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Abuso e inoperancia: Cuba controla la calle pero no los contagios de coronavirus

julio 21, 2021
6:32 am

El país comunista presenta la mayor tasa de contagios de coronavirus de América

Cuba sufre los efectos de dos pandemias: la provocada por la covid y la de las protestas sociales. El régimen de Miguel Díaz-Canel ha demostrado que sabe contener la segunda, pero no la primera. El coronavirus campa a sus anchas en la isla, que presenta nueve veces más de casos positivos que el promedio mundial y más que cualquier otro país de América. Medios estatales han divulgado imágenes inusuales de pacientes en camas en pasillos y médicos quejándose de falta de oxígeno, respiradores y medicamentos. El régimen castrista y los cubanos viven esta crisis epidemiológica como un rotundo fracaso dado que Cuba es un país en el que la atención médica es supuestamente gratuita se considera uno de los pilares de la de la revolución castrista.En este contexto, los cubanos enfrentan estos días un tercer rebrote severo, en medio de la escasez de medicamentos y alimentos, que encendieron la llama de la agitación social contra el Gobierno comunista. Debido a la gravedad de la situación, la isla recibirá medicamentos y material sanitario donados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). La OPS enviará un cargamento de 12 toneladas, conformado por medicinas, test de laboratorios y protectores faciales, entre otros materiales. La Celac, por su parte, ofreció una donación de 800.000 jeringuillas para la vacunación contra la covid-19.

Cuba –en donde poco más de 2 millones de los 11,2 millones de habitantes han recibido una dosis de los candidatos vacunales– lidera actualmente una estrategia de intervención sanitaria con susfórmulas Abdala y Soberana 02, las más avanzadas de las 5 que desarrollan sus instituciones científicas para prevenir la covid.

En las últimas 24 horas Cuba ha registrado 6.505 nuevos pacientes de covid-19 y 61 fallecidos para un acumulado de 288.392 diagnósticos positivos y 1.966 muertes desde que registró los primeros casos de la enfermedad en marzo de 2020, según refiere este lunes el parte del Ministerio de Salud Pública (Minsap). La oposición asegura que las cifras están manipuladas y que en realidad la cifra de muertos y enfermos es mucho mayor. En lo que va de julio se han confirmado 94.447 infecciones del coronavirus y 664 muertos en la isla, las cifras más elevadas para un mes.

La crisis sanitaria, especialmente en Matanzas -actual epicentro de la pandemia cubana- fue uno de los detonantes de las masivas manifestaciones antigubernamentales que movilizaron a miles de personas hace una semana en Cuba. En los hospitales y centros de aislamiento del país caribeño se encuentran internadas 59.434 personas, de ellas 34.575 pacientes activos (143 en estado crítico y 164 graves), otras 19.172 son sospechosas de estar infectadas y 5.687 permanecen en vigilancia.

Las vacunas Abdala y Soberana

En las regiones de riesgo, incluida la capital, se realiza un estudio de intervención sanitaria con Abdala y Soberana 02, las dos fórmulas más avanzadas de las cinco que desarrolla Cuba contra el coronavirus. La primera de ellas, que mostró una eficacia del 92,2 % en los ensayos clínicos, recibió la autorización de uso de emergencia y es la primera vacuna latinoamericana contra el coronavirus.

Soberana 02 se encuentra a la espera de esa autorización tras mostrar una eficacia de 91,2 % con un esquema de dos dosis de esa fórmula más una extra del suplemento Soberana Plus, otro de los compuestos que investigan científicos de la isla. Más de 3 millones de cubanos de los 11,2 millones que viven en la isla han recibido al menos una dosis de esas fórmulas como parte de los ensayos clínicos y estudios de intervención desarrollados en paralelo al sanitario.

Hasta la fecha se han administrado más de 8,1 millones de dosis de ambos preparados vacunales. Cuba no ha comprado vacunas en el mercado internacional, ni forma parte del mecanismo Covax de la OMS creado para que los países de ingresos medios y bajos accedan a las mismas.

Fuente: La Razón