Señor Director:
A pesar que la Constitución de Chile pregona la “igualdad” de todos los chilenos, hoy se promueve el mote de los “escaños reservados” para los así denominados “pueblos originarios”. ¿Qué es esto? ¿Se trata de un asunto cronológico o cultural? Conforme. Entonces, nosotros, los ‘simples’ chilenos, también debiéramos contar con “escaños reservados” como grupo pre-haitiano y pre-venezolano. Aún más, aplicando la lógica de la INCLUSIÓN y la DIVERSIDAD, también otros grupos que moran en Chile debiesen contar con “escaños reservados”. A saber: Descendientes de europeos –hispanos, alemanes, italianos, croatas, ingleses– y por cierto, semitas, asiáticos y africanos. No hacerlo sería DISCRIMINAR. Y para no limitar esto a un asunto étnico, debiesen contar asimismo con “escaños reservados” los católicos, los judíos, los masones, los ateos, los agnósticos y los paganos. Además, considerando la apreciada diversidad, los heterosexuales, los homosexuales, los asexuales; los transexuales y los curas, los casados y los solteros; también, los “garreros”, los “de abajo” y cuanto grupo de barristas exista. También, el gremio de los payasos, los periodistas, los futbolistas, los escritores, los carniceros, los mariguaneros, los alcohólicos y las prostitutas. En conclusión, ¡TODOS! No hacerlo, atenta contra la panacea del mundo moderno, la famosa declaración universal de los “Derechos Humanos”.
Por Rafael Videla Eissmann
Historiador egresado de la Universidad Católica de Chile