La jornada en la que el Congreso debía certificar la victoria del demócrata Joe Biden en los comicios de noviembre se convirtió en un día de caos y violencia en el que se tuvo que interrumpir el proceso que normalmente marca el final del ciclo electoral.
Seguidores del presidente Donald Trump irrumpieron este miércoles en el Capitolio (la sede del Congreso estadounidense en Washington DC) mientras se llevaba a cabo el proceso de certificación de los votos de las elecciones del pasado 3 de noviembre.
El asalto al edificio se prolongó durante horas y dejó al menos una víctima mortal, una mujer que recibió un disparo en el pecho cuya identidad no se hizo pública.
La policía metropolitana de Washington DC comunicó que hizo 13 arrestos y requisó cinco armas de fuego.
Los insólitos hechos despertaron reacciones de rechazo dentro y fuera de Estados Unidos.
Trump pidió a sus partidarios que se retiraran a sus casas, aunque insistió en sus acusaciones infundadas de fraude electoral.
Por su parte, el presidente electo Biden les exigió a los causantes de los disturbios que se retiraran de inmediato y permitieran el funcionamiento de la democracia.
Marcha hacia el Capitolio
Luego de un mitin masivo frente a la Casa Blanca en el que también participó Donald Trump, cientos de manifestantes marcharon hacia el Capitolio para denunciar lo que consideran un fraude electoral del que no hay pruebas.
Tras enfrentarse a la policía en las afueras del edificio, algunos lograron entrar en el recinto, lo que llevó a suspender las sesiones de los legisladores y bloquear los accesos a los salones del Senado y la Cámara de Representantes.
Las dos cámaras del Congreso comenzaban en ese momento una sesión conjunta para certificar los votos emitidos por el Colegio Electoral el pasado 14 de diciembre, que proclamaron a Biden presidente electo.
El evento, que suele ser una mera ceremonia, había generado gran expectación este año, no solo por la negativa de Trump a aceptar su derrota, sino por la determinación de algunos legisladores republicanos a bloquear el proceso.
Desalojo del hemiciclo
Mientras las fuerzas del orden intentaban controlar la situación, los legisladores se refugiaron en sus despachos y el vicepresidente Mike Pence, que presidía la sesión de certificación, fue trasladado a un lugar seguro.
Videos publicados por periodistas en redes sociales mostraron enfrentamientos entre guardias y manifestantes en los salones del Capitolio.
En imágenes difundidas en internet se podía ver a los extremistas partidarios del presidente en el interior del hemiciclo del Senado.
La alcaldesa de Washington DC anunció un toque de queda que entró en vigor alas 18:00 hora local (23:00 GMT).
Cuál fue la reacción de Trump
En un principio, el presidente Trump hizo sendos llamados a la paz a través de Twitter.
«Por favor, apoyen a nuestra policía del Capitolio y a las fuerzas del orden. Realmente están del lado de nuestro país. ¡Mantengan la paz!», escribió.
Minutos después insistió en su llamado al respeto de la ley, pero surgieron voces que le pidieron una condena más firme o incluso que compareciera desde la Casa Blanca.
Finalmente compartió un video en la misma red social en la que pidió a los manifestantes que se marcharan a casa, no sin antes insistir en su idea de que las elecciones fueron «un robo».
«Conozco su dolor. Sé que sufren», se le oye decir. «Pero se tienen que ir a casa ahora».
«Debemos tener paz. Debemos tener ley y orden. Esto fue una elección fraudulenta, pero no podemos hacerles el juego. Tenemos que tener paz».
Poco después de que la policía lograra recuperar el control del Capitolio, Trump compartió un nuevo tuit en el que se dirigía a sus seguidores como «grandes patriotas» y abundaba una vez en su falsa teoría de que les elecciones le fueron robadas, lo que le valió que Twitter le bloqueara la cuenta por 12 horas.
Antes de que la situación se tornara violenta, durante su discurso de la mañana, Trump había arremetido contra los medios y contra las grandes empresas tecnológicas.
«Nunca concederemos, nunca aceptaremos la derrota», subrayó desafiante ante una multitud que gritaba «¡luchemos por Trump!».
El rechazo de Biden y otras figuras
El presidente electo Joe Biden también se expresó públicamente sobre los graves sucesos.
«En este momento, nuestra democracia está bajo un asalto sin precedentes, como no habíamos visto en tiempos modernos», dijo Biden con vehemencia en una intervención televisada.
«Un asalto a una ciudad de libertad, el Capitolio en sí mismo. Un asalto a los representantes de la gente, a la policía del Capitolio, a los servidores públicos (…). No es una protesta, es una insurrección«, enfatizó.
Por su parte, el vicepresidente Pence exigió el fin de la violencia con este mensaje: «La violencia y la destrucción que están ocurriendo en el Capitolio de EE.UU, Deben Parar y Deben Parar ahora. Cualquiera de los involucrados deben respetar a los agentes de la ley e inmediatamente abandonar el edificio».
Pence añadió que los responsables de actos delictivos serán llevados ante la justicia.
Desde filas demócratas y republicanas se exigió igualmente el fin de la violencia y hubo voces que reclamaron la puesta en marcha de un proceso de impeachmentpara sacar a Trump del poder.
Numerosos líderes extranjeros hicieron llegar también mensajes de preocupación y solidaridad y el Departamento de Defensa estadounidense garantizó el respeto de la institución a la Constitución y la democracia.
«Hablamos con el vicepresidente, con la líder de la Cámara, Nancy Pelosi, el líder del Senado, Mtich McConnell, el senador Schumer y el congresista Hover sobre la situación en el Capitolio», escribió en un comunicado el secretario interino de Defensa, Christopher Miller.
«Hemos activado completamente la Guardia Nacional para ayudar a las fuerzas de seguridad federales y locales mientras lidian pacíficamente con la situación. Estamos preparados para ofrecer apoyo adicional si fuera necesario y adecuado conforme nos pidan las autoridades locales. Nuestro personal hizo un juramento de defender la Constitución y nuestra forma de gobierno democrático y actuarán acordemente», añadió.
Reinicio de la sesión del Congreso
La sesión interrumpida por los violentos sucesos se reanudó a última hora del miércoles, con los legisladores dispuestos a llevar a cabo la certificación del resultado de las elecciones de noviembre.
Dirigiéndose hacia sus colegas en el Senado, el republicano Ben Sasse responsabilizó a Trump de los disturbios del día.
«Esta violencia fue el resultado feo e inevitable de la adicción del presidente a avivar la división constantemente», denunció.
BBC