Los consejos para mantener alejados los virus respiratorios en invierno

Ante el aumento de virus respiratorios en invierno, es importante prevenir y tener claridad de que, con medidas sencillas se puede reducir la propagación de enfermedades.

Alta positividad en las muestras para virus respiratorios como la Influenza A y Rinovirus, Adenovirus, que tienen la mayor circulación en este periodo del año, detectó el Ministerio de Salud. Gripes y resfríos están a la orden del día y se suman otros como COVID -19 Parainfluenza y Adenovirus. Lo cierto es que las urgencias comienzan a mostrar las consecuencias de esta alta rotación y por eso prevenir es clave.

Las enfermedades provocadas por estos agentes son más comunes en invierno y esto se debe, señala la académica de Enfermería de la Universidad Andrés Bello en Concepción, Priscilla Inostroza, a factores fisiológicos y externos. En el primer caso, “el aire frío ocasiona disminución en la motilidad de los cilios de nuestra nariz que habitualmente nos ayudan a filtrar partículas que ingresan a nuestro tracto respiratorio, como, por ejemplo, partículas con carga viral, esto constituye una afectación a nuestro sistema de defensa de primera línea”. Además, el frío puede debilitar nuestro sistema inmunológico haciéndonos más susceptibles a las infecciones virales.

Otro motivo, agrega la profesional, tiene relación con que en invierno pasamos más tiempo en ambientes interiores, donde las condiciones de baja ventilación, lo que aumenta las probabilidades de propagación de virus entre personas que comparten el mismo espacio. A esto se suma que “algunos virus son resistentes al frío, pueden sobrevivir más tiempo e incluso, en ocasiones, las temperaturas más frías les permiten propagarse con mayor facilidad que en temperaturas cálidas”.

¿Qué podemos hacer, entonces para evitar la propagación de virus? Los consejos pasan por medidas sencilla como ventilar los espacios interiores para mejorar la circulación del aire, y en este sentido contar con un sistema artificial de ventilación, es ideal, siempre y cuando conste de un sistema de renovación de aire con filtros HEPA efectivos. “Cuando no poseemos esta tecnología, la ventilación cruzada es la mejor alternativa, es decir, abrir ventanas o puertas en lados opuestos de un espacio cerrado para crear corrientes de aire, permitiendo que el aire fresco entre desde el exterior y que el aire viciado o contaminado salga por el otro extremo, así mejoramos la calidad del aire, disminuyendo la circulación de carga viral y otros contaminantes”.

Si ya estamos resfriados, señala Inostroza, es importante cubrirnos la boca y nariz al toser o estornudar puede ayudar a disminuir la diseminación de los virus exhalados y evitar que otras personas los inhalen, sobre todo en espacios cerrados. La higiene de manos constante, “ojalá con agua y jabón, especialmente después de toser, estornudar o estar en contacto con personas enfermas o superficies que pudiesen estar contaminadas” es crucial.

Evitar el contacto cercano con personas enfermas, manteniendo distancia física y preferir actividades en espacios bien ventilados. La académica recomienda evitar, también, tocarse la cara, especialmente ojos, nariz y boca, pues los virus pueden ingresar a nuestro organismo por estas vías de acceso y mantener un estilo de vida saludable en cuanto a la alimentación, ejercicio físico y descanso, “lo cual fortalece nuestro sistema inmunológico”.

Por último y sumamente relevante, hizo un llamado a “vacunarse contra la influenza y otros virus respiratorios, en especial las personas que se encuentran en grupos de riesgo (recién nacidos, lactantes, embarazadas, personas con enfermedades crónicas, personal de salud, etc.)”.

Uso de mascarillas

El uso de la mascarilla, explica, está muy recomendado para cuando estamos enfermos o tenemos algunos síntomas respiratorios como tos y estornudos, para evitar de esta forma la propagación de los virus a otras personas. También es favorable en espacios cerrados como el transporte público, salas de clases o lugares muy concurridos sin ventilación efectiva, “especialmente si estamos cerca de personas con sintomatología respiratoria”.

Siguiendo la misma lógica, si en nuestro hogar existen personas enfermas es recomendable usar mascarilla para evitar contagiarnos, y viceversa. Y, por último, si nos encontramos en zonas con alta transmisión comunitaria de virus respiratorios como brotes de influenza, COVID -19, etc., es muy importante el uso correcto de mascarilla como una medida adicional de protección personal.

¿Cuál es la temperatura ideal para estar en casa o la oficina?

En Chile la definición de la temperatura al interior de las oficinas, o del confort térmico, no se encuentra regulada por ninguna norma. Lo importante es mantener una temperatura que permita a las personas mantener constante su temperatura corporal, sin que disminuya bajo los 37 ºC. “La temperatura ideal de confort tanto para una oficina como para una pieza en casa depende mucho de la sensibilidad térmica que tienen las personas, pero existe un consenso en que la temperatura ideal son aproximadamente 24ºC. La recomendación de expertos es que en espacios donde exista aire acondicionado, éste se mantenga entre los 21 y 23 grados”.

La profesional reiteró el llamado a la prevención y a ser responsables con la salud propia y la de los demás.

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