El beneficio permitió que Hernán Fernández -un hombre de 80 años y con varias patologías- siguiera manejando su vehículo, con el que atropelló a una bebé de solo 5 meses, Jacinta González Schnitzer, quien falleció el mismo día en la Clínica Alemana.
El pasado 4 de marzo de 2022 fue publicada en el Diario Oficial la Ley N° 21.428, que prorrogó la vigencia de las licencias de conducir hasta el año 2023. De esta manera, la Ley mantuvo con licencia de manejo a todos quienes debían realizar su control correspondiente durante los años 2020, 2021 y 2022. En consecuencia, se entenderán vigentes hasta el día y mes señalados en la licencia respectiva, del año 2023.
En los fundamentos del proyecto de esta ley, se sostuvo que la pandemia aún no ha terminado y los protocolos, restricciones y aforos correspondientes seguían vigentes y que además las municipalidades no cuentan con los recursos ni la capacidad para atender a todas las personas considerando que debían tramitar el triple de solicitudes que en un año de condiciones normales. Esto porque a quienes venza su licencia en 2022, deben adicionarse los rezagados de 2020 y 2021. Todo ello, cumpliendo las restricciones y protocolos sanitarios existentes en ese momento.
Pese a estas razones, la extensión que se hizo práctica para todos los ciudadanos no discriminó por edades ni estado de salud, teniendo en cuenta que para obtener una licencia de conducir se debe aprobar exámenes psicométricos y de vista, uno de los argumentos del caso judicial de la familia González Schnitzer contra Hernán Fernández, el hombre de 80 años que atropelló y dio muerte a su hija Jacinta (de 5 meses) y que era paseada por sus jóvenes padres en la comuna de Lo Barnechea.
La tragedia ocurrió la tarde del domingo 28 de agosto. El conductor del vehículo, Hernán Fernández Carrasco (80), declaró que «se equivocó de pedal y pisó el acelerador», según informó la Fiscalía Metropolitana Oriente, declaración que está siendo investigada.
Liza Lucero, abogada de la familia, comenta que Fernández “iba en un Mercedes Benz, que tiene un peso bruto de casi 3 toneladas, y que es capaz de alcanzar 100 kilómetros en muy pocos segundos. Todo este poder en una persona de 80 años, que no había sido sometido a los exámenes físicos y técnicos de rigor. Cabe preguntarse si una persona de 80 años está capacitada para manejar un auto de esta potencia, que con ese peso y motor es un verdadero misil. Nos preguntamos si nadie de su entorno se dio cuenta, porque es una persona mayor con varias patologías”.
“Fernández tenía su licencia de conducir vencida, pero fue beneficiado por la extensión de vigencia de la licencia de conducir por el Covid, lo que evitó que el señor Fernández tuviera que hacerse exámenes médicos para renovar su licencia. A pesar de que estaba beneficiado por esta ley, él mismo y su familia sabían que no tenía sus exámenes técnicos”, agrega la abogada.
Durante la audiencia de formalización el Fiscal también reveló que Fernández tenía varias infracciones por exceso de velocidad en su hoja de vida del conductor.
“Para personas de edad avanzada los exámenes psicotécnicos no son suficientes y debemos alzar la voz para que un caso tan grave no se vuelva a repetir. Llamamos a los legisladores y a las familias chilenas a hacerse parte de un proyecto de ley que ponga mayores controles de salud para renovar licencia de conducir desde los 65 años en adelante, el Proyecto de Ley Jacinta”, finaliza la abogada.