- Según la Federación Mundial de Obesidad, las cifras también consideran que la obesidad infantil aumente en un 100% entre 2020 y 2035.
- Según un estudio de la Universidad de Oxford, Chile a nivel mundial alcanza la posición 34 de los países con mayor obesidad.
El Día Mundial de la Obesidad es una oportunidad para concientizar en torno a esta enfermedad. Las cifras son alarmantes a nivel mundial y Chile no es la excepción, ya que diversos estudios posicionan a nuestro país en lo más alto de los rankings. Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el 67.7% de nuestra población mayor de 15 años sufre de sobrepeso u obesidad. Cifra que sitúa a Chile en el tercer lugar, después de México (74,1%) y Estados Unidos (73.1%).
Estas cifras van creciendo sostenidamente, un estudio reciente de la Universidad de Oxford señala que Chile a nivel mundial alcanza la posición 34 de los países con mayor obesidad y sobrepeso del mundo, llegando casi a doblar el porcentaje promedio de obesidad y sobrepeso en todo el planeta (38,9%).
“Son alarmantes las cifras de obesidad. Pero una de las cosas preocupantes es el aumento de la obesidad en niños, niñas y adolescentes porque nuevamente las cifras dan cuenta de una situación que debemos revertir a la brevedad. Según el Atlas Mundial de Obesidad, la obesidad infantil aumentará en un 100% entre 2020 y 2035. Como médicos debemos apelar a que el sistema de salud cuente con cobertura para tratamientos y equipos multidisciplinarios”, explicó Dra. María Magdalena Farías, médico cirujano, especialista en nutrición clínica y directora del Diplomado de Manejo Multidisciplinario del Paciente con Cirugía Bariátrica de la Universidad del Desarrollo.
Asimismo, el doctor Jaime González Paredes, especialista en obesidad, señaló que “vivir con obesidad en Chile es cargar con una mochila para toda la vida, que ni el sistema, ni la sociedad, ni nadie puede sostener. Por eso, para construir una sociedad más empática, donde los pacientes que viven con obesidad tengan la garantía que serán atendidos y tratados por un sistema que los acoge, es necesario declarar a la obesidad como la enfermedad crónica que es”.
En términos de tratamiento, Alicia Cárdenas, de la agrupación Guatita de Delantal apela a tratamientos de largo plazo y con equipos multidisciplinarios. “La cirugía es una solución acotada para personas de un perfil muy riesgoso, pero que genera muchas expectativas. El paciente al no tener tratamiento multidisciplinario sustentable en el tiempo, en el mediano o largo plazo habría un riesgo de tener una reganancia de peso y en el peor de los casos llegar al mismo de antes de operarse o superior. Además, lo importante no es solo bajar de peso, sino que al ser una enfermedad crónica estos pacientes requieren un apoyo permanente, para controlar las comorbilidades asociadas a la obesidad (psicólogo, kinesiólogo, diabetólogo, etc.)
En qué hemos avanzado en Chile
Sin duda uno de los grandes avances que han logrado las sociedades médicas y de pacientes es poner a la obesidad en la agenda pública y en la discusión cotidiana. “Hoy somos más conscientes de las consecuencias que genera opinar sobre la apariencia física de una persona. Falta mucho aún, pero al menos hay un mayor grado de empatía con quienes viven con obesidad”, acotó Marcela Alarcón, madre de una adolescente con obesidad y vocera de la ONG Procura.
A nivel legislativo ya hay un proyecto de ley en el Congreso, ingresado en noviembre de 2021, solicitando que la obesidad sea declarada una enfermedad crónica, así como varios proyectos de acuerdo, lo que demuestra el interés por legislar en esta materia y darle la dignidad a las personas que viven con obesidad. Sin embargo, aún no hay avances en la discusión parlamentaria.
Al respecto, Marco Gajardo, psicólogo del sistema de Atención Primaria de Salud y experto en obesidad, explicó la importancia de que a nivel legislativo este tema sea abordado. “Para Chile, el costo estimado de la población con obesidad fue de 3.600 millones de dólares sólo en 2020. Si se declara enfermedad podría ponerse atajo a las comorbilidades asociadas a la obesidad como diabetes, hipertensión, trastornos mentales, incluso algunos tipos de cánceres y con ello, el costo que estas enfermedades implican para el Estado”.