Katherinne Elgueta Mora, nutricionista, Universidad Central Región de Coquimbo
En el mes de agosto se celebró la semana mundial de la lactancia materna con el tema Impulsemos la Lactancia Materna: Apoyando y Educando.
Estamos hablando de la mejor fuente de nutrición para los bebés, ya que no solo promueve el vínculo entre madre e hijo, sino que también proporciona todos los nutrientes que los niños y niñas necesitan.
Dado los beneficios médicos y de desarrollo neurológico de la leche materna, documentados en estudios científicos, su fomento debiera considerarse un tema prioritario en salud pública.
El enfoque de este año nos insta a darnos cuenta que aún necesitamos un cambio social para ayudar a respaldar esto, con más apoyo en entornos públicos y lugares de trabajo, creando espacios como los lactarios o salas de amamantamiento.
Los profesionales del área jugamos un papel importante en la práctica y en la sociedad como defensores de la lactancia, por lo que debemos comprender los riesgos de no amamantar para la salud infantil, los beneficios económicos para la sociedad y apoyar este proceso desde un punto vista técnico y emocional.
Soy consciente de que estos son los primeros pasos y que enfrentaremos más desafíos en el camino. Aún hay estigmas y prejuicios en relación a la decisión de las madres de amamantar; y es importante visibilizar los problemas laborales y domésticos que ellas enfrentan hasta el día de hoy.