Una embarcación que viajó desde Corea del Sur a Rusia, llegó a destino con alrededor de cien autos 0 Km totalmente cristalizados, lo que puso en riesgo su buen estado y funcionamiento. Las imágenes estremecen a los amantes de los fierros, ya que los vehículos estaban cubiertos con una capa de hielo y sal de hasta doce centímetros. Solo en algunos casos se podía identificar la marca y el modelo del auto, aunque luego se supo que pertenecían a las marcas Honda y Toyota.
Respecto a lo sucedido, el capitán del barco, Pyotr Osichansky, mencionó al medio ruso VL.ru, que “es diciembre, el mar está agitado y ventoso. El agua salpica a bordo y con el frío se convierte en una costra. Este año los vientos son mucho más fuertes de lo habitual, pero los marineros están acostumbrados”.
Si bien un fenómeno de esta magnitud es un hecho inusual, desde Green Corner, la empresa que encargó las unidades para venderlas en Rusia, explicaron que los autos llegan en esas condiciones a menudo y que los marineros se encargan de romper el hielo para que posteriormente puedan ser vendidos con normalidad.
No obstante, cuando los autos quedan en este estado existen diversos riesgos, ya que el congelamiento puede ser muy nocivo para distintas partes. Incluso en algunas imágenes se observa el interior de algunos vehículos llenos de hielo, el cuál convertirá en agua y, si no se seca correctamente, quedará el habitáculo con humedad. Eso puede producir el desgaste prematuro de algunas piezas y, por supuesto, un olor imposible de sacar.
Además, el hielo provoca que los limpiaparabrisas queden pegados al vidrio, que los neumáticos pierdan la presión, que se atasquen las puertas, que se descargue la batería, que el sistema de frenos pierda precisión, que se dañe el conjunto óptico y que se alteren todos los fluidos del sistema mecánico. Un dato irónico, es que el nombre del buque es “Sun Rio” y en su exterior luce la bandera de Panamá, un país en el que jamás se viviría una situación similar a esta.
Fuente: LA NACIÓN