Olivia Fox Pedraza, Arquitecta, académica UCEN Región de Coquimbo
Durante septiembre de 2023 se pondrá en marcha la anhelada ley de responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje, conocida como Ley REP. La puesta en marcha de esta normativa busca fomentar el reciclaje y reducir la generación de residuos, responsabilizando a los productores para financiar una correcta gestión de los residuos que generan, ya sea importados o de fabricación nacional y comercializados en el país.
Faltando poco menos de un año para su puesta en marcha ya se pueden escuchar voces de alerta respecto a la poca difusión que hay sobre los alcances de esta norma y qué implica para nosotros/as como consumidores.
En este sentido, es necesario mencionar que Chile posee una de las tasas más altas de generación de residuos domiciliarios a nivel latinoamericano, con 440 kg/cápita anuales (MMA,2021). Es importante reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos como actores individuales para que la ley REP sea exitosa a nivel colectivo y cumpla su objetivo principal: Reducir hasta en un 25% la generación de residuos sólidos domiciliarios al 2040 y contribuir a la disminución de los rellenos sanitarios, alternativa ambientalmente poco sostenible.
Para ello, y como parte de un ejercicio académico en el curso reciclaje y diseño impartido en la escuela de arquitectura de la Universidad Central Sede Coquimbo, nos preguntamos ¿cómo andamos por casa con el tema del reciclaje? Mucho podemos aportar desde un punto de vista teórico, pero en la práctica si no reeducamos nuestros hábitos de consumo, difícilmente podremos aportar a una puesta en marcha exitosa de esta disposición legal.
¿Qué debemos saber sobre la ley REP como consumidores? Primeramente, que considera 7 tipos de productos prioritarios susceptibles de recolección y valorización, y hay uno, que particularmente consumimos amplia y masivamente en nuestras casas, los envases y embalajes (EyE), de los cuales se generan anualmente alrededor de 2.082.396 toneladas y sólo un 27% se recicla (BCN,2020). Andamos mal por casa, si consideramos que cada uno de nosotros/as generaría aproximadamente 100 kg de este tipo de residuos al año (MMA 2010).
El desafío es claro, es fundamental que nos hagamos partícipes activamente en términos de educarnos, informarnos y sensibilizarnos respecto a lo que elegimos llevarnos a nuestro hogar, preguntarnos si ese envase y/o embalaje, posterior a su uso podrá ser valorizado para su reciclaje y disponer responsablemente de él para su recolección.