«El desfile parece estar diseñado como un festival doméstico destinado a promover la unidad nacional y la solidaridad del régimen», dijo un experto sobre la celebración para conmemorar la fundación del país.
Personal con trajes anaranjados para materiales peligrosos marchan durante el desfile paramilitar.
Corea del Norte celebró el 73º aniversario de su fundación con un desfile militar nocturno en la capital, según informaron este jueves (09.09.2021) los medios estatales, que publicaron fotografías de filas de personal marchando con trajes anaranjados de protección y máscaras, pero sin misiles balísticos.
Kim Jong-un asistió al evento mientras las fuerzas paramilitares y de seguridad pública de los Guardias Rojos Obrero-Campesinos, la mayor fuerza de defensa civil del país, comenzaron a marchar en la plaza Kim Il-sung de Pyongyang en la medianoche del miércoles, mostraron los medios estatales.
Trajes anaranjados y máscaras de grado médico
Rodong Sinmun, el periódico del Partido de los Trabajadores en el poder, publicó fotografías de personas con trajes anaranjados para materiales peligrosos y máscaras de grado médico, en un aparente símbolo de los esfuerzos contra el coronavirus, y de tropas con rifles marchando juntas.
También se mostraron algunas armas convencionales, como lanzacohetes múltiples y tractores con misiles antitanque.
Pero no se vieron ni se mencionaron misiles balísticos en los informes, y Kim no pronunció ningún discurso, a diferencia del pasado octubre, cuando presumió de las capacidades nucleares del país y mostró misiles balísticos intercontinentales nunca vistos durante un desfile militar antes del amanecer.
Las mayores armas exhibidas eran pequeñas piezas de artillería tiradas por tractores. Según KCNA, estos vehículos eran conducidos por trabajadores de cooperativas agrícolas «para golpear a los agresores y sus fuerzas vasallas con una potencia de fuego aniquiladora en caso de emergencia».
Kim estaría centrado en cuestiones domésticas
Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, dijo que la ausencia de armas estratégicas y la atención a las fuerzas de seguridad pública mostraban que Kim está centrado en cuestiones domésticas como el COVID-19 y la economía.
«El desfile parece estar estrictamente diseñado como un festival doméstico destinado a promover la unidad nacional y la solidaridad del régimen», dijo Yang.
«No había armas nucleares y Kim no dio ningún mensaje durante su presencia, lo que podría estar destinado a mantener el evento bajo perfil y dejar un margen de maniobra para futuras conversaciones con Estados Unidos y Corea del Sur».
Fundación de la República Popular Democrática de Corea
El jueves se conmemoró el 73º aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea, como se conoce oficialmente a Corea del Norte.
«Estamos monitoreando la situación de cerca. Se requiere más análisis para tener más detalles», comentó un cargo del ministerio de Defensa de Corea del Sur sobre el desfile.
El país comunista no ha realizado pruebas nucleares o lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales desde 2017.
Ha usado los desfiles para enviar un «mensaje a la comunidad internacional» sin exponerse a represalias, explicó, por su parte, Hong Min, investigador del Instituto Corea para la Unificación Nacional, en Seúl.
«La única otra forma de mostrar sus armas estratégicas es lanzarlas, lo cual los expone a una protesta y más sanciones internacionales», dijo Hong Min a la AFP.
Según este experto, Pyongyang recurrió a los civiles «para hacer frente a la acumulación de dificultades y desafíos, y para reforzar la solidaridad en este periodo.
Corea del Norte se aisló y cerró sus fronteras para protegerse de la propagación del COVID-19, que surgió en la vecina China. Esta situación agravó la ya moribunda economía del país.
Negociaciones sobre la cuestión nuclear
Las negociaciones con Estados Unidos sobre la cuestión nuclear están en punto muerto, desde el fracaso de la cumbre de Hanói en febrero de 2019 entre Kim Jong-un y Donald Trump.
El representante para Corea del Norte de la nueva administración estadounidense ha manifestado en varias ocasiones su voluntad de reunirse con sus homólogos coreanos, «dónde sea, cuándo sea».
El Gobierno de Biden prometió tomar una posición «práctica, calibrada», con esfuerzos diplomáticos para incitar a Pyongyang a abandonar su programa de armamento, una condición que Corea del Norte nunca ha parecido estar dispuesta a seguir.
FEW (Reuters, AFP)