Esto, tras aprobarse en general el proyecto que busca que los afiliados a las AFP puedan retirar el 10% de sus fondos de pensiones para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia de Covid-19.
La iniciativa buscaba que este nuevo fondo se financiaria «con aportes de los empleadores y del Estado, y cuyo objetivo será financiar, bajo criterio de progresividad, complementos de pensiones producto de los montos retirados» por los cotizantes.
Asimismo, buscaba que en el plazo de un año el Presidente de la República propusiera al Congreso la forma y financiamiento de este fondo, que sería administrado por una entidad pública y autónoma.
Muchos de los senadores que se abstuvieron y algunos de los que rechazaron argumentaron que, aunque la iniciativa iba en el sentido correcto, debía ser discutida en el marco de una reforma más profunda al actual sistema de pensiones.
El senador de Evópoli Felipe Kast rechazó la iniciativa argumentando que «el elemento permanente de este fondo da cuenta de lo que en realidad se está buscando, que es que a muchos de los trabajadores tengan que cobrarles el día de mañana un impuesto permanente». «Aquí va a venir una cobranza posterior a los mismos trabajadores», destacó.
Por su parte, el senador Carlos Montes (PS), quien se abstuvo, indicó que «tengo claro que este tema debe discutirse en un marco más permanente: Hay que discutir el marco más general dentro del cual se construye un fondo solidario».
El senador Juan Ignacio Latorre (RD), quien repuso el fondo en el Senado, indicó que la inciativa tenia «básicamente que ver con un mandado al Presidente de la República que envíe en un plazo de un año un proyecto» para crear el fondo, para «compensar las futuras pensiones de quienes retiren un porcentaje de su fondo hoy y también que las inversiones de este fondo (…) tenga criterios de inversión basados en el desarrollo sostenible».
Durante su intervención, el senador socialista Juan Pablo Letelier afirmó que este «es un debate muy imporante, pero corresponde más bien al debate del nuevo modelo que Chile necesita. Tiene que ver con un debate permanente y no vinculado a esta situación de excepción», explicó antes de abstenerse.
El PPD Guido Guirardi, aunque valoró el espíritu de la indicación, señaló que no es bueno «hacerle una cirugía plástica» al actual sistema de pensiones, sino que es necesario cambiar totalmente el modelo de las AFP.
Francisco Chahuán (RN) rechazó la iniciativa al indicar que «requiere recursos fiscales y además ser parte de iuna reforma mas integral».
Su par de la DC, Jorge Pizarro, indicó que «la prioridad absoluta en las próximas semanas para el Congreso y el gobierno debiera ser la discusión del tema de fondo, que es modificar el actual sistema». «Nos parece de que es el momento (…) de avanzar lo más rápido posible en un nuevo sistema de pensiones», agregó, tras lo cual votó en contra.
El senador Víctor Pérez (UDI) rechazó la iniciativa al indicar que «el fondo solidario es bastante raro, con todo lo que ha sido el discurso de este proyecto, puesto que habla de que es progresivo, por lo tanto no se les va a devolver a todos por igual. ¿Dónde quedó, por lo tanto, el sentido de universalidad?», se preguntó.
Alfonso de Urresti (PS) votó a favor del fondo «porque creo que es una señal (…) Uno dice vamos construyendo un pilar solidario, un sistema distinto que no solo se base en capitalización individual».
Por su parte, la DC Yasna Provoste, quien se mostró partidaria de la iniciativa, sostuvo que «esto no significa parchar un modelo fracasado, sino abrir una conversación de verdad» para modificar el actual sistema.
Isabel Allende (PS) calificó como bueno el propósito de la iniciativa, aunque se abstuvo al indicar que «no es en este proyecto donde debería tratarse», e insistió en la necesidad de hacer una «profunda reforma previsional» que avance hacia un sistema mixto y solidario.
El senador Juan Castro (RN) rechazó la norma al indicar que «solo va a enredar la entrega rápida de los recursois y va a dar pie para que el Pesidente pres enteun veto o lo lleve al Tribunal Constitucional».
En su intervención, Carolina Goic (DC) manifestó su rechazo a la propuesta al indicar que «no tenemos justificación para no avanzar con celeridad en la reforma al sistema de pensiones».
En tanto, el senador independiente Alejandro Guiller indicó que «en los términos que está planteada» la iniciativa «pone el debate».
Felipe Harboe (PPD) indicó que «a mi juicio esta norma adolece de un vicio de inconsticionalidad evidente y por tanto no estoy en condiciones de apoyarla».
Finalmene, el socalista José Miguel Insulza indicó que la norma propuesta es “valiosa”, pero “no corresponde a este proyecto”, por lo cual se abstuvo.
Con anterioridad, la sala del Senado aprobó por 29 votos a favor y 14 en contra la indicación emanada de la Comisión de Constitución que expresa el carácter “intangible” del 10% de los fondos de pensiones al que tendrán acceso los afiliados a las AFP, con evitar que estos sean objeto de retenciones por parte de las instituciones financieras.
La iniciativa indica que “los fondos retirados se considerarán extraordinariamente intangibles para todo efecto legal, y no serán objeto de retención, descuento, compensación legal o contractual, embargo o cualquier forma de afectación judicial o administrativa, ni podrá rebajarse del monto ya decretado de la compensación económica en el juicio de divorcio, sin perjuicio de las deudas originadas por obligaciones alimentarias”.
Asimismo, la Cámara Alta visó con las mismos votos la indicación que señala que los fondos entregados no serán objeto de impuestos.
El texto señala que “los fondos retirados a los cuales hace referencia la presente disposición transitoria no constituirán renta o remuneración para ningún efecto legal y en consencuencia serán pagados en forma íntegra y no estarán afecto a comisiones o descuento alguno por parte de las AFP”.
Luego, los senadores votaron en bloque las indicaciones que incluyen el plazo de 365 días para solicitar el beneficio, el que se pagará en dos cuotas de de hasta 75 UF. También sostienen que las transferencias no tendrán costo para los afiliados y que estos retiros serán compatibles con otras ayudas del gobierno en el marco de la pandemia de Covid-19.
Fueron aprobados por 29 votos a favor y 14 en contra.
Más tarde, se rechazó por 24 votos en contra y 18 a favor la indicación que sostenía que los fondos de los afiliados al sistema de pensiones son inembargables e inexpropiables.
El texto indica que “los fondos previsionales de los afiliados del sistema de pensiones regido por el decreto ley N° 3.500 de 1980, ahorrados tanto en forma obligatoria como voluntaria, serán inembargables e inexpropiables. La Constitución asegura a todos los chilenos la propiedad individual sobre sus fondos previsionales ahorrados y ninguna ley o decreto podrá privarlos de ellos bajo ningún respecto2.