· La autoridad inauguró el “Primer Encuentro Internacional de Minería y Desarrollo Sustentable. Impurezas: Tendencias regulatoria, Mercados y Tecnologías”, en el marco de la semana Cesco 2017.
“Uno de los factores de alta trascendencia que influye en el buen desempeño industrial es el cuidado del medio ambiente. Por esta razón, y porque aumentan las exigencias ambientales y de la sociedad en Chile y el mundo, el sector considera una prioridad extraer y procesar los minerales causando el menor impacto posible en el entorno”, afirmó la ministra de Minería, Aurora Williams.
La autoridad inauguró el “Primer Encuentro Internacional de Minería y Desarrollo Sustentable. Impurezas: Tendencias regulatorias, Mercados y Tecnologías”, organizado por instituciones públicas y privadas, en el marco de la semana Cesco 2017.
En la ocasión, la secretaria de Estado recordó que uno de los sellos del Gobierno ha sido avanzar hacia un Chile más inclusivo y desarrollado, con acciones que potencien una producción sustentable. “La inclusión se hace presente cuando nuestra sociedad percibe una mejor calidad de vida, y ampliar el bienestar de las personas depende en gran medida del rendimiento de nuestro trabajo en cualquiera de los roles que cumplimos”, resaltó.
“En la minería lo tenemos claro. Por eso hemos promovido el desarrollo sostenible enfocándonos en dinamizar la productividad y competitividad de nuestra minería -en todos sus niveles- de la mano con la innovación, pero en armonía con los mejores modos de convivencia con el medio ambiente y las comunidades locales”, indicó.
Williams aseveró que dicha gestión se ha realizado de la mano de la cooperación, la que resulta indispensable, dijo, cuando se trabaja bajo una mirada estratégica que busca fortalecer al rubro productivo.
La autoridad destacó que “desde que asumimos, nuestro ministerio ha tenido una activa participación en el diseño y elaboración de políticas, normas, regulaciones, u otros instrumentos de protección del medio ambiente”.
“Hemos trabajado para que nuestra sociedad esté en condiciones de reclamar lo que dicta el principio 10 de la Declaración de Río de 1992: el derecho a acceder de manera efectiva y oportuna a la información ambiental; a participar en la toma de decisiones que afecten al medio ambiente, y a acceder a la justicia en asuntos ambientales”, precisó.
La autoridad recordó que en el concierto internacional se siguen elevando las exigencias de los mercados en cuanto a la pureza de concentrados del cobre, por ejemplo, con el establecimiento de máximos de impurezas.
Williams precisó que según Cochilco, de los 5,75 millones de toneladas métricas secas de cobre fino producidas en 2016, el 68% correspondió a concentrado y el 32% a cátodos, y que de las más de 6 millones de toneladas métricas secas de cobre fino proyectadas a 2026, el 88% corresponderá a concentrado y el 12% a cátodos, siempre que se mantengan las actuales condiciones de producción.
“Este escenario implica trabajar en varios frentes. Nos propusimos impulsar y apoyar el desarrollo de tecnologías que permitan hacer más eficiente la producción de cobre, incorporando innovaciones en cada una de las etapas de los procesos y en el tratamiento de las impurezas; reducir los costos de fundición que hoy se ubican entre los más altos a nivel mundial; y mejorar las políticas públicas que faciliten proyectar modelos de producción acordes a los nuevos desafíos”, dijo.
La secretaria de Estado sostuvo que en la medida en que nuevas tecnologías y procesos minero- metalúrgicos se desarrollen y apliquen se obtendrá mayor valor agregado de los minerales y concentrados complejos.
La autoridad destacó las innovaciones de la empresa EcoMetales, filial de Codelco, la que ha desarrollado soluciones ambiental y económicamente rentables únicas en el mundo para resolver, por ejemplo, el tratamiento del arsénico, una de las impurezas más abundante tanto en concentrados de cobre como en su posterior depositación: la Escorodita, compuesto químico inerte para el medio ambiente y el ser humano.
“Esta tecnología recuperó -durante 8 años- más de 75.000 toneladas de cobre fino desde polvos de fundición, residuos peligrosos y efluente ácido, y depositó como Escorodita más de 7.500 toneladas de arsénico”, puntualizó.
Williams recordó que para los próximos 35 años la minería estará fuertemente concentrada entre las regiones cuarta y sexta del país. “Más del 50% de las reservas están en ese espacio geográfico, cuya principal característica es que reúne alrededor del 60% de la población nacional. Por lo tanto, las exigencias de relacionamiento y ambientales serán crecientes”, advirtió.
“Lo anterior, nos motivó a constituir -a través de Alianza Valor Minero- capítulos de diálogo regional para construir la mirada de la minería de cada región. El más avanzado es el de Coquimbo, el que ha tenido una participación de más de 150 actores provenientes de comunidades, empresas, sector público, la academia y proveedores”, agregó.