YAIDIS SANTANA OBESO
Abogada
Especializada en Alta Gerencia en Economía Pública
Secretaria de Asoc. Nacional de Abogadas Extranjeras en Chile
(ASUDERECHO).
En los últimos tiempos se ha escuchado mucho sobre el empoderamiento femenino, el derecho a la igualdad en distintos escenarios; pero qué pasa cuando es el mismo género que no pone en práctica un término poco familiarizado que en esta oportunidad compartiré con ustedes, y que se hace necesario, aunque suene un poco “raro” al expresarlo, por decirlo así, pero tiene una profundidad en su real significado.
Y es el termino sororidad que todavía no está muy normalizado en nuestro vocabulario. Este concepto que empezó a acuñarse en el área de las ciencias sociales para referirse a la solidaridad, alianza y hermandad entre mujeres, para crear redes de apoyo mutuo, y luchar contra las cuestiones de género.
Es importante que como lectores sepan de donde proviene ese término, denominando la sororidad al vínculo de solidaridad entre las mujeres, especialmente de cara a las determinaciones y violencias provenientes de una cultura más patriarcal. El término es un neologismo, es decir, son ciertos usos, expresiones y palabras que no existían tradicionalmente en una lengua, pero que son incorporados a ella debido a su necesidad de adaptarse a la realidad de sus hablantes, es por ello por lo que, a finales del año 2018 la RAE incorporó este término.
Por tanto, la sororidad no plantea que tengamos que ser mejores amigas ni que entre todas nos caigamos bien», pero sí. «Es entender que hacemos parte de un sistema que de alguna manera a cada una en ciertas oportunidades nos han pasado a llevar y que como consecuencia de esto se hacen alianzas para enfrentarlo». Teniendo en cuenta que debe existir un apoyo mutuo, basado en la conciencia del lugar que la mujer tiene en la sociedad.
LA PRÁCTICA DE LA SORORIDAD ES UN PUERTO SEGURO
En definitiva, en la práctica de la solidaridad lo que implica, entre otros aspectos es:
- Desmontar ciertos lugares comunes respecto de las relaciones entre mujeres, como la supuesta rivalidad femenina o la imposibilidad de un vínculo sincero entre mujeres.
- Construir alianzas entre mujeres de diversas culturas y condición social, sin ocultar las diferencias.
- Asumir como propias las experiencias de opresión de otras mujeres, aunque no hayan sido vividas en los mismos términos ni formen parte de la propia historia.
- Apoyar y apoyarse en otras mujeres y compartir experiencias, de modo de construir confianza y generar referencias simbólicas entre mujeres.
Finalmente, la sororidad, va mucho más que llevarnos “super bien” o ser las “super amigas” es entender que, si se sigue actuando sin ninguna clase de empatía o una pasividad frente a comentarios discriminatorios y sexistas entre otros en los distintos escenarios en donde nos desarrollamos, por el hecho que no son nuestras amigas o es una mujer x; se está claramente desenfocados y muy lejos de entender para que estamos en esta sociedad y las metamorfosis que poco a poco se van logrando.