Investigador de la Universidad de Atacama realizó valioso hallazgo científico en el remoto Kirguistán

En un virtual Paraíso Paleontológico del Asia Central, el Dr. Philippe Moisán descubrió raíces fósiles de conífera con nódulos radiculares de hace 237 millones de años.

Pertenecía a la ex Unión Soviética y de acuerdo a la información que la Oficina de Información Diplomática española pone a disposición del público: “La República Kirguisa (Kirguistán) es un país montañoso sin salida al mar, que tiene frontera con la República Popular China al este (1.063 km), Kazajstán al norte (1.212 km), Tayikistán al sur (934 km) y Uzbekistán al oeste (1.314 km). Su capital es Bishkek”. Es en este remoto lugar en donde el académico del Departamento de Química de la Universidad de Atacama (UDA), Dr. Philippe  Moisan realizó este relevante descubrimiento científico.

Si bien la última expedición fue realizada el 2009, un reciente estudio publicado en la revista de paleontología Geobios, liderada por el Dr. Moisan, académico y paleobotánico de la de la Facultad de Ciencias Naturales de la UDA, reportó el hallazgo de raíces fósiles de una posible conífera con nódulos radiculares, preservadas como adpresiones.

En la actualidad, la mayoría de las plantas terrestres forman asociaciones simbióticas con ciertos hongos que habitan en sus raíces (micorrizas), en la cual el hongo entrega nutrientes a la planta y a su vez el hongo recibe carbono de la planta.

Algunas angiospermas (plantas con flores) y representantes de las familias de coníferas Araucariaceae, Podocarpaceae y Sciadopityaceae han desarrollado estructuras especializadas en sus raíces para hospedar estos hongos, los llamados nódulos radiculares.

El registro fósil de estas estructuras es extremadamente escaso y raro, y su registro más antiguo proviene de fragmentos de raíces fósiles permineralizadas del Triásico Medio-Superior (240 millones de años) de Antártica.

“Este descubrimiento representa el registro fósil más antiguo de nódulos radiculares para el Hemisferio Norte y es cerca de 3 millones de años más reciente que el hallazgo en Antártica. Los fósiles provienen de la Formación Madygen en el sudoeste de Kirguistán en Asia Central, datada con circones en 237 millones de años, es decir en el límite del Triásico Medio a Tardío”, explicó el Dr. Moisan.

El académico detalló que “este descubrimiento indica que las asociaciones mutualistas entre los nódulos radiculares en coníferas y hongos micorrízicos se remontan al Mesozoico temprano, y este fue el tiempo en que varias familias de coníferas modernas aparecen por primera vez en el registro fósil. El hallazgo de los nódulos radiculares en Madygen, como también de los coetáneos de Antártica, indica que esta forma especializada de simbiosis micorrízica tiene un origen remoto a inicios del Mesozoico, y al parecer también sincrónico con el origen y diversificación de las coníferas modernas en ambos hemisferios”.

EXPEDICIÓN

El profesor Moisan comentó acerca del viaje que permitió el descubrimiento que “cada expedición por la complejidad de los trámites, coordinación, llegada al lugar; no dura menos de 4 semanas y hasta 3 meses de permanencia. La gran mayoría de los participantes eran geólogos y paleontólogos alemanes, algunos rusos y kirguizos y también un chileno”.

El académico comentó además las dificultades que representa realizar una investigación en este lejano y poco conocido país: “bastante complejo el ingreso porque al ser este un país de la ex U.R.S.S. los trámites eran complejos y largos para entrar al país como investigadores y trabajar ahí. Toda una aventura. Con mis permisos y visa siempre había algunos problemas o malentendidos, porque las autoridades de Kirguistán muchas veces no sabían donde estaba Chile o por que un chileno llegaba allí”.

PARAÍSO PALEONTOLÓGICO EN ASIA CENTRAL

La localidad fosilífera de Madygen, es considerada un paraíso para los descubrimientos paleontológicos y representa una de las biotas más diversas y representativas del periodo Triásico. De la Formación Madygen se han colectado alrededor de 30 mil fósiles, 20 mil de ellos corresponden a restos de insectos, siendo la colección más numerosa de insectos fósiles del mundo, como también una diversa y rica flora fósil, peces, tiburones de agua dulce, anfibios, invertebrados acuáticos y los enigmáticos reptiles Longisquama y Sharovipteryx, entre otros. Convirtiéndose así en uno de los ecosistemas fósiles mejor preservados y espectaculares del Mesozoico.

El Dr. Moisan realizó su tesis de doctorado en la Universidad de Münster en Alemania sobre la flora fósil de esta localidad, participando en varias expediciones de larga duración y realizando varios descubrimientos de interés geológico y paleontológico en conjunto con un equipo multidisciplinario de investigadores de diversas nacionalidades.

El científico mencionó que “Madygen representa una de las Lagerstätten (yacimiento paleontológico con una gran riqueza de fósiles y con excepcional estado de preservación) más importantes del Mesozoico a nivel mundial. Los descubrimientos paleontológicos son aquí constantes. De hecho sobre la Formación Madygen sobreyacen otras cuatro formaciones geológicas de origen continental que abarcan hasta el Jurásico Medio, con abundante flora e insectos fósiles, por lo que se pretende en el futuro cercano continuar con los estudios paleontológicos y realizar nuevas expediciones a este maravilloso lugar; que si bien resulta un privilegio trabajar en aquel remoto lugar, muy distante de cualquier centro urbano y en un país con una cultura y lenguaje muy diferente; no está exento de peligros ya que habitan en el lugar cobras y escorpiones venenosos, en el verano cuando se realizan las expediciones las temperaturas sobrepasan los 40ºC, además de conflictos bélicos, como el último acontecido el año 2010. Actualmente se está trabajando para que el área de Madygen sea establecida como un Geoparque mundial de la Unesco, por su importancia geológica y paleontológica”.

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