En 2005 empezó una historia legendaria que incluye nombres como Federer, Djokovic, Borg, Sampras, Vilas, Toni Nadal…
Nadie nunca ha ganado trece veces un Grand Slam. Nadie nunca ha ganado las trece finales que ha disputado de un Major. Nadie nunca ha dominado la tierra batida como Nadal en la historia del tenis. Nadie nunca ha mostrado un nivel tan extraordinario en cualquier superficie y durante tanto tiempo. El palmarés de Rafa en París incluye 100 victorias y trece Copas de los Mosqueteros. Todo empezó en 2005, en la primera vez que jugaba en la capital francesa. Aquella primavera ganó el Masters 1.000 de Montecarlo, el Godó y el Masters 1.000 de Roma. Luego llegó París…
2005, adolescente campeón
A diferencia de muchos otras estrellas de la ATP, Nadal llegó a París sin haber jugado nunca antes en el Bosque de Bolonia. Nada de participaciones en el torneo junior. Se estrenó en la pista 1 ante Lars Burgsmuller y el alemán siempre podrá presumir de ser la primera víctima de Rafa en la arcilla roja de Roland Garros. Nadal se impuso por 6-1, 7-6 y 6-1. Luego empezaron a caer víctimas ilustres: Malisse, Gasquet, Grosjean, Ferrer y Federer en semifinales. La final ante el argentino Mariano Puerta la resolvió en cuatro sets (6-7, 6-3, 6-1 y 7-5) después de que los nervios le hicieran ceder la primera manga en el tie break.
2006, Monopolio terrícola
Llegó a París dominando la gira europea y con un registro que batir. Si superaba al sueco Robin Soderling en primera ronda (uno de los dos jugadores que pueden presumir de haberle derrotado junto a Novak Djokovic) acumulaba la 54 victoria seguida en tierra batida. El récord de Vilas quedaría atrás. Y vaya si quedó. Después del sueco cayeron Kim, Mathieu, Hewitt, Djokovic, Ljubicic y la primera final ante Federer (1-6, 6-1, 6-4 y 7-6). El suizo descubrió la que sería su pesadilla en tierra batida durante toda su carrera.
2007, víctimas ilustres
Con 21 años llegaba a París como favorito indiscutible y su trayectoria en el torneo fue de una contundencia tal que sólo cedido un set. Fue en una nueva final ante Federer. El listado de víctimas está plagado de nombres sonoros. Arrancó ante Del Potro, se paseó ante Cipolla y Montañés. En cuarta ronda le sufrió Hewitt. La víctima en cuartos fue su actual entrenador Carlos Moyá, que sólo pudo sumar siete juegos. Luego llegaron Djokovic y el suizo (6-3, 4-6, 6-3 y 6-4). Nadie con 21 años había ganado tres títulos en París.
2008, el año perfecto
Fue el año de las masacres en la Philippe Chatrier. Cuarto título seguido con lo que igualó el registro histórico de Bjorn Borg. No cedió un solo set. El brasileño Bellucci le arrancó cinco juegos en el primer set del torneo. Después sólo Djokovic fue capaz de llevarle hasta un tie break. ¿Lo demás? Roscos, sets cediendo un solo juego, 21-0 en sets. Nunca se ha llevado el título con tanta autoridad. Bellucci, Devilder, Niemninen, Verdasco, Almagro, Djokovic y Federer. Al suizo, en la tercera final entre ambos, le regaló un rosco y sólo perdió cuatro juegos. No llegó a las 15 horas en pista.
2010, adiós a los fantasmas
Los problemas físicos provocaron que Rafa sufriera en 2009 su primera derrota en París. Fue en los octavos de final ante Robin Soderling. En plenitud física y aparcados los problemas familiares entre sus padres, Nadal volvió a levantar la Copa de los Mosqueteros dos años después. Y lo hizo sin ceder un solo set. Mina, Zeballos, Hewitt, Bellucci, Almagro, Melzer y Soderling (6-4, 6-2 y 6-4) comprobaron que el mejor jugador de la historia sobre arcilla estaba de vuelta.
