Un adolescente de Indiana que mató a sus hermanos menores para “liberarlos de Satanás y el infierno” fue sentenciado a 100 años de prisión.
Nickalas Kedrowitz, de 17 años, tenía 13 cuando perpetró los asesinatos de su media hermana de 23 meses y de su hermanastro de 11 meses. El Indianapolis Star fue el primer medio en reportar la historia. A principios de esta semana, Kedrowitz fue sentenciado a dos condenas de prisión de 50 años cada una.
Mató a los niños en mayo y julio de 2017. La policía encontró a los menores inconscientes en la casa de la familia. Ambos habían estado bajo el cuidado del adolescente en el momento de su muerte. Después de los asesinatos, Kedrowitz les había dicho a sus padres que sus hermanos no respiraban correctamente o que habían dejado de moverse. En realidad, asfixió a ambos.
Christina McCartney, la madre de la media hermana de Kedrowitz, intentó reanimar a la menor mediante RCP. La bebé murió posteriormente en el hospital.
Más adelante, ese mismo año, Kedrowitz asfixió a su hermanastro y presuntamente mutiló a un gato, luego su tío y su tía lo obligaron a observar cuando se llevaron al gato para terminar con su sufrimiento. Según los documentos judiciales, Kedrowitz preguntó si podía ir con ellos para “ver los sesos del gatito esparcidos por todas partes”.
Según los detectives, Kedrowitz les dijo a los investigadores que estaba “liberando a sus hermanos del infierno”.
Durante una entrevista con la policía, Kedrowitz dijo que había hablado con Dios sobre sus hermanos, pero juró mantener la conversación en secreto. Los investigadores le pidieron que compartiera un poco de la conversación y el adolescente estuvo de acuerdo. Luego hizo comentarios sobre salvar a sus hermanos de tener que soportar el infierno en el que vivía.
Cuando se le preguntó qué constituía ese infierno, Kedrowitz respondió “tareas”.
“Esto no fue al calor de alguna emoción, no cometió un asesinato y luego minutos u horas o incluso días después [el siguiente], estamos hablando de meses aquí, por lo que creemos que la parte consecutiva de las sentencias estuvo justificada y fue apropiada en estas circunstancias”, comentó el fiscal del condado de Ripley, Richard Hertel, a los periodistas durante la audiencia de sentencia.
A pesar de su edad, un juez ordenó que el juicio de Kedrowitz se llevara a cabo en un tribunal de adultos. Los abogados defensores del adolescente insistieron en que Kedrowitz tenía problemas de salud mental sin tratar.
Durante una audiencia de competencia, tres de los cinco médicos reunidos para testificar dijeron que Kedrowitz no era mentalmente competente para ser juzgado. Los otros dos dijeron que sí, y el juez finalmente se puso del lado de esos médicos.
