NUEVA DELHI.- En la primera confrontación con victimas mortales entre los dos gigantes asiáticos desde 1975, al menos 20 soldados indios murieron anoche en un «violento enfrentamiento» con el ejército chino en la frontera entre ambos países.
Un militar indio en la región indicó que no hubo intercambio de disparos. «No se utilizó ningún arma de fuego. Hubo combates cuerpo a cuerpo violentos», dijo esta fuente que no quiso develar su identidad porque no está autorizada a hablar con la prensa.
«Durante el proceso de desescalada en curso en el valle de Galwan se produjo un enfrentamiento violento la pasada noche que causó víctimas de ambas partes», dijo hoy un vocero del ejército indio, lamentando la muerte de un oficial y de dos soldados por el lado indio.
Pero en una declaración posterior expresó que otras 17 tropas indias «resultaron gravemente heridas en el cumplimiento de su deber en el lugar de separación y expuestas a temperaturas bajo cero en terrenos de gran altitud [habían] sucumbido a sus heridas», según consignó el diario británico The Guardian.
El ejército puntualizó, a su vez, que «altos funcionarios militares de las dos partes se están reuniendo actualmente en el lugar para calmar la situación» y estaba «firmemente comprometido a proteger la integridad territorial y la soberanía de la nación».
Por su parte, el vocero chino de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, expresó que las tropas indias habían atravesado la frontera y «provocado y atacado a personal chino, lo cual desató un grave enfrentamiento». Y destacó: «China e India están de acuerdo en seguir resolviendo los problemas bilaterales a través del diálogo». «Pedimos de nuevo a India que controle a sus tropas en la frontera. No crucen la frontera, no causen problemas», advirtió Zhao Lijian.
Las tropas de las dos potencias nucleares están inmersas desde principios de mayo en varios enfrentamientos a lo largo de la frontera que tienen en común, de 3500 kilómetros, que nunca fue debidamente delimitada.
Miles de soldados de los dos países se encuentran desplegados con camiones blindados y artillería en la región de Ladakh, cerca de Tíbet. Llevan más de un mes separados por apenas unos cientos de metros, mientras oficiales militares y diplomáticos avanzan, aún sin éxito, en una serie de reuniones para tratar de resolver los vínculos entre los países.
Las autoridades indias dicen que soldados chinos cruzaron la frontera en Ladakh a principios de mayo por tres puntos distintos y colocaron carpas y puestos de guardia, ignorando las advertencias verbales de que se marcharan. Eso dio paso a discusiones, lanzamiento de piedras y peleas a puñetazos.
Sin embargo, ambas partes dicen que quieren resolver esta crisis «pacíficamente» por la vía diplomática. Tras las negociaciones entre generales de los dos ejércitos hace unos diez días, comenzó un proceso de desmilitarización en algunas zonas disputadas en Ladakh.
A principios de mayo los enfrentamientos a puñetazos, con piedras y palos opusieron a militares de ambos países en la región de Sikkim, al este de India. Las tropas chinas también avanzaron en zonas consideradas por India como situadas en su territorio en Ladakh, lo que llevo a Nueva Delhi a llevar refuerzos a la región.
Se cayó la careta
Los dos países se enfrentaron en una guerra relámpago en 1962. Desde entonces los enfrentamientos en zonas montañosas entre los ejércitos indio y chino se volvieron más frecuentes en los últimos años.
La de anoche es la primera confrontación entre los dos gigantes asiáticos desde 1975 en el que murieron soldados, aunque en 2017 hubo 72 días de enfrentamientos después de que fuerzas chinas avanzaran en la meseta disputada de Doklam, en la frontera entre China, India y Bután.
LA NACION
Agencia AFP y AP