Si la centroderecha chilena sueña con una opción presidencial en las venideras elecciones de noviembre próximo, eligió la carta adecuada para ilusionarse, porque el abogado Sebastián Sichel Ramírez representa definitivamente la renovación del sector. Con su liderazgo como abanderado, atrás quedaron los nombres ligados directamente al gobierno de Augusto Pinochet y todos los “coroneles” que surgieron al amparo de la empoderada Secretaría de la Juventud de aquellos años, cuna política de los entonces jóvenes que acudieron al ritual por la Patria con el General en el cerro Chacarillas en 1977 y que, hasta el día de hoy, la izquierda les ha enrostrado a ese grupo de derechistas que logró enquistarse en la política nacional. Ese grupo, hoy pasó al baúl de los recuerdos.
Por lo tanto, la elección de Joaquín Lavín habría significado la sepultura anticipada de la más mínima opción de triunfar en las urnas en noviembre, porque el alcalde de Las Condes representa al político añejo, tradicional y desgastado; pero, por sobre todo, un hombre ligado directamente al gobierno de Pinochet, que es lo que hoy pretenden dejar atrás no solo los partidarios del centro-centro, sino que hasta las mismas nuevas generaciones de la derecha renovada que está a favor del matrimonio igualitario y el aborto, entre otras razones.
En campaña, la izquierda se habría hecho un festín con Lavín sacándole trapitos al sol sobre su pasado pinochetista y, con solo eso, sin siquiera molestarse en revisar su programa de gobierno, muchos habrían desistido de darle su voto para presidente. Por eso es que Sichel representa los sueños con los pies en la tierra de Chile Vamos para seguir pensando en gobernar a partir del próximo año, cuando asuma el sucesor de Sebastián Piñera. Al menos, tener la posibilidad de pasar la primera ronda ya es un triunfo para la centroderecha en estos marcados tiempos de izquierda.
¿Qué podrían sacarle a relucir los izquierdistas a Sichel?. Acaso que creció políticamente en la Democracia Cristiana admirando al Presidente Aylwin y que es muy cercano a su hija Mariana, quien lo llevó a inscribirse en la falange en 2003, cuando era un joven de 25 años. Por lo tanto, relación con el pasado pinochetista, simplemente NINGUNO, como para que la izquierda pretenda bajarlo de golpe y porrazo, como lo ha hecho con los últimos presidenciales de derecha.
Además, Sichel es un hombre joven (nacido el 30 de julio de 1977), enmarcado en la tónica de los nuevos tiempos políticos: candidatos que bordeen los 40 años, con una mirada renovada del Chile del siglo XXI y, por sobre todo, sin ataduras con el pasado que estigmatiza al sector.
De este modo, Sichel no solo podría capturar votos de su propia coalición, sino también de los desencantados demócrata cristianos e independientes de centro centro que vean con ojos de espanto el radicalismo de izquierda que podría llegar a mostrar Boric si lo abdujera el Partido Comunista y los radicalizados integrantes de la Lista del Pueblo.
Pocos recuerdan que Sichel estuvo a punto de ser candidato presidencial en 2014 por el partido Ciudadanos, hasta que en noviembre de 2017 decidió apoyar públicamente a Sebastián Piñera, distanciándose de Andrés Velasco, líder de ese movimiento político. El electo presidente lo honró con la designaciónde vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Tras la crisis vivida en Ciudadanos durante la elección de su directiva, Sichel renunció al partido y fue uno de los fundadores del movimiento político «Libres» en marzo de 2019, encabezado por ex militantes del partido liderado por Andrés Velasco.
Antes, en 2009, lo nominó como candidato a diputado por el distrito de La Reina y Peñalolén, siendo apoyado por Claudio Orrego. En esa época aún usaba su apellido Iglesias que se cambió cuando cumplió 30 años. No logró ser electo.
El 13 de junio de 2019 asumió como ministro de Desarrollo Social y Familia, tras el cambio de gabinete anunciado por el presidente Sebastián Piñera, manteniéndose en el cargo hasta el 4 de junio de 2020, cuando fue reasignado como presidente del BancoEstado, en cuyo cargo se mantuvo hasta diciembre del mismo año 2020
Como se aprecia, los nuevos aires también están entrando en la centroderecha y, a diferencia de la imagen que pudimos ver en la sede de Apruebo Dignidad la noche del 18 de julio, tras la imagen de Sichel aparecieron en persona y sin dilación los demás candidatos del pacto ChileVamos, comprometiendo realmente su apoyo al triunfador para las elecciones de noviembre venidero.
Por equipo Tierramarillano Chile