Cerca de 3.600 jardines infantiles que reciben aportes del Estado participaron del Diagnóstico Integral de Desempeño (DID), desarrollado por la Agencia de Calidad de la Educación. En la región de Atacama, 81 centros educativos realizaron el proceso. A partir de esa evaluación, se priorizará a los que necesitan más apoyo.
Este año la Educación Parvularia ingresó formalmente al Sistema de Aseguramiento de la Calidad, a través de la aplicación del Diagnóstico Integral de Desempeño DID, proceso en el que participaron cerca de 3.600 jardines infantiles que reciben aportes del Estado. En la región de Atacama, 81 centros educativos realizaron el proceso.
Esta evaluación desarrollada por la Agencia de Calidad de la Educación les permitió analizar y recoger información sobre su desempeño en el actual contexto, y cada jardín infantil recibió de manera inmediata sus reportes de resultados. Además, por primera vez las familias recibirán un informe sobre el desempeño del centro educativo a cual acude su hijo o hija.
El Diagnóstico Integral de Desempeño es el primer paso para contribuir al aseguramiento de la calidad en el nivel parvulario. A partir de estos datos, durante mayo la Agencia de Calidad priorizará a los centros educativos que necesitan más apoyo y comenzará a visitarlos en junio, entregándoles una asesoría focalizada, según las debilidades detectadas para que puedan mejorar.
Tanto este proceso como el diagnóstico se adaptan al escenario pandémico, ya que ambos se realizan en formato remoto o presencial. “El año pasado la Agencia de Calidad adaptó todas sus funciones a un formato mixto para seguir llegando y contribuyendo con los centros educativos, independiente del contexto. Si las condiciones lo permiten, los jardines infantiles serán visitados por nuestros profesionales en los establecimientos, y en los casos donde no exista prespecialidad el proceso se hará de manera remota”, explica Daniel Rodríguez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad.
Familias también evaluaron
El Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DID) involucró a toda la comunidad educativa: el equipo directivo y pedagógico respondieron cada uno un instrumento específico según su quehacer, las familias respondieron un cuestionario y los niños y niñas realizaron una actividad optativa para valorar su jardín infantil.
“Sabemos que el involucramiento de la familia es un fuerte predictor del desempeño académico futuro, por un lado, y que mantener el vínculo entre los centros educativos y las familias, especialmente en el contexto de pandemia, es fundamental para asegurar los aprendizajes de los niños. A través de este diagnóstico, podremos conocer la opinión y experiencia de las familias sobre el jardín infantil al que asiste su hijo, lo que aportará información muy valiosa para implementar mejoras contextualizadas”, agrega el secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad.