Hasta las instalaciones de San Vicente Terminal Internacional en Talcahuano, Biobío, llegaron autoridades ambientales para conocer el cumplimiento de las acciones comprometidas en el marco del Acuerdo de Producción Limpia, que estará vigente hasta junio de 2023.
Reducir el consumo energético, manejar y gestionar los residuos, disminuir el riesgo de accidentes laborales y promover acciones de responsabilidad social hacia la comunidad y trabajadores, son parte de las acciones que siete terminales marítimos y portuarios del Biobío están implementando en el marco del Acuerdo de Producción Limpia (APL) y que en esta oportunidad dieron a conocer a las autoridades.
Frente a la crisis climática el planeta demanda una mayor capacidad adaptativa de todas las actividades productivas, conciliando la productividad, con cuidado del medio ambiente y una buena relación comunitaria. En ese sentido, los siete puertos del Biobío se han sumado voluntaria y responsablemente al APL con una visión de logro compartido, transformando la forma en que se transporta la carga desde nuestra región hacia el mundo.
Primero lo hicieron adhiriendo al Acuerdo de Producción Limpia en 2015, trabajaron arduamente en cumplir las metas y obtener su certificación en el 2019. Luego de ello, continuaron trabajando en elevar estos estándares, dando un renovado sello de calidad ante sus clientes, la comunidad y los trabajadores portuarios.
Los puertos regionales adheridos a este modelo de trabajo son: DP World Lirquén, Puerto Coronel, Muelles de Penco, Talcahuano Terminal Portuario, San Vicente Terminal Internacional, Portuaria Cabo Froward y Oxiquim Terminal.
En conjunto están implementando 57 acciones y desafíos, para cumplir con metas medioambientales, de seguridad y salud ocupacional y de relaciones con la comunidad y trabajadores.
Este trabajo conjunto también fue suscrito entre la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, los servicios públicos regionales, Directemar, seremis de Salud, Medio Ambiente y Energía, bajo la coordinación de Corma como asociación gremial que los convocó en esta iniciativa.
El Seremi de Medio Ambiente, Oscar Reiche, destacó la proactividad de los puertos de trabajar conjuntamente. “Es destacable cuando las instituciones reguladas dicen éstos son nuestros compromisos legales y normados, pero queremos ir dos pasitos más allá. Se debe reconocer, valorar e impulsar qué es lo que se viene posterior a este APL, realzando esta actividad en el marco de la colaboración público – privada”, subrayó.
El presidente de Corma Biobío y Ñuble, Alejandro Casagrande, destacó que “los APL representan un desafío importante para el sector exportador, porque se comprometen, de forma voluntaria a operar bajo elevados niveles de sustentabilidad, complementándose con las certificaciones FSC y CERTFOR”.
Añadió que, “es realmente destacable el esfuerzo de los 7 puertos, porque contribuye significativamente a que la actividad portuaria y maderera, sea sostenible y pueda proyectarse en el tiempo”.
El gerente general de Puerto San Vicente Terminal Internacional, Gonzalo Fuentes, destacó que “todo el trabajo que cada puerto realiza de forma individual no es suficiente si queremos aportar de forma significativa al cuidado del medio ambiente, y es ahí donde está el valor de este APL, porque nos organiza, nos coordina como industria y nos une en una visión común que es cuidar el medio ambiente para las generaciones que vienen”.
Por su parte, la encargada de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático del Biobío, María Victoria Borzone, señaló que “los puertos pueden ser competencia en otros ámbitos, pero hoy están trabajando todos unidos. Las gestiones que están haciendo van de la mano con los desafíos que tiene la Agencia de aquí al 2026, que son carbono neutralidad, con transformación tecnológica y seguridad hídrica”.
El APL portuario comprende materias como la gestión del ruido en las instalaciones portuarias; la minimización de la contaminación de material particulado en las instalaciones; la medición de la huella de carbono; acciones de eficiencia energética; disminuir el riesgo de accidentes laborales; vigilancia del medio marino; revisión de procesos operativos, entre otras.