Historia de un fracaso anunciado: Cómo se salvó Piñera de la acusación en el Senado

Alex von Baer y Sofía Gómez

Ex- Ante

La acusación constitucional para destituir al Presidente Piñera fue rechazada en el Senado al no reunir los 29 votos que requería (la aprobaron en bloque los 24 de oposición, y rechazó Chile Vamos). Desde el primer minuto se sabía que se trataba de solo un testimonio, a partir del alto quorum que requería en la Cámara Alta, pero el interés electoral de diputados de oposición apuró el anuncio, efectuado a solo 48 horas de que Piñera apareciera en los Pandora Papers por la venta de Dominga en 2010. A continuación 6 episodios de los 44 días de vida de la acusación.

1. Estallan los Pandora Papers: El domingo 3 de octubre, 2 horas después de que se conoció la publicación de Ciper y Labot sobre los Pandora Papers, el diputado Marcelo Díaz (Frente Amplio) fue el primero en proponer la acusación constitucional contra el Presidente, pasadas las 17 horas. Esa noche el tema se discutió en una reunión del FA-PC. Hubo varias dudas, más allá de que existía consenso transversal en la oposición de que los hechos conocidos eran complejos.

  • La publicación reveló que el tercer pago de la venta de la minera Dominga que hizo la familia de Piñera a Carlos Alberto Délano, a fines de 2010, estaba sujeta a que la zona no se declarara de resguardo ambiental, en lo que podía influir el Mandatario.
  • En la reunión del FA-PC concordaron inicialmente centrarse más bien en presionar a la Fiscalía para que abriera una investigación.
  • A las dudas respecto de si había antecedentes suficientes y si los hechos habían sido ya indagados por la Fiscalía en 2017, se agregó que varios estimaban que el golpe ya era demasiado demoledor para el oficialismo y Sichel, como para agitar demasiado las aguas justo cuando Boric lideraba cómodamente la carrera presidencial.

2. Anuncio empujado por candidatos senatoriales: El martes 5, solo 48 horas después, la oposición anunció la acusación, con apoyos que iban desde la DC al PC-FA. La presión de varios diputados que competían al Senado gatilló que no hubiera margen para quienes tenían dudas. Ya el día anterior, por la tarde, la oposición había indicado que estudiarían los argumentos. Y en la mañana de ese martes afirmaban que había méritos para acusar a Piñera.

  • Marcelo Díaz fue secundado primero por Gabriel Silber (DC), quien compite al Senado por la RM. El parlamentario estuvo toda la mañana del lunes en matinales de TV, y su presión terminó sumando a los democratacristianos. Y luego se sumó como artífice Daniel Núñez (PC), quien compite con Díaz por un cupo al Senado en Coquimbo.
  • Para entonces, cualquier duda era interpretada en la oposición como una defensa a Piñera, un mandatario con bajo apoyo ciudadano.

3. La precipitada presentación para votar antes de la elección: El 12 de octubre, los diputados empezaron a presionar a sus asesores para presentar el texto al día siguiente. El secretario de la Cámara Miguel Landeros les informó que si no se ingresaba al día siguiente antes de las 9:30, la corporación no lo podría votar antes de los comicios, lo que resultaba clave para asestar el golpe electoral a la derecha. Los parlamentarios pidieron a sus asesores tenerlo al día siguiente a primera hora, pero los abogados del PS Enrique Aldunate y Gabriel de la Fuente hicieron ver que requerían 3-4 días más para tener un escrito presentable desde el punto de vista jurídico y evitar errores (llevaban solo el 60%).

  • El 40% restante los asesores debieron terminarlo en 12 horas, trabajando hasta las 6 de la mañana, con puntos del escrito sustentados solo en información de prensa en vez de actos legales. Entonces, la Fiscalía ya había abierto investigación por posible cohecho, soborno y delito tributario.
  • Los asesores advirtieron que requerían más tiempo para no cometer errores, recordando el bullado copy-paste en la acusación a Harald Beyer, con párrafos copiados de un libelo contra el ministro del Interior. Fueron desoídos, e incluso Núñez dijo públicamente que se debía votar antes de las elecciones.

4. La polémica aprobación en la Cámara: El momento más mediático fue la insólita sesión de los diputados, marcada por las polémicas maniobras del diputado acusador Jaime Naranjo (PS) para hablar por 15 horas -por ejemplo, pedir a sus pares que salieran de la Sala para suspender por falta de quorum- y así permitir que Giorgio Jackson alcanzara a llegar a medianoche tras terminar su cuarentena para poner el decisivo voto n° 78, dada la ausencia de Boric por covid-19. El cinematográfico traslado de Jackson a Valparaíso estuvo acompañado de una maniobra de los democratacristianos para evitar que la seremi fiscalizara a Jorge Sabag (DC) a la entrada del Congreso, ya que hacía poco se había hecho un PCR ante la sospecha de haberse contagiado de coronavirus.

  • Aquello ocurrió luego de que Chile Vamos se negara a dar acuerdo para que se pudiera votar telemáticamente, lo que terminó con la oposición acudiendo a ese truco legislativo.

5. La tensión entre los senadores de la oposición: La jornada final en el Senado estuvo cruzada por conversaciones en la centroizquierda para intentar una decisión unitaria a favor de la acusación. Pero no fue fácil. Las confianzas están dañadas tras la caída del Cuarto Retiro (una apuesta de campaña de Provoste) y la aprobación del Estado de Excepción en La Araucanía, ambas por descuelgues opositores.

  • En un almuerzo se despejó que los senadores DC Jorge Pizarro y Carolina Goic esta vez iban a aprobar la acusación. Solo quedaban dudas con Ricardo Lagos Weber (PPD) y Ximena Rincón (DC). La también presidenta de la Cámara Alta consideraba que podía existir “cosa juzgada” en la investigación judicial de 2017, y que se trataba de hechos de su primer gobierno.
  • Se analizó entonces cómo la votación se cruzaba con la candidatura de Provoste. Guido Girardi (PPD) pidió unidad, mientras otros debatían cómo lograr un hito para Provoste con los 24 votos en contra de Piñera: el triunfo en la Cámara lo había capitalizado Boric, pues la foto del día fue Jackson regalando queques a Naranjo.
  • Provoste no participó del almuerzo. Se restó para evitar que se transformara en una cruzada de su candidatura, tras acusar el golpe por la caída del Cuarto Retiro.

6. La baja resonancia de la votación en el Senado que solo Ossandón alteró: Salvo esas escaramuzas, la tensión fue poca. No hubo mayores gestiones del oficialismo para descolgar a alguno de la oposición (solo contactos para conocer posturas). El vértigo solo aumentó levemente cuando el senador RN Manuel José Ossandón empezó a transmitir a oficialismo y oposición que podía abstenerse, en forma testimonial, a solo 5 días de enfrentar una reelección senatorial.

  • Además de la baja incertidumbre por el alto quorum y el paso al costado de Provoste, la acusación se tornó irrelevante tras la caída de Sichel: perdía vigencia como herramienta para golpear al abanderado de Chile Vamos, ahora que Kast es quien lleva ventaja para pasar a segunda vuelta.
  • El debate no acaparó las tendencias en redes como sí lo hizo la performance de Naranjo, y los últimos senadores intervenían mientras jugaba la selección chilena.
  • Finalmente los 24 de oposición se alinearon votando a favor; hubo 18 votos en contra de Chile Vamos, y 1 abstención (de Ossandón). Se trataba del final de una acusación que había nacido con destino predefinido.

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