La empresa Arauco está liderando un intenso trabajo para restaurar zonas de bosque nativo que fueron arrasadas por los incendios. La prontitud con que se realice este trabajo es clave para conservar el entorno y especies que son únicas a nivel mundial.
En la Región del Biobío existía un pulmón verde con árboles nativos de cientos de años. Pero el incendio de Florida de fines de enero de 2017, arrasó cerca del 80% del Parque Coyanmahuida, perteneciente a la empresa Arauco y abierto al público desde el 2000. En estos años, cerca de 10.000 niños transformaron el lugar en su aula viva aprendiendo de la flora y fauna del lugar y poco más de 5.600 turistas dejaron su huella en el lugar.
Recorrerlo actualmente permite dimensionar el impacto que dejan los incendios. Árboles centenarios en el suelo, otros quemados en su base y un porcentaje importante con su follaje café.
El mejor escenario para recuperar las especies afectadas es que éstas vuelvan a crecer en forma natural en el mismo entorno donde se desarrollaron por años. Sin embargo, debido a la gran superficie consumida por el fuego, se requiere asegurar la disponibilidad futura de olivillos, peumos, naranjillos y otras muchas especies que alberga este relicto de bosque nativo.
Para ello, sus guardaparques han recolectado y enviado semillas al Vivero Quivolgo, en Constitución, Región del Maule, con la esperanza de que en un par de años vuelvan a su origen y permitan complementar la recuperación del Parque Coyanmahuida.
Renovación Forestal
Juan Anzieta, subgerente de Asuntos Públicos de Arauco, explica que “este trabajo se enmarca dentro de un plan más amplio que estamos desarrollando luego de los incendios forestales, llamado “De Raíz – Renovación Forestal”, que, precisamente, busca llegar a la raíz de los problemas, a través de distintas alternativas que nos permitan estar mejor preparados para los incendios forestales y sus consecuencias. Esta iniciativa involucra cuatro ejes estratégicos orientados a la Prevención, Protección, Reforestación y restauración, además de Impulsar la actividad forestal”.
Anzieta agregó que, como parte de los trabajos destinados a reforestar y restaurar, se trabaja en cubrir los suelos afectados lo más rápido posible, con énfasis en aquellos sectores que están más expuestos a la erosión y que tienen como consecuencia el posible daño a tomas de agua en donde la gente se nutre de este vital elemento.
Trabajos de este tipo se han realizado también en el Parque Coyanmahuida, según comenta Roberto Muñoz, jefe de Medio Ambiente y Comunidad de Arauco. “Además de las acciones de restauración, hemos colocado barreras para detener la erosión en lugares donde sólo quedó el suelo, luego del incendio rural del verano, que tanto afectó a este relicto de bosque nativo, donde hemos desarrollado programas de educación ambiental con niños y ha servido para diversas investigaciones de académicos y alumnos de universidades del país”.
“Montaña de robles”
El Parque Coyanmahuida se encuentra en la comuna de Florida, a sólo 40 kilómetros de Concepción y 25 kilómetros de Quillón, siguiendo la Ruta 148.
En mapudungun significa “Montaña de robles”, aunque su flora es bastante más amplia, ya que en este relicto de bosque nativo existen especies como el laurel chileno, boldo, peumo, olivillo, roble, naranjillo y Flor de la araña (Arachnites uniflora), una flor muy difícil de encontrar porque es pequeña y blanquecina, y se confunde con la hojarasca del suelo.
De acuerdo a los registros existentes y estudios exploratorios, el parque alberga a 21 especies de aves, 17 de animales y al menos 34 vegetales.
El 14 de diciembre de 2000, Coyanmahuida se inauguró oficialmente como parque y con los años comenzó a transformarse también en un área especial para la investigación, recreación y docencia.