Nueve veces campeona del mundo de jiu-jitsu brasileño e invicta en el mundo de las artes marciales mixtas con un récord de seis victorias y un no contest. Gabi García es una auténtica bestia intratable cuando se trata de verse las caras con cualquiera. Tanto que no es que tenga precisamente facilidades para encontrar rival. A sus 35 años, midiendo 1.88 y pesando 107 kilos, la brasileña a la que apodan ‘She Hulk’ (‘Hulka) o ‘La Gigante’ todavía no ha peleado en ninguna promotora grande, al menos en Occidente.
Las divisiones femeninas de las artes marciales mixtas contemplan cuatro oficiales: paja (52kg/114lb), mosca (57kg/125lb), gallo (61kg/134lb) y pluma (66kg/145lb). Gabi García no entra en ninguna de ellas, y por este motivo todas sus peleas profesionales de MMA han sido en Oriente. Seis combates en Japón, en la promotora Rizin’, y uno en China, en la compañía Road FC. Ya está. Ninguna empresa de las grandes, o dicho de otra forma, de las mediáticas más allá de Asia ha considerado oportuno hacer un hueco a ‘She Hulk’ desde que en 2015 empezase a compaginar el jiu-jitsu brasileño y las artes marciales mixtas. Ni UFC, ni Bellator, ni nada. Sólo se acercó a la propia UFC como parte del equipo de entrenadores ayudantes de Wanderlei Silva en la tercera edición del reallity show The Ultimate Fighter. Pero ya está.
El año que le cerró todas las puertas
¿Nadie quiere enfrentarse a ella en Occidente? ¿Es demasiado grande? ¿Demasiado poderosa? Gabi Garcia es un reclamo espectacular para cualquier promotora, pero la polémica la ha rodeado en alguna ocasión y siempre ha habido algún pero a la hora de jugársela con ella. Y eso que sus inicios fueron espectaculares, en los que demostró ser mucho más que una mole andante, haciendo gala de unos skills de lo más completos en varios aspectos de la lucha. Sin embargo, el 2017 se convirtió en un año negro para ella y marcó su evolución como profesional, cerrándole muchísimas puertas.
Su primer combate de aquel año llegó en el 7 de julio, en la modalidad de Shoot Boxing. Gabi se enfrentó la japonesa Megumi Yabushita, en lo que fue uno de las peleas más llamativas de todos los tiempos por la diferencia de peso y tamaño entre ambas. Garcia sacaba medio metro de altura a su oponente y pesaba el doble. Una ventaja física más que suficiente para vencer con facilidad, pero que se quedó en nada cuando el árbitro parase el combate después de que la brasileña dejase KO de una patada ilegal en la cabeza a su oponente. El duelo fue declarado como no contest.
Antes de que acabase julio, ‘La Gigante’ volvió a competir, esta vez en MMA. Se enfrentó a Oksana Gagloeva en Rizin’, pero la pelea duró sólo 16 segundos. Gabi metió el dedo en el ojo de su rival y ésta no pudo continuar con la lucha, cosechando su segundo no contest en menos de un mes.
Para sacarse la espina de sus dos últimos resultados, Gabi Garcia se comprometió a pelear nuevamente el 29 de diciembre de 2017, pero el combate nunca llegó a disputarse. La brasileña tenía que enfrentarse a una veterana Shinobu Kandori, pero llego el día del pesaje y ‘She Hulk’ se excedió en 12 kilos, provocando que su oponente se enfadase notablemente y se negase a luchar con ella. Fue la mancha definitiva en su currículo de aquel año negro, que la ha ido persiguiendo desde entonces y que ella misma es incapaz de olvidar.
“A falta de 25 días para la pelea hice mis pruebas y dio todo bien. Pero 15 días antes tuve presión alta por primera vez en mi vida. Creía que era por el entrenamiento, porque estaba cansada, así que no le di importancia”, recuerda Gabi Garcia. “Hice todo mi corte de peso, para llegar allí y perder los últimos 7 kilos en 15 días, que sería lo correcto y lo que ya había hecho anteriormente. Sin embargo, cuando llegué a Japón, hice el cardio que hago siempre y la nariz comenzó a sangrar. Pensé que era por el cambio horario y me fui a dormir con dolor de cabeza. Al despertar fui a la sauna y me volvió a sangrar. Al día siguiente haciendo cardio pasó otra vez y empecé a notar fiebre”. La salud de ‘She Hulk’ fue de mal en peor y decidió retirarse de la pelea. Sin embargo, la organización del evento la presionó para que no lo hiciese y continuó con su plan de bajada de peso. Algo que no sucedió.
Una archienemiga que no quiere pelear con ella
Desde entonces sólo peleó en dos ocasiones más, ganando sus combates en China y Japón. Pero su reputación no acabó de limpiarse y el 31 de diciembre de 2018 disputó su último combate hasta la fecha, aunque parece que la espera para volver a verla en acción no se extenderá demasiado. Gabi Garcia ha encontrado en la judoca estadounidense Kayla Harrison a su próxima enemiga. Entre ellas hay una diferencia de peso de 40 kilos, pero ‘La Gigante’ tiene tantas ganas de pelear que está dispuesta a bajar lo que sea necesario. “Llevo esperando tres años a Kayla Harrison. Decidme cuánto peso quiere que corte para aceptar la pelea. Sólo veo excusas y tomaduras de pelo al respecto”, publicó en Twitter la brasileña.
Harrison no tiene demasiado interés en enfrentarse con Garcia, pero entró al trapo en Internet y contestó a ‘She Hulk’ que sólo se preocupa por peleas de verdad, no como lo que hace ella, a lo que Gabi contestó que había faltado al respeto a todas sus rivales anteriores y lo suyo se había convertido ya en algo personal. Algo que una Kayla invicta (8-0) en las MMA y excompañera de entrenamiento de la legendaria Ronda Rousey no tiene intención de continuar, por lo que todo apunta a que las artes marciales mixtas occidentales seguirán volviendo la espalda a la peleadora más imponente de todos los tiempos.
Por Antonio Gil