromiso por hacer las cosas bien y de ser una suerte de “embajador” de una de las unidades más reconocidas por la comunidad. “La tecnología puede avanzar rápidamente, pero la gente sigue admirando la gallardía y marcialidad de una unidad montada”, concluye.