El Brentford Football Club, fundado en 1889, regresó a la Premier League después de 74 años de jugar en las divisiones inferiores, y su retorno quedó marcado con triunfo frente a uno de los clubes importantes de la liga, el Arsenal.
Sergi Canós y Christian Norgaard fueron los jugadores que rompieron las redes de los rivales e hicieron que su afición estallara en júbilo por el gran resultado. De entre todos los aficionados destacó un hombre de la tercera edad llamado Derek Burridge, de 88 años.
Burridge estuvo en el estadio en el último partido que disputaron en la primera división, y ahora 74 años después acudió al regreso de su equipo. En una entrevista que dio al medio Indy100 relató: «yo tenía 14 años en ese momento y en esos días, justo después de la guerra, no había nada en la televisión; cualquiera que quisiera ver un partido de fútbol tenía que ir. Hoy esto es fantástico para todos».
Al finalizar el partido, las cámaras de televisión captaron a Derek Burridge aplaudiendo, cantando y llorando.
Y es que el hincha de las abejas, sobrenombre del Brentford porque en su escudo se encuentra ese insecto, tiene grandes esperanzas sobre su desempeño en el terreno de juego: «este equipo tiene mucha historia y mucha gente detrás que estoy seguro van a defender cada partido de esta temporada».
El hombre detrás del éxito de Brentford es Matthew Benham, un exjugador de póker profesional, dueño de una casa de apuestas y de una firma de análisis de datos, que siempre ha sido seguidor del equipo.
Su aparición en la historia de las abejas fue en el 2007, cuando jugaban en la cuarta división y estaban a punto de descender a las ligas semi-profesionales, por lo que Benham invirtió en ellos 3 millones de libras, unos 4 millones de dólares.
Con esa inversión logró que subiera a la tercera división. En 2012 compró todas las acciones del club y dos años después logró que ascendieran a la Championship, la segunda división de Inglaterra.
El éxito de Matthew se debe a que aplicó todo el conocimiento adquirido con su empresa de análisis de datos. En un reportaje de El País señalan que el exjugador de póker comenzó a fichar a jugadores subestimados, pero con un gran potencial. De esa forma hacia que los futbolistas crecieran y luego los vendía a precios elevados.
Un gran ejemplo de ello fue la compra de Ollie Watkins, jugador de cuarta división, por 7 millones, y luego lo vendió al Aston Villa en 34 millones.
Ahora que están de vuelta en la Premier League sus aspiraciones son alcanzar un buen lugar en la tabla general y continuar ascendiendo, como lo han hecho sin parar desde el 2007.