DW MUNDO
«Es un intento de poner fin a la tortura, los malos tratos, juicios injustos, la detención de niños, el aislamiento y el trato inhumano», declaró el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina.
Alrededor de 1.300 presos palestinos en cárceles israelíes están desde la medianoche de este lunes (17.04.2017) en huelga de hambre indefinida para demandar una mejora de sus condiciones. Se espera que con el transcurso de las horas más prisioneros se sumen a la medida.
«Esperamos que hoy se sigan uniendo más prisioneros», declaró Akram Atalah Alayasa, portavoz de la Comisión de Asuntos para los Detenidos y Exdetenidos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). La convocatoria de la protesta que coincide con el Día Nacional de la Solidaridad con los Presos Palestinos que se celebra cada 17 de abril desde 1974.
El primer ministro de la ANP, Rami Hamdala, declaró su apoyo a la huelga por «las necesidades y derechos básicos de los prisioneros».
«En un intento de poner fin a la práctica de la detención administrativa arbitraria, la tortura, los malos tratos, juicios injustos, la detención de los niños, negligencia médica, el aislamiento, el trato inhumano y degradante, la privación de derechos básicos tales como las visitas familiares y el derecho a la Educación», manifestó en un comunicado de la oficina del primer ministro.
La huelga de hambre fue convocada por el líder del partido nacionalista Al Fatah, Marwan Barguti, que cumple en prisión cinco cadenas perpetuas por ataques durante la Segunda Intifada. Barguti es popular en su país y es mencionado como el posible sucesor del presidente Palestino, Mahmoud Abbas.
Según cifras de la ANP, alrededor de 6.500 palestinos están en 22 cárceles israelíes, una de ellas en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, y en centros de detención, incluidos 300 menores, 12 parlamentarios y 28 periodistas.
Las organizaciones de defensa de los encarcelados como Adamir y el Club de Prisioneros Palestinos aseguran que 1.500 reos se encuentran en malas condiciones de salud y reciben un tratamiento médico insuficiente.Bajo el lema «Huelga por la libertad y la dignidad», los prisioneros han hecho una serie de demandas, entre ellas, la mejora del régimen de visitas, el fin del aislamiento y de la detención administrativa que permite detener sin cargos ni juicios por periodos de seis meses renovables de forma indefinida.
DG (afp, Haaretz efe)