Una pregunta fuera de lugar, una actitud imprevista, una idea equivocada o un silencio inesperado pueden romper por completo el clima de una entrevista. Y cuando eso sucede, la tensión que viven los protagonistas traspasa la pantalla . Hacemos un repaso por cinco entrevistas protagonizadas por grandes estrellas de Hollywood, que se mostraron muy incómodas al momento de contestar una pregunta o porque la charla no estaba yendo como se esperaba.
Anne Hathaway, harta
La promoción de la película Batman: el caballero de la noche asciende fue una experiencia agridulce para Anne Hathaway. ¿Por qué? Porque mientras a Christian Bale, el protagonista de la saga, le hacían preguntas sobre su interpretación y su experiencia, en su caso la mayoría de los entrevistadores querían saber cómo había hecho para entrar en el ajustado traje de Gatúbela. Sin perder la simpatía y siempre con una enorme sonrisa, la actriz decidió dejar en evidencia el tono sexista de estos cuestionamientos durante su charla con Jerry Penacoli para el programa Extra.
“Estás fenomenal. Siempre estás en forma”, arrancó el presentador. “Sin embargo, tuviste que asegurarte estar perfecta para esta película, ¿no?”. “No se trata solo del físico sino también de poder hacer perfectamente todas las acrobacias y peleas”, respondió, seria, ella. Pero a Penacoli no le bastó y volvió al ruedo: le preguntó si el traje era incómodo y si había hecho alguna dieta o rutina en particular. “¿Cuál es el régimen felino?”, indagó. La actriz reaccionó de inmediato: “¿Estás tratando de perder peso?”, le respondió, con el ceño fruncido. “¿Cuál es tu problema? Estás perfecto. En serio. Tenemos que hablar de esto”, continuó. Luego torció la cabeza, bajó la voz y con un tono intimista remató: “¿Estás intentando entrar en un traje de gato?
¿Samuel L. Jackson o Laurence Fishburne?
Uno de los peores errores para un entrevistador es confundir a su entrevistado con otra persona y el problema se vuelve aún peor si todo sucede en vivo. Sam Rubin, conductor del programa de televisión norteamericano, puede dar fe de esto: en una entrevista que le hizo a Samuel L. Jackson por el estreno de RoboCop en 2014 lo confundió con Laurence Fishburne, actor que saltó a la fama mundial por el papel de Morfeo en Matrix.
“¿Qué repercusión tuviste por el comercial del Super Bowl?”, quiso saber Rubin. “¿Qué comercial?”, le respondió Jackson luego de mirar incrédulo hacia los costados. Rubin quedó petrificado y con la boca abierta. Luego de un silencio rotundo, se dio cuenta del error: “Discúlpame, me confundí”. Entre risas, Jackson comenzó su venganza. “No soy Laurence Fishburne, ni siquiera nos parecemos. ¿Creés que todos los negros famosos nos vemos parecidos?”, señaló y luego sentenció: “Sos culpable”. Rubin levantó el guante y le respondió: “Soy culpable, pensé que eras Bob Dylan”, pero el chiste no conformó al actor. “¿Sos un periodista de espectáculos y no reconocés la diferencia entre Laurence Fishburne y yo?”. Mientras el conductor pedía disculpas, Jackson redondeó su knock out: “‘Yo soy el negro del comercial que dice ‘¿qué hay en tu billetera?’ Fishburne es el negro del comercial del auto, y Morgan Freeman es el negro de la publicidad de tarjetas de crédito”. Sin más que decir, Rubin terminó pidiendo disculpas a la audiencia.
Jim Carrey, el provocador
El comportamiento de Jim Carrey en la entrevista que le dio a la periodista de E! News Catty Sadler en la alfombra roja de la fiesta de Harper’s Bazaar fue digno de una película surrealista. La escena se produjo en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York en 2017. “He cubierto muchas Fashion Weeks y es la primera vez que me encuentro a Jim Carrey”, arrancó Sadler algo emocionada mientras el actor daba vueltas a su alrededor. Lo que siguió después fue un discurso filosófico muy fuera de tono que la dejó bastante confundida.
