La instancia contó con la participación del director ejecutivo de APRIMIN, Sergio Hernández, quien si bien destacó los beneficios que hoy recibe Chile por el alto precio del cobre y litio, esta situación será de largo plazo, gracias a la alta demanda de estos minerales por sus usos en los vehículos eléctricos y en los paneles solares y las torres de energía eólica para la descarbonización del planeta y su transformación energética. Sin embargo, advirtió que esta importante oportunidad para el país dependerá de las decisiones políticas que se tomen en el Congreso sobre un royalty minero razonable y en la Convención Constitucional, que serán positivas solo en la medida que sus normas permitan que el país continúe atrayendo las inversiones necesarias para generar esta riqueza, mayor empleo y mejores recursos para el Fisco y la Agenda Social.
Los desafíos del rubro minero y de sus proveedores, para el tránsito hacia la llamada minería verde, y los referidos riesgos asociados a los cambios políticos país, fueron abordados en la charla “El Futuro de la Minería; Mercado, Transformación Energética, Constitución y Royalty”, organizado por la Escuela de Negocios Mineros de la Universidad Católica del Norte (UCN) por Sergio Hernández, quien fuera subsecretario de minería en los 90’s y vicepresidente ejecutivo de Cochilco.
Desde hace cuatro años, el hoy director ejecutivo de APRIMIN viene anunciando que el mercado viene muy bueno para la minería especialmente del cobre. El fabricar automóviles híbridos y eléctricos demandarán mucho cobre, litio y cobalto, y eso ya está ocurriendo. Desde hace un año los buenos precios nos han acompañado. «Hoy el precio promedio del año está en US$4,20 la libra de cobre. Esto nos ayuda a soportar la gran carga eraria del Estado por las demandas sociales actuales y las generadas por el COVID”, dijo el experto.
HIDROGENO VERDE
Asimismo, explicó que la necesidad que hoy enfrenta la industria para su descarbonización a nivel mundial, lo que dará un cambio en sus formas de producción para lograr una más sustentable con el entorno, también beneficia a Chile. En efecto, fundamentó Hernández, dado que el país presenta zonas idóneas para esta industria, como lo es el desierto de Atacama y su inmejorable radiación solar; y los fuertes vientos de Magallanes, permitirán que el país produzca enormes cantidades de hidrógeno verde a los más bajos costos de los otros países competidores, para exportar al mundo este importante insumo y así lograr un planeta más limpio contribuyendo a mitigar el calentamiento global.
“Este es un negocio incipiente que se ve como una gran noticia para el país. Lamentablemente nos hemos demorado con un mayor desarrollo de la producción de litio, pero no nos podemos demorar en la producción del hidrógeno verde; debemos saber aprovecharlo y atraer para Chile las grandes inversiones que este nuevo negocio para el país requiere.
NUEVA CONSTITUCIÓN
El director ejecutivo de APRIMIN se refirió también a aquellos principios y normas constitucionales que son necesarios establecer, para permitir que el país continúe creciendo en forma más inclusiva y con equidad social, lo que solo se logrará si esas normas le darán certeza jurídica a la inversión, dado que ella es imprescindible para generar empleos de calidad, incorporar más mujeres a la vida laboral, más empleo regional y local y mayores recursos para el Fisco para financiar la Agenda Social.
ROYALTY
Enfatizó que, para que la oportunidad que nos dan los mercados sea fructífera para la Nación, se necesitan políticas responsables, sobre todo para fomentar la inversión, y con ello, el desarrollo de nuevas tecnologías. Dentro de esas políticas, está la carga que finalmente apruebe el Congreso Nacional sobre el proyecto de royalty minero, el que, según su opinión, no debe afectar a las ventas, menos en un 42% como lo sería en los actuales precios del cobre si se aprobara el actual proyecto salido de la Cámara de Diputados. Este proyecto, junto con los impuestos a la renta, haría que la tasa tributaria efectiva sobre la utilidad de las mineras superara el 76%, si es que las tiene; y para las mineras que no las tengan, el royalty sobre las ventas las haría paralizar sus actividades, perdiéndose miles de empleos y encadenamiento productivo. Este royalty desproporcionado sobre las ventas dejaría a Chile en el último lugar de atractivo para invertir en minería, perdiendo el país la oportunidad que nos están dando los mercados de minerales por mucho tiempo más. Al final, agregó Hernández, por exagerar el monto de los tributos, al poco tiempo el Estado recaudará menos que con un royalty razonable sobre las utilidades.
Por su parte el Decano de la Facultad de Economía y Administración de la UCN, Fernando Álvarez Castillo, destacó el compromiso de la Escuela de Negocios Mineros en el cambio hacia la sustentabilidad.
“Nuestra Escuela de Negocios Mineros cuenta con un equipo proveniente de la industria con una vasta experiencia en esta disciplina, pero también con académicos de la UCN con experiencia en el rubro con miras hacia este cambio hacia la sustentabilidad”. Afirmó.