Oficial de Ejército participa en crucero de instrucción en el Buque Escuela Esmeralda de la Armada

 

El 16 de noviembre, y luego de 87 días de navegación, el Buque Escuela “Esmeralda” recaló en Valparaíso finalizando el LXV Crucero de Instrucción, versión que este 2020 se efectuó solo por territorio nacional debido a la pandemia por Covid -19. En aquella dotación, compuesta por 265 personas, viajó en calidad de invitado el Alférez Nicolás Zamorano V., primera antigüedad de la promoción egresada de la Escuela Militar el año 2019.

Oriundo de San Vicente e hijo de un Suboficial Mayor de Ejército, el Alférez Zamorano califica esta experiencia como “tremendamente valiosa”, pues le permitió conocer el buque donde se instruyen los oficiales de la Armada y su funcionamiento, además de participar en maniobras veleras como un guardiamarina más y asistir a charlas sobre navegación, ámbitos que permitieron ampliar su horizonte y comprender mejor el trabajo conjunto con las demás ramas de las Fuerzas Armadas. “Esto es una realidad que se conoce poco. Sólo basta ver todo el trabajo coordinado y casi silencioso efectuado durante la actual emergencia sanitaria”.

A pesar que el circuito de Buque Escuela “Esmeralda” fue más acotado y recaló sólo en las bases navales de San Félix, Puerto Harris e Isla de Pascua con el fin de resguardar la salud de la tripulación y la población local, de todas formas, le permitió conocer aspectos técnicos, la idiosincrasia y las tradiciones de una institución fundamental del Estado, dada la importancia estratégica de Chile de cara al Océano Pacífico.

Hoy, el Alférez Zamorano asume con gran entusiasmo y compromiso su función al mando de un Escuadrón de Protección de la Escuela de Caballería Blindada en Iquique, lo que implica tener la responsabilidad sobre un grupo de soldados conscriptos para efectuar labores de seguridad y

Policía Militar, entre otras. De ahí, su próximo paso es realizar el Curso Básico para Oficiales del Arma de Caballería Blindada, lo que le permitirá especializarse en aspectos técnicos y tácticos para el empleo de unidades de tanques y de exploración montada. “Escogí esta arma porque me gusta su esencia y su historia, es una gran combinación de estrategia y tecnología”.

No es un desafío menor, pero siente que lo aprendido en su formación en la Escuela Militar lo preparó para seguir una línea de carrera y además servir a la patria en un momento complejo para el país. “Tengo latente la imagen de mi padre como modelo de esfuerzo y constancia para cumplir con la tarea encomendada. Esas mismas virtudes las inculqué a los cadetes cuando fui instructor de alumnos de primer año. En esa tarea, hay que predicar con el ejemplo. Eso es fundamental en el Ejército y debe guiar nuestro trabajo diario”, dice finalmente.

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