El Madrid, que vuelve a su estadio 560 días después para jugar ante el Celta (21:00), ha parado las obras durante 5 días para realizar labores de adaptación, pero a partir de ahora no será así.
560 días sin pisar el césped ni sentarse en sus butacas, sin cantar un gol ni celebrar un título. Los futbolistas y los aficionados del Real Madrid volverán esta noche al Santiago Bernabéu, su plaza celestial, un año, seis meses y once díasdespués del 1 de marzo de 2020, la última noche en Chamartín en ese triunfal clásico ante el Barcelona. Nunca habían estado tan lejos de casa, ni siquiera durante las labores de construcción del Bernabéu, en los años 40, cuando los merengues jugaron en el antiguo Metropolitano durante 14 meses.
En este año y medio, el conjunto blanco ha levantado una Liga y ha peleado unas semifinales de Champions en el Di Stéfano de Valdebebas, el mundo se ha puesto en jaque por la dichosa pandemia y el gran coliseo madridista ha comenzado a mudar sus órganos y su piel para adaptarse a los nuevos tiempos en una reforma tan millonaria como espectacular. El nuevo Bernabéu será un centro multiusos con el que el Madrid pretende ingresar cada año 200 millones de euros.
Hoy volverán a entrar por sus puertas más de 20.000 espectadores, que se dispersarán por todo el estadio manteniendo el metro y medio de distancia interpersonal y dejando en casa cualquier tipo de alimento por estricta orden sanitaria. Nueve de esos accesos permanecerán cerrados por las obras, pero los operarios han trabajado durante estos últimos días para habilitar las once puertas disponibles (5, 6, 8, 9, 18, 20, 21, 22, 24, 25 y 27). Metro de Madrid ha reforzado en un 55% el servicio en la línea 10 y el Madrid desplegará un dispositivo de seguridad para guiar a sus aficionados y evitar aglomeraciones.
PREMIO A LOS TRABAJADORES
El Madrid-Celta (21:00 horas), cuyos futbolistas se cambiarán en los mismos vestuarios de siempre, significará un punto y seguido en las obras del Bernabéu. Éstas llevan paradas desde el martes para realizar unos trabajos de adaptación en las gradas y en el césped (recogida de material, limpieza, ubicación de las lonas en las gradas no disponibles, etc) para que el resto de la temporada sólo haga falta detener los trabajos durante poco más de 24 horas: el día antes de la celebración de los partidos y el mismo día del encuentro. Después, a trabajar.
Por eso, durante todos los meses que el Madrid ha jugado en el Di Stéfano desde el club insistían en que la ausencia de fútbol en el Bernabéu no adelantaba la fecha del fin de la obra. En los despachos de Chamartín contaban desde un primer momento con disputar partidos y remodelar el estadio a la vez, pero el trabajo a contrarreloj ha sido tan sobresaliente que el club ha querido tener un detalle con los operarios y les ha invitado al duelo de esta noche.
500 ROLLOS DE HIERBA DESDE CÁCERES
El trabajo más importante y curioso durante esta semana ha sido la colocación del césped provisional. En el futuro, el Nuevo Bernabéu tendrá un césped retráctil instalado a 30 metros de profundidad, pero para esta temporada el Madrid trasladó hace 10 días 500 rollos de hierba híbrida criada desde abril en terrenos de Plasencia (Cáceres). Una ‘alfombra’ que es una réplica exacta de la hierba sobre la que entrenan en Valdebebas. El traslado se cuidó al milímetro. Se realizó de noche, en camiones frigoríficos que mantenían el césped a cero grados y la instalación se produjo durante las madrugadas de esta semana, para evitar que el calor del verano madrileño dañara la hierba.
Una pieza más dentro de la inmensa obra de ingeniera que es la remodelación del Bernabéu, cuya fecha final sigue prevista para finales de 2022 con un desembolso que superará los 600 millones de euros. La cronología se cumple semana a semana: se ha desmontado la vieja cubierta y ya ha comenzado la construcción de la nueva, fijo, que dará sombra a las gradas, mientras que la retráctil avanzará por todo el alto del estadio. También se puede apreciar la estructura metálicade las nuevas torres de la Castellana, que sustituyen a las antiguas y que serán soporte estructural de la nueva cubierta. Ésta también se apoyará en las estructuras metálicas situadas en la calle Padre Damián, donde están en marcha las obras del aparcamiento subterráneo situado en el que antes era el centro comercial La Esquina del Bernabéu. A su lado, se ha demolido el edificio anexo, donde estaban las oficinas del club y la tienda de Adidas, y el Madrid planea construir ahí un nuevo edificio de diez niveles integrado dentro del propio estadio.
SIN ACCIDENTES
Para esto, en la zona del Bernabéu trabajan a diario desde hace 463 días 1.000 empleados de diferentes especializaciones. Repartidos en tres turnos, cubren las 24 horas del día para maximizar la productividad de las obras. En el Madrid insisten en que durante los casi dos años que llevan de reforma ningún trabajador ha resultado herido ni se ha producido ningún accidente de importancia, «el dato más importante». «Hemos llevado los controles de seguridad laboral al extremo», recalcan.
En números, el acero inoxidable para la nueva fachada tendrá una superficie de 46.500 metros cuadrados, el hormigón utilizado será de 57.545 metros cúbicos, equivalente al volumen de agua del estanque del Retiro; se están utilizando seis grúas que tienen una capacidad de carga simultánea de 4.106 toneladas, como levantar 400 Cibeles a la vez; la longitud lineal de los pilotes y micropilotes utilizados será de 50.000 metros lineales, como el Eurotúnel; y el peso del acero corrugado empleado llegará a los 7.305 kilos, el peso de la Torre Eiffel.