2011, hola Borg
Los seis títulos del sueco dejaron de ser un imposible bastante antes. Rafa dominaba la tierra batida con una autoridad con la que nadie mandaba en cualquier otra superficie y si las lesiones le respetaban… La media docena de títulos en París llegó hace nueve años. Isner logró forzarle hasta el quinto set en la primera ronda. Andújar, Veic, Ljubicic, Soderling y Murray cayeron en tres sets. En la final volvió a aparecerFederer y acabó igual que las tres anteriores, aunque los tres primeros sets fueron muy equilibrados (7-5, 7-6, 5-7 y 6-1).
2012, el lunes también vale
La pista estaba en una situación relativamente parecida a la de este año. Estaba pesada, había llovido y Djokovic le estaba haciendo incómoda la final. Cuando comenzó a llover en el cuarto set, Nadal y su entorno vieron la luz. El partido se reanudó el lunes y la historia cambió. Rafa se impuso al serbio en la primera final entre ambos en cuatro sets (6-4, 6-3, 2-6 y 7-5). Antes habían caído Bolelli, Istomin, Schwank, Mónaco, Almagro y Ferrer.
2013, el octavo después del partido del año
La semifinal de 2013 ante Novak Djokovic fue elegida por la ATP como el partido del año. Fue el encuentro más exigente al que se ha enfrentado Nadal en París… hasta la final de mañana. Rafa derrotó a Nole por 6-4, 3-6, 6-1, 6-7 y 9-7. Ahí ganó la octava Copa de los Mosqueteros porque Ferrer no fue rival en la final (6-3, 6-2 y 6-3). Nadie había ganado ocho Grandes entonces. Ante Brands, Klizan, Fognini, Nishikori, Wawrinka, Djokovic y Ferrer, Rafa olvidó sus problemas físicos.
2014, cazado Sampras
Rafa dejó París con 14 Grand Slams, igualó a Pete Sampras y ya sólo tenía por delante a Roger Federer. Superó a Ginepri, un joven Thiem, Mayer, Lajovic, Ferrer, Murray y una nueva final con Djokovic. Se impuso al serbio por 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4. Fue la última victoria de Rafa ante el serbio en París. Al año siguiente se cruzaron en cuartos y llegó la segunda derrota en París a manos del de Belgrado.
2017, tres años de espera
Las dudas de 2015 pasaron a la historia. La lesión en la muñeca de 2016, antes de medirse a Granollers, también. Carlos Moyá llegó al clan Nadal en la Navidad anterior y en esa edición compartieron palco el tío Toni y Charly como técnicos. El nivel de Rafa fue escandaloso. No perdió un set, cedió 21 juegos, sí 21 en siete partidos, y estuvo poco más de doce horas en pista. Fue una trituradora y el título, además, se lo entregó su tío. Inolvidable un torneo en el que se deshizo de Paire, Haase, Basilashvili, Bautista, Carreño, Thiem y Wawrinka (6-2, 6-3 y 6-1 en la final).ç
2018, inalcanzable
Se nota el trabajo con Moyá. Ha mejorado el segundo saque, Rafa es más agresivo, no maltrata su físico y se topa en la final con el que muchos consideran su heredero en tierra batida, Dominic Thiem. Sólo Schwartzman -su rival en la reciente semifinal- fue capaz de arrebatarle un set. Cayeron Bolelli, Pella, Gasquet, Marterer, Schwartzman, Del Potro y Thiem.
2019, una docena
Sólo Margaret Court estaba a la altura de Rafa con sus once títulos en Australia. Nadie más en la historia ha ganado once veces el mismo Grand Slam. Hasta que Rafa lo hizo el año pasado en París. La final volvió a ser ante Thiem (6-3, 5-7, 6-1 y 6-1) y en semifinales se reencontró con Federer ocho años después. Antes cayeron Hanfmann, Maden, Goffin, Londero y Nishikori.
2020, el 12+1
En el Roland Garros más extraño, Rafa volvió a levantar la Copa de los Mosqueteros. En otoño, con frío, con las pelotas Wilson más pesadas y que picaban menos… a todo supo adaptarse Nadal para derrotar en la final a Novak Djokovic. El español llegó como nunca a París. Tres partidos jugados en Roma en la temporada de la pandemia. Los cuatro primeros rivales sirvieron de rodaje. Dio un paso al frente en cuartos ante Sinner y otro más en semifinales ante Schwartman. Lo de la final ante Djokovic fue la locura.
Mariano Ruiz Diez | MADRID