Pavel Filatiev, un miembro del Ejército de Moscú, denunció las acciones que su país está realizando en territorio ucraniano. Alojado en París tras salir de Rusia, el exparacaidista es acusado de desertor. Se grabó en una filmación rompiendo su pasaporte y su libreta de enrolamiento, aseguró que quiere a su patria y a sus compatriotas, pero el conflicto con Ucrania fue llevado demasiado lejos. “Al pueblo que íbamos destrozábamos todo”, detalló.
La controvertida invasión que Rusia desplegó sobre Ucrania, repudiada a nivel global, también genera incomodidades dentro de algunos soldados de las propias filas rusas. Por lo menos así se trasluce luego de las actitudes y declaraciones de Pavel Filatiev, un exparacaidista que denunció la guerra y la corrupción, abandonando su país para rehusarse a seguir peleando.
Filatiev, que sirvió en el 56º regimiento de tropas aerotransportadas con base en la península de Crimea, estuvo 48 horas en un centro de detención y el martes pidió asilo político y seguridad en Francia. Arribó al territorio galo proveniente de Túnez y desde allí apuntó contra el presidente Vladimir Putin.
En una grabación que filmó en el aeropuerto internacional Charles de Gaulle se lo ve rompiendo su pasaporte ruso y su libreta militar, en lo que significa un gesto simbólico de repudio a las políticas expansionistas de Moscú en Europa del Este.
En las imágenes llama a sus documentos rusos como “basura” y los arroja al inodoro. “Amo a Rusia y a mis compatriotas rusos, pero Putin y el Gobierno no son Rusia. Putin vete al infierno”, expresa.
Tras sufrir heridas en el frente, escribió su experiencia en el hospital y la publicó en la red social local Vkontakte. Durante su relato de 141 páginas se refiere a la desorganización del Ejército y a matanzas sin sentido perpetradas por los combatientes.
Luego de que se difundiera su narración, su comando elevó un pedido de condena de 15 años contra él por “difamar al Ejército”. “Fue razón suficiente para huir, me convertí en una amenaza para ellos”, dijo en una entrevista con la agencia AFP.
Posteriormente a salir fugado de su país y comenzar un exilio forzoso, aseguró que solo desea que “la gente vea la verdad y los hechos”.
Ya en suelo francés afirmó que las tropas rusas mataban “muchos civiles”. “No podía aceptar lo que estaba pasando. Íbamos a un pueblo y lo destruíamos todo”, reconoció.
En tanto que afirmó que las milicias están carentes de motivación y que muchos no quieren ir al frente de guerra.
Ahora aguarda por que los esfuerzos que realiza junto a su abogado den frutos y pueda recibir un asilo en Francia.
Por Ramiro Cué Barberena
Fuente France24 con AFP