Son algunos de los productos elaborados a base de hoja de coca que han salido desde Cauca, una región colombiana en la que habitan los indígenas nasa, quienes han enfrentado la histórica estigmatización de esa planta.
Romper con los prejuicios, en buena parte generados por la cocaína, no ha sido fácil, ni para los nasa ni para otros pueblos incaicos y amazónicos de Sudamérica. De hecho, es una lucha que se inició en la época colonial y se mantiene hasta la actualidad.
Pero es una empresa indígena la que ha querido llevar esa batalla a un inusual terreno: el comercial.
«Es imposible a estas alturas seguir desconociéndola. Entonces, lo que hemos hecho es tocar esa sensibilidad cultural, sanguínea, porque nosotros llevamos la hoja de coca en nuestra sangre«, dice Fabiola Piñacué, la fundadora de Coca Nasa, la primera empresa comunitaria en ofrecer productos a base de hoja de coca a un nivel mayorista en Colombia.
«Como siempre han dicho que la coca es cocaína, entonces hemos empezado difundir que ‘la coca no es cocaína'», señala a BBC Mundo la también integrante del pueblo nasa.
La hoja de coca tiene múltiples usos tradicionales en las culturas de los Andes, ajenos a la cocaína. La planta tiene propiedades analgésicas y mascar sus hojas da energía y reprime el hambre, la sed y el dolor.
Pero Coca Nasa ahora también enfrenta un nuevo reto legal por parte de Coca Cola, la multinacional que a través de sus representantes legales en Colombia haexigido que no se use la palabra «coca» en los productos que venden.
«Nos han pedido que dejemos de usar las marcas relativas a la hoja de coca que llevan el nombre ‘coca’. Esa solicitud es muy difícil de atender, porque la hoja de coca es patrimonio de los pueblos indígenas», señala David Curtidor, el representante legal de la empresa.
«Es una disputa no solamente en lo espiritual, sino también en lo económico. Primero fue con el imperio español que la prohibió, y ahora con el imperio de la Coca Cola», dice.
¿Cómo surgieron Coca Pola y las otras bebidas?
La idea de las bebidas a base de hoja de coca surgió cuando Piñacué estaba en la universidad en Bogotá, a finales de la década de 1990.
«Me pareció interesante hacer un refresco de la hoja de coca», relata.
Su iniciativa germinó unos años después, cuando en 2005 primero nació Coca Sek, una bebida energética: «Era muy importante hacer una bebida más exquisita frente a los ojos y al paladar de la gente no indígena».
Después vino el aguardiente Wallinde, Coca Libre (una mezcla de Sek y Wallinde), el licor Coca Ron y finalmente la cerveza Coca Pola.
«Hemos venido trabajando desde hace 25 años en sofisticar la presentación, el sabor y la calidad. También la exhibición de nuestros productos, pues son muy bonitos, porque son llamativos, porque empezamos a jugar con toda la cultura y colores», añade.
La cerveza Coca Pola aún no se vende masivamente, como sus otros productos, pues es todavía un producto «100% artesanal». CocaNasa tiene 15 trabajadores.
Pero incluso la controversia con Coca Cola le ha dado un nuevo impulso en Colombia, asegura su creadora.
«No habíamos hecho el lanzamiento como tal, pero Coca Cola lo hace al indicar que no usemos el nombre».
La batalla con Coca Cola
Coca Cola y Coca Pola tienen solo el nombre en común.
El famosos refresco tiene ese nombre por los extractos de hoja de coca que su creador, el químico de Atlanta (EE.UU.) John Pemberton, mezcló con sirope de azúcar en un principio.
En esa época -a fines del siglo XIX- el extracto de hoja de coca mezclado con vino era un tónico habitual, y el dulce brebaje de Pemberton le permitía ignorar las leyes locales que prohibían la venta de alcohol.
En una carta, publicada por Piñacué en Twitter, piden que la empresa indígena «cese y desista permanentemente de usar el nombre Coca Pola o cualquier término similar que pueda confundirse con las marcas comerciales» propiedad del gigante de las bebidas.
Su uso «podría violar la ley de marcas registradas en Colombia» y «la ley de competencia desleal», advirtió el despacho de abogados Brigard Castro en el documento fechado el 26 de noviembre.
Dio un plazo de 10 días hábiles para responder.
Fuente: BBC