Las mujeres que lideran la prevención y combate de incendios rurales en el país

Angeline, Silvia, Jessica y Aída, no solo tienen en común el género, las cuatro se han ganado su espacio en el mundo forestal y su ejemplo busca motivar a nuevas generaciones de mujeres a sumarse a las distintas oportunidades que ofrece la actividad forestal.

En plena temporada de incendios forestales en el país, pocos saben que detrás del combate del fuego y las estrategias de prevención, hay cuatro mujeres que destacan desde sus distintos puestos de trabajo, liderando equipos, combatiendo el fuego desde el aire o diseñando estrategias de prevención, con el único objetivo común de proteger la vida las personas, poblados y viviendas y los bosques con toda su flora y fauna. Trabajo que muchas veces implica mucho liderazgo y valentía para sortear situaciones de emergencia complejas.

Uno de los rostros emblemáticos de la lucha contra el fuego es la ingeniero forestal Aída Baldini Urrutia, gerente de Protección contra Incendios Forestales de Conaf, labor de alta exigencia que implica coordinar recursos técnicos y humanos a lo largo de todo el país, planificar y supervisar todo el trabajo antes, durante y después de la emergencia.

Con 35 años trabajando en el sector forestal en distintos ámbitos, considera que “este es uno de los mayores desafíos que ha debido enfrentar, ya que “preparar una temporada, significa abordar temas de toda índole, desde técnicos a sociales, como económicos”, comenta.

Sobre los desafíos de la mujer en este ámbito laboral, considera que “lo rico de ser forestal es la diversidad de áreas en que uno se puede desempeñar y el contacto con la naturaleza y la gente. Mi experiencia es que se va ascendiendo y te van reconociendo en la medida que vas cumpliendo y aportando. Nunca pensé ser gerente de incendios forestales. Es una responsabilidad muy grande y a veces muy ingrata, porque se puede hacer todo bien e igual quemarse todo. Pero produce una enorme satisfacción proteger el entorno, las personas y los bosques”, manifiesta.

Jéssica Alarcón LLauca es la vigía del aire. Lleva siete años enfrentando las emergencias al mando de una aeronave. Se reconoce como una apasionada por su trabajo, el cual consta en  pilotar helicópteros en el combate de los incendios forestales, una labor compleja y necesaria en cada temporada. Asegura, que “lo que más valoro de este trabajo es poder desarrollar una actividad que realmente me apasiona y en la que además aporto al cuidado de los bosques”.

Para Jessica es importante que las mujeres ingresen a este  rubro de la mano de oportunidades concretas en el mundo privado, ya que “depende mucho el área en el cual se quieran incorporar. En mi caso como piloto, buscaría las formas de hacer más accesible la posibilidad de convertirse en piloto, ya que en la actualidad un alto porcentaje son ex FFAA”.

Una mirada similar tiene Angeline Castillo Orellana, quien se desempeña como  Jefe de Prevención de Incendios de la empresa Arauco y lleva 20 años en el sector. Fue la primera mujer en ser jefa de control de incendios de la compañía. Es una apasionada por su labor y está convencida que el combate de la emergencia implica no sólo controlar el fuego en sí, sino que debe ir aparejado de estrategias permanentes de prevención social, “sólo así se logra bajar la ocurrencia y la gestión del combustible para disminuir el daño”, explica.

Angeline encontró en el sector forestal la oportunidad de mezclar sus intereses: matemáticas, ingeniería, biología y vida vegetal. “Valoro el desafío que representa y lo mucho que tiene que ver con el comportamiento humano y el establecer nuevas formas de gestionar la prevención. Para incorporar más mujeres, hay que promover el buen desempeño de las que ya están inmersas en este rubro”, comenta.

La ingeniera de ejecución forestal Silvia Hormazabal Gutiérrez lleva 24 años en el sector y hoy es Jefa de Protección de Incendios de la empresa Comaco, y junto con Angeline integran el Depto. de Prevención de Incendios de Corma. Para ella ser forestal fue su opción de siempre, porque se crió jugando con la tierra y trepando árboles, “cuándo me preguntaron qué quería estudiar, ni siquiera lo había pensado o me lo había cuestionado, pero tenía claro que era algo relacionado con el área forestal”.

Basada en su experiencia, estima que todavía existen barreras que impiden una mayor participación femenina en el sector, “y ser mujer no es impedimento para ejercer ninguna labor o trabajo”, subraya.  “Las mujeres hemos demostrado que tenemos un espacio en el sector forestal y que podemos desempeñarnos en cualquier área con nuestras capacidades, responsabilidad y prolijidad. Por eso es importante visibilizar el trabajo de las mujeres en el mundo forestal, y que esto sirva de ejemplo para quienes todavía piensan que es un rubro sólo de hombres”, señala.

Se estima que las mujeres representan entre un 5%-10% de la participación laboral en la actividad forestal y maderera. Incrementar esta participación es uno de los desafíos prioritarios que se ha planteado la Corporación Chilena de la Madera -Corma- gremio que reúne a cerca de 180 pequeños, medianos y grandes productores de bosque, madera y celulosa

La iniciativa “+MujeresForestales” busca no solo visibilizar el aporte de la mujer en esta actividad, sino también impulsar buenas prácticas que motiven a que cada vez haya más mujeres en distintas posiciones tanto en directorios, como en la parte gerencial y administrativa y, por supuesto, en terreno, en los bosques, aserraderos y plantas industriales, donde está el corazón de la actividad y donde mujeres como Aída, Angeline, Silvia y Jessica son una prueba evidente que existen las capacidades, talento y competencias para asumir cualquier rol.

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