Liliana Maier, de la Facultad de Recursos Naturales y Medicina Veterinaria UST Santiago, destacó la publicación en el Diario Oficial de la Ley N°21.489, más conocida como la Ley Apícola.
En el mes de octubre, fue publicada en el Diario Oficial la Ley N°21.489, más conocida como la Ley Apícola. “Indudablemente, representa un gran adelanto para nuestro país como productor y exportador de miel de reconocida calidad y con atributos únicos, consecuencia de la flora y bosques nativos, endémicos, propios de esta apartada zona geográfica, que es nuestro Chile”, destacó Liliana Maier, Académica de la Facultad de Recursos Naturales y Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás Santiago.
La Profesora Maier, quien es experta en Inocuidad Alimentaria y Microbiología, siguió de cerca la tramitación parlamentaria del proyecto, pues pertenece a la Comisión Nacional Apícola. “Es un honor y una satisfacción estar representando a la Universidad Santo Tomás en la Comisión Nacional Apícola, integrada por representantes del mundo público y privado, por apicultores de todas las regiones del país, la academia, la industria y es una instancia permanente de coordinación y diálogo, liderada por ODEPA”, afirmó.
Solo en su Artículo 1º, recordó la Docente, “la Ley Apícola señala que el Estado reconoce la importancia que tiene la apicultura como generadora de productos apícolas, factor polinizador y su rol como factor productivo estratégico para el desarrollo de la actividad silvoagropecuaria. Reconoce, además, su importancia para la conservación de la biodiversidad y mantenimiento del equilibrio ecosistémico”.
Profundizó que lo anterior cobra mayor relevancia aún, “considerando que el próximo año el Evento Mundial denominado Apimondia 2023 tendrá como escenario nuestro país. Esto constituye una gran oportunidad para promocionar nuestras mieles y todos los productos de la colmena, al mismo tiempo que las bellezas naturales de Chile”.
“Sin duda, Apimondia Chile constituye una tremenda vitrina para el mercado agroexportador y particularmente para las mieles y demás productos derivados de la colmena, como la cera, la jalea real, el polen, el propóleo, el api veneno, entre otros”, agregó.
Gran avance país
La Académica UST Santiago aseguró que “contar con una Ley Apícola es un gran avance para el país y, en especial, para los productores, exportadores y consumidores de miel. Ello nos permitirá ser más competitivos, pero al mismo tiempo entrega un marco jurídico, en el cual están contempladas sanciones a quienes infringen la ley, protegiendo de esta manera al apicultor y al consumidor al mismo tiempo. Por ejemplo, en temas tan relevantes como la inocuidad o las posibles adulteraciones”.
Asimismo, señaló que otro de los aspectos a destacar es “la creación de un Registro Nacional de Apicultores, por lo que los envases de miel deberán señalar el número del Registro Nacional de Apicultores. Y otro aspecto muy relevante es que esta normativa considera el bienestar de la abeja como un aspecto esencial”.
“La apicultura chilena juega un papel relevante en la agricultura de nuestro país, debido a su rol crucial en la estrategia de desarrollo agrícola y alimentario de Chile, constituyendo un ámbito de creación de valor para el país y las comunidades rurales y urbanas, que viven en torno a esta actividad. Quiero destacar especialmente el noble, abnegado y silencioso trabajo que desarrollan los y las apicultoras, destacando que un número importante lo constituyen apicultoras trabajadoras y emprendedoras. La apicultura chilena es una apicultura trashumante, resiliente, que lidia también con el cambio climático y el déficit hídrico”, añadió.
Tan importante es la función de la abeja y la apicultura, afirmó Maier, que “prácticamente la mitad de la producción agrícola, al menos de frutas, es causa del efecto polinizador de las abejas, ellas impactan en la biodiversidad y constituyen el mejor ejemplo de sustentabilidad, por eso es tan importante cuidarlas y protegerlas”.
Múltiples propiedades de la miel
Se habla de variados beneficios que trae consigo el consumo de miel en las personas, lo cual fue confirmado por Liliana Maier, experta en Inocuidad Alimentaria y Microbiología, señalando que “desde la antigüedad se conoce que tiene múltiples propiedades en beneficio de la salud, entre ellas existe mucha información respecto de sus propiedades antimicrobianas naturales, en especial frente a bacterias gram positivas, hongos e incluso virus”.
Además, sostuvo que “se ha utilizado también para el tratamiento de heridas, en forma de apósitos, observándose una mejor y más rápida cicatrización en pacientes humanos y animales. También posee cantidades apreciables de antioxidantes, que se encuentran presentes en la flora nativa, de manera que no hay duda de sus beneficios en la salud, por lo que debiera incorporarse en las colaciones saludables de niños y adultos mayores de manera rutinaria”.