- Esta iniciativa, que podría tener un impacto significativo en la calidad de vida de la comunidad, es complementaria con otros modos de locomoción colectiva y es sostenible con el medio ambiente.
Copiapó, 3 de julio de 2024.- Juan Pablo Hinojosa, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Atacama, y Antonio Pardo, vicepresidente del gremio constructor a nivel regional, presentaron la propuesta de un tranvía urbano para la ciudad de Copiapó a Luis Pino Palacios, Delegado Presidencial Regional de Atacama, quien estuvo acompañado en la oportunidad por Yenny Valenzuela, seremi de Energía.
Esta iniciativa, que es parte de una batería de propuestas urbanas de alto impacto que son parte del proyecto Copiapó 2050, tiene como objetivo modernizar las formas de movilidad en la capital regional a través de un transporte público eficiente, compatible con otros medios de locomoción colectiva y sostenible con el medio ambiente, tomando en cuenta las crecientes problemáticas de congestión vehicular que se viven actualmente y proyectan para la comuna en los próximos años.
Antonio Pardo, vicepresidente de la CChC Atacama, explicó que esta iniciativa “es una propuesta, aún en una etapa temprana, que hemos hecho llegar al señor Presidente de la República, Gabriel Boric, y que estamos sociabilizando a nivel local tomando en cuenta lo que puede significar en términos de mejorar la calidad de vida y también para avanzar decididamente hacia el desarrollo regional, por lo mismo creemos muy importante aunar voluntades, considerando que es un proyecto estratégico regional y con visión de largo plazo, para ser enriquecido por diversos actores”.
Por su parte Luis Pino Palacios, Delegado Presidencial Regional de Atacama, junto con destacar las contribuciones que está realizando la Cámara Chilena de la Construcción a nivel local, manifestó que “nuestra región está creciendo de una manera importante y si bien estos son proyectos de largo plazo, lo que hacen es precisamente apuntar a qué es lo que queremos como ciudad, por lo mismo es relevante que las autoridades que estamos en estos momentos en distintos cargos estratégicos, estemos en conocimiento porque creo tiene un impacto importante para abrir una discusión para los próximos años”.
Según los representantes de la CChC Atacama, la mayor importancia de implementar un sistema de transporte en base a tranvías, es que “mejora notablemente la calidad de vida de la ciudad”. Además, es compatible con otros sistemas de locomoción colectiva, no compitiendo con ellos por tener un público objetivo diferente, sino que, actuando en forma complementaria, por ejemplo colectivos o buses.
También se debe señalar que este es un medio de transporte ecológico, porque es eléctrico, no emite gases ni contaminación acústica, además es liviano, por lo que no genera vibraciones en las viviendas y disminuye notablemente la congestión vehicular, ya que da alternativas de desplazamiento a quienes usualmente ocupan vehículo particular. En este sentido, se propone que cuente con estaciones bimodales en los extremos -que en una primera etapa se proyecta podría ir desde el sector Paipote hasta la Universidad de Atacama- donde se complementaría con los buses que llevan trabajadores a faenas, evitando que estos entren a la ciudad.
Así, el proyecto consideraría un trazado de 10 kilómetros, con 20 estaciones (tramos en superficie y otros desnivelados, especialmente en el cruce con vías importantes) y además acompañaría el recorrido un parque lineal que comunicará a los sectores altos con el centro de la capital regional, generando una integración urbana y mitigando la congestión vehicular.
Cabe destacar que los tranvías urbanos -por su tamaño, eficiencia y adaptabilidad- han sido una solución eficiente a las complejas problemáticas de movilidad en distintas ciudades del mundo, especialmente en Asia, Estados Unidos y Europa, dando nuevas posibilidades a las personas, lo que ha tenido un efecto significativo en el desarrollo de ciudades a escala humana. En el caso de Sudamérica, se han puesto en marcha en ciudades como Cochabamba (Bolivia), Río de Janeiro (Brasil), Medellín (Colombia) y Cuenca (Ecuador)