Una adolescente de 17 años de la ciudad de Ahvaz, en el sudoeste de Irán, fue decapitada por su esposo el sábado pasado.Tras el crimen, el hombre exhibió su cabeza por las calles de la localidad. Las atroces imágenes, que recorrieron el mundo a través de un video, muestran al asesino que sonríe mientras sostiene en una mano la cabeza de la joven y en la otra el enorme cuchillo con el que se la cortó.
La víctima fue identificada como Mona Heidari y se informó que había escapado a Turquía en los últimos meses tras sufrir violencia de género, pero su propia familia la había convencido recientemente de regresar a Irán. Tenía un hijo de tres años.
La agencia de noticias estatal Ilna informó que fueron el esposo de la víctima y su hermano los que decapitaron a Heidari, según la confesión que realizaron ambos cuando los arrestó la policía, cuatro horas después del crimen. Antes de ello, se registraronlas imágenes en las que el femicida circula por las calles de Ahvaz sonriente y con la cabeza de la joven en una mano.
El video despertó el horror, la indignación y el repudio de buena parte de la sociedad iraní y también del resto del mundo. Muchos, incluso, exigieron reformas en las leyes y en la sociedad. Especialmente, se pidió reformar la ley para proteger a las mujeres contra la violencia doméstica y elevar la edad legal para permitir a las niñas contraer matrimonio, actualmente, estipulada a partir de los 13 años en Irán.
“Un ser humano fue decapitado, su cabeza fue exhibida en las calles y el asesino estaba orgulloso”, señaló el diario reformista local Sazandegi, según consigna la cadena Arab News. Mientras que la reconocida cineasta feminista Tahmineh Milani escribió en Instagram: “Mona fue víctima de una ignorancia devastadora. Todos somos responsables de este crimen”.
Sajjad Heydari asesinó a su esposa y prima y luego caminó por las calles de su ciudad con su cabeza, en un acto que despertó el horror y la indignación de buena parte de la sociedad iraní (Iran HRM/)
El horror de los “asesinatos por honor”
Precisamente en este sentido, la joven fue obligada a casarse con su primo Saijad Heidari cuando tenía tan solo 12 años. A partir de allí, estuvo expuesta constantemente a la violencia doméstica y, cada vez que pedía el divorcio, su familia la persuadía de que volviera con su marido, poniendo como razón el bienestar de su hijo, sugún informa el Monitor de Derechos Humanos de Irán.
Para escapar de los constantes actos de violencia de su pareja, la joven huyó a Turquía. Pero pasar tanto tiempo sola en otro país y la presión de su familia la convencieron de retornar a su patria. Su hermano le dijo que a su regreso estaría a salvo.
Pero pocos días después, Sajjad y su hermano la ataron de pies y manos y la decapitaron. Mientras el hermano del marido envolvía el cuerpo de la víctima y se deshacía de él, el esposo tomó la cabeza y caminó con ella por las calles. Después de eso, huyó.
De acuerdo con el Monitor de Derechos Humanos de Irán, el régimen de ese país, dirigido por mulás, alienta de manera implícita lo que los más fundamentalistas llaman asesinatos “por honor” y la cultura horrorosa de vengarse de las mujeres que son “desobedientes”.
De acuerdo con las leyes de la República Islámica de Irán, los hombres que asesinan a mujeres de su familia por motivos que relacionan a «su honor» pueden ser condenados a un máximo de 10 años de prisión. En mayo de 2020, un hombre decapitó a su hija de 14 años en uno de estos femicidios mal llamados “asesinatos por honor” y fue condenado a nueve años de prisión poco más tarde. El caso, al igual que este, despertó la indignación pública.
Fuente: LA NACIÓN