“Nada de esto tiene importancia. Quise encontrar la cosa más insignificante a la que poder ir… y aquí estoy”, explicó el actor. “Quiero decir, tenés que admitirlo, es completamente insignificante”, agregó y comenzó a cuestionar la idea de celebrar a los íconos. “No creo en las personalidades. No creo que tu existas, pero hay una maravillosa fragancia en el aire”, comentó. “¿No creés que hay ciertos íconos que tienen el poder de traer cambios, de pensar diferente?”, insistió la periodista. Luego de una seguidilla de muecas, Carrey continuó con su línea de pensamiento: “Creo que la paz está por encima de las personalidades, más allá de la invención de los cielos, más allá de la s roja que tenés en el pecho y en la que rebotan las balas, creo que es más profundo que eso, creo que somos un campo de energía que danza por sí mismo”. Catty Sadler en ningún momento salió de su asombro.
Jerry Seinfeld y un golpe al ego
Corría el año 2007 cuando la leyenda de la televisión de los Estados Unidos, Larry King, recibió en su programa de CNN Larry King Live! a Jerry Seinfeld. El comediante había sido invitado para promocionar Bee Movie: la historia de una abeja. Todo iba bien hasta que a King se le ocurrió preguntar sobre el final de Seinfield, la exitosa comedia de situación sobre las experiencias cotidianas de cuatro amigos solteros en la ciudad de Nueva York, que terminó luego de nueve temporadas en 1998. En ese momento, el comediante no pudo ocultar su sorpresa y cambió por completo el tono de la charla.
“Tu renunciaste, ¿verdad?”, arrancó King. “Yo renuncié”, confirmó Seinfield. “Ellos no te cancelaron. Tu los cancelaste a ellos”, insistió el presentador. En ese instante, la cara del comediante se transformó. “¿No estás seguro de esto? ¿Creés que me cancelaron? ¿Tenés la impresión de que me cancelaron? Pensé que estaba bastante bien documentado”, agregó el actor. “¿Te lastimé, Jerry?”, atinó a decir King, consciente de la tensión creciente. “¿Esto sigue siendo CNN?”, continuó el actor con un tono más alegre. “Cuando salí del aire, yo era el programa número uno de la televisión, Larry. ¿Sabés quién soy?”. “Un tipo judío, Brooklyn”, le respondió rápido el animador. “Sí. Setenta y cinco millones de espectadores (vieron) el último episodio. ¡Hay una gran diferencia entre ser cancelado y ser el número uno!”, insistió el comediante. Frente a semejante reacción, King pidió perdón. La charla terminó entre risas y, antes de ir al corte, Seinfield solicitó seriamente que alguien le acercara su currículum al experimentado conductor.
Kourtney Kardashian y un momento “cri, cri, cri”
El momento incómodo que protagonizó Kourtney Kardashian es de los que dejan al espectador con la mirada fija en la pantalla, a la espera de que algo pase rápido. Es que la empresaria protagonizó uno de los silencios más largos e incómodos de la historia de la televisión australiana. El episodio ocurrió en 2016 cuando la influencer estaba lista para arrancar una entrevista en vivo con David Campbell y Sonia Kruger para el programa Today Extra desde Los Ángeles. Los presentadores quisieron saber cómo estaba la familia luego del violento robo que había sufrido su hermana Kim en un hotel en París y que causó conmoción en el mundo del espectáculo. Lo que siguió fue un desastre televisivo.
Con el mítico cartel de Hollywood de fondo, Kardashian se dispuso a responder cuando algo detrás de cámara llamó su atención. “Mmm, ¿qué? Ok”, dijo con la mirada fija a un costado como escuchando con atención a alguien que le hablaba detrás de cámara, mientras los dos presentadores sin poder esconder su sorpresa no sabían bien qué hacer. “Perdón, ¿hay alguien hablándote?”, quiso saber Campbell. “Sí, perdón”, contestó la influencer y volvió a torcer la mirada. “Hola Kourtney, te perdimos”, intentó de nuevo el presentador. Luego de algunas conjeturas, más silencio, un corte en la conexión y eternos minutos televisivos, Kourtney respondió la pregunta.
Por Silvina Fiszer Adler