El cientista político Kenneth Bunker cree que el gabinete de Boric da pistas de que su gobierno será de un estilo de socialdemocracia moderna, alejado de los autoritarismos de izquierda. Y piensa que el PS salió mucho mejor posicionado que el PC. “Elizalde hizo un muy buen negocio en comparación a lo que hizo Teillier”, advierte.
-El primer gabinetes probablemente sea un de los puzles más complejos de resolver de un gobierno. ¿Qué señales entrega la elección de Boric?
-Es un buen gabinete, ofrece estabilidad política, conducción, representa a distintos mundos. Y creo que quizá uno de los aspectos más importantes es que tranquiliza a los mercados. Muchos inversores hoy en día en Chile están contentos con Marcel. Había un temor de que el PC fuera más protagónico, pero pasó algo que era contra intuitivo y los comunistas lograron pocas carteras, solamente Camila Vallejo en el comité político. Es un gobierno de una centroizquierda moderna, me parece.
-El PC tiene tres ministros.
-Claro tiene tres, pero solamente Vallejo en el comité político y los otros dos son sectoriales. Tampoco es tan distinto a lo que pasó en el segundo gobierno de Bachelet. Aparte que Camila Vallejo tiene una función como vocera en la que no va a tener tanta autonomía política para actuar. Yo creo que va a ser más una mano derecha de Boric, antes que una funcionaria del PC. Al PS le fue mejor consiguiendo dos o tres carteras, dependiendo de cómo se cuenten las militancias. Pero Elizalde hizo un muy buen negocio en comparación a lo que hizo Teillier.
-¿Va a haber una tensión entre los que quieren ir más lejos y los que quieren hacerlo más lento o de forma gradual?
-Estoy de acuerdo con eso, va a haber una tensión permanente entre el PC y los sectores más moderados. El PC es el partido más grande en la coalición en número de congresistas y de militantes, es el partido más disciplinado y ordenado y el que más quiere empujar hacia la izquierda al Gobierno. Va a existir una tensión permanente entre la política que pueda hacer el PC y el manejo económico que pueda hacer Mario Marcel. Eso son los extremos. Pero Marcel va a ser más independiente que Vallejo. Tiene más autonomía como jefe de las finanzas.
El PC va a estar pidiendo más presupuesto para hacer más avances, más progresismo para incrementar el tamaño del Estado, y Marcel tratando de limitarlo. El problema es que podría haber una fractura, si esa tensión se quiebra y el PC podría salir del gobierno. Recordemos que lo que no hay en este gabinete son personas vinculadas a los mundos de los movimientos sociales. El PC podría apelar a ese mundo si quiere ponerle más presión al gobierno. Y salirse.
-Izkia Siches en Interior es una gran apuesta. ¿De su éxito depende el éxito del gobierno?
-Es el punto de presión, el punto donde hay puesta más tensión, porque creo que las tareas que tiene que enfrentar son urgentes, muy sensibles: los temas de la migración, la delincuencia, la violencia y el conflicto en la Macrozona Sur. Todos esos temas de seguridad no son de la expertise de Siches, pero tienen mucha relevancia para que a este gobierno le vaya bien. Son temas que le van a dar estabilidad al gobierno. Si Siches no hace una labor casi perfecta, sin ningún error forzado, puede opacar todos los avances que puedan hacer sus compañeros de gabinete. Izkia Siches llega con más presión de la que llegó Peñailillo, quien también era joven, aunque no tanto, cuando asumió en Interior con Bachelet el 2014. Izkia Siches llega con mucha presión. Su tarea es garantizar el orden. Tiene que ser dura, no puede ser blanda. Tiene que ser implacable con la violencia y si falla en eso los chilenos van a darse cuenta muy rápido de que hay un problema en este gobierno.
-Camila Vallejo anunció que la ministra de la Mujer iba a estar en el comité político.
-Es un guiño más que nada al mundo feminista. Las mujeres jugaron un gran rol en la elección de Boric, entonces es una retribución. Con Orellana en ese cargo, muy cercana a Boric, creo que es muy consistente con lo que se dijo en la campaña. Ahora, no creo que sea un rol tan importante en lo fáctico, en la definición de políticas públicas. ¿Qué va a hacer en el comité político? No creo que ella vaya a proponer ninguno de los grandes temas. Yo creo que le va a dar una perspectiva feminista. No sé si en los hechos sea tan relevante.
-¿El hombre fuerte es Giorgio Jackson?
-Es muy importante que en Segpres existan personas que sean cercanas al presidente, eso va a ser clave para que el presidente pueda ir pasando legislación. Jackson jugó un rol muy importante no solamente en la elección de Boric como presidente sino en la carrera política de Boric en general. Me parece un buen nombramiento y es coherente con lo que se venía haciendo estratégicamente hasta ahora. Haberlo dejado solamente en el segundo piso, yo creo que hubiese sido problemático. Es mejor que parta desde el comienzo con un rol de primera línea.
-La canciller Urrejola es de una línea pro derechos humanos y ha criticado las dictaduras de izquierda. ¿Puede generar controversias con los sectores más duros de Apruebo Dignidad?
-Puede generar algún tipo de fricción, ella fue muy dura con Nicaragua, pero el mismo Boric también ha sido de los más duros contra las dictaduras de izquierda. Me parece que Urrejola representa la continuación de una política de Estado pro democrática. Por lo demás, va con el tono del gobierno de ser de una centroizquierda moderna y dejar offside la amenaza del autoritarismo de izquierda.
-El nombramiento de Marcel llama la atención, porque él ha sido crítico de propuestas de la izquierda como los retiros de los fondos de pensiones. Y además fue presidente del Banco Central, cuya autonomía es uno de los fundamentos del modelo económico que el estallido social cuestiona. ¿Es una anomalía en el gabinete?
-La gran sorpresa es Marcel. Pudo haber sido cualquier otra persona pero finalmente elige al presidente del Banco Central. Entonces en lo simbólico es muy importante lo que está diciendo Boric, es decir, está respetando la autonomía del BC, la política monetaria tradicional, la economía abierta, el mundo de la centroizquierda que lideró los cuestionados 30 años. A ese mundo de la ex Concertación le está dando un espacio que es importante en su gobierno.
Finalmente, Marcel tranquiliza todas las tensiones. Personas hoy día de todos los sectores tienen razones para estar contentas por su nombramiento. Al mismo tiempo, Marcel es como una válvula de presión. De él depende el balance en el gobierno. Teniéndolo ahí, tranquiliza a muchas personas. Resume muy bien cuál va a ser la dirección con cual quiere avanzar Boric. Si él sale de forma temprana sería una muy mala señal.
-¿Qué te pareció la puesta en escena de Boric, bastante alejada de las de Piñera?
-Paulina García representaba al mundo de los artistas, que fue muy importante en la campaña de Boric. La señal paritaria de ella junto al presidente electo es coherente con la campaña. También que fuese en el Museo de Historia Natural: evidencia el rol que va a jugar la cultura, la ciencia. En ese sentido, fue una puesta en escena potente. Creo que hay un gabinete que en general es bien pensado, diseñado con un propósito y no para pagar favores políticos. Es un gabinete que entiende la dificultad por la cual pasa el país, donde todo cambio va a ser muy sensible.
