Los grupos y movimientos firmaron la unidad en una fecha simbólica: el 30 aniversario de la derrota sandinista en las urnas frente a Violeta Chamorro.
No hubo marchas ni plazas llenas. La Policía sitió desde temprano la capital nicaragüense este martes (25.02.2020) con centenares de efectivos fuertemente armados que ocuparon calles, rotondas y centros comerciales para impedir cualquier atisbo de protesta. En el amplio auditorio de una librería de Managua, rodeada por 14 patrullas con antimotines, un centenar de dirigentes de la oposición celebraron el «lanzamiento” de la Coalición Nacional (CN), cuya creación había sido anunciada el pasado 18 de enero.
Los opositores señalan que pretenden disputarle el poder «cívicamente” al presidente sandinista Daniel Ortega, que gobierna desde 2007 y ha sido reelegido en dos ocasiones en cuestionados comicios. Algunos comparan la CN con la Unión Nacional Opositora (UNO), coalición de 14 partidos que ganó las elecciones del 25 de febrero de 1990 y llevó a Violeta Chamorro a la Presidencia.
Quizás por esa razón eligieron esta fecha, exactamente tres décadas después de que el comandante Ortega, el veterano exguerrillero, hoy de 74 años, sufriera su primera derrota electoral, que supuso el fin de la revolución sandinista y el inicio de la pacificación del país tras casi 10 años de guerra y más de 20.000 muertos.
Entre las siete organizaciones que firmaron su ingreso a la CN destacan la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), ambas surgidas tras la revuelta social de 2018; así como el Movimiento Campesino, que encabezó desde 2013 las protestas contra la construcción fallida de un canal interoceánico.
También se han sumado el Partido Restauración Democrática y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que lidera el exmandatario Arnoldo Alemán, sobre quien algunos opositores tienen reservas pues fue condenado por corrupción y acusado de pactar con Ortega en 1998.
No fue sorpresa la adhesión del partido indígena YATAMA y de una facción de la antigua Resistencia Nicaragüense, formada por viejos comandantes de la «contra”. Ambas organizaciones lucharon con las armas contra el primer gobierno sandinista (1979-1990), que Ortega presidió desde 1985.
Prometen ética y transparencia
«Debemos desterrar la dictadura del poder y de nuestra cultura”, afirmó el líder estudiantil excarcelado Yubrank Suazo, al leer la proclama de unidad de la CN. Dijo que buscan la unidad para lograr «la libertad de los presos políticos (unos 65 actualmente, según la oposición), el retorno de más de 80.000 exiliados y el regreso a la democracia”.
«Ortega escucha, seguimos en la lucha”, y «De que se van, se van”, fueron algunas de las consignas escuchadas en el auditorio, que permaneció todo el tiempo rodeado por la Policía. También hubo vivas a Violeta Chamorro, hoy de 90 años , quien desde hace tiempo guarda reposo médico, alejada de todo, en su residencia de Managua.
El octogenario catedrático Carlos Tünnermann fue el primero en firmar la adhesión a la CN, a nombre de la Alianza Cívica. Expresó que «las puertas están abiertas” para cualquier organización que desee sumarse a la coalición opositora.
«La Nicaragua del fututo debe ser una Nicaragua con democracia y división de poderes, todo lo que ha sido confiscado por este régimen”, dijo Tunnerman, quien fue ministro de Educación sandinista en los años 80 y luego pasó a la disidencia. Aseguró que habrá un «código de ética” y que «todos nos vamos a comprometer a actuar con honestidad y transparencia”.
«Esta es la única ruta”, acotó a su turno el joven Jesús Téfel, miembro de la UNAB y también arrestado a fines de 2019 por protestar contra el gobierno. La Policía mantiene prohibido todo tipo de protestas desde 2018 y, para evitar una manifestación anunciada para hoy, colocó patrullas frente a las viviendas de casi 40 opositores que habían convocado a sair a las calles.
No a elecciones bajo represión
George Henríquez, líder afrodescendiente representante de YATAMA, afirmó que los nicaragüenses enfrentan hoy el desafío de luchar «contra un Estado racista, clasista, machista y colonizador”.
«La guerra sangrienta de los 80 nunca debió haber sucedido si las cosas se hubieran hecho correctamente”, se lamentó el exjefe «contra” Luis Fley, tras anunciar que se movilizarán por el interior del país «para escuchar a la gente” y sumar fuerzas para la nueva coalición.
A preguntas de los periodistas, los miembros de la CN reiteraron que defenderán una propuesta de reformas electorales con vistas a los comicios generales de 2021, en los que Ortega apuesta por su tercera reelección. Sin embargo, advirtieron que no volverán a negociar con el gobierno si no se «restituyen todas las libertades” restringidas en el país desde hace casi dos años.
«No iremos a elecciones, ni nos sentaremos a negociar, si el gobierno no cumple los acuerdos que firmó en la negociación anterior (27 de mayo de 2019): libertad para todos los presos políticos, desarme de los paramilitares, cese del acoso a los excarcelados y restitución del derecho a la movilización y a las protestas”, aseveró Tunnermann.