Copa África: el árbitro finalizó el partido antes de que terminaran los 90 minutos (dos veces) y desató un escándalo

Mondher Kebaier, entrenador de Túnez, le pide al árbitro Janny Sikazwe que controle su cronómetro porque al partido le restaba tiempo de juego

Lo sucedido en el duelo que abría el Grupo F de la Copa África fue increíble. Jamás visto en el fútbol. Mali derrotaba a Túnez por 1 a 0… pero el árbitro no dejó que se jugara el final. Los flashes apuntaron directo al árbitro Janny Sikazwe, de Zambia, juez del encuentro que dio por terminado el partido dos veces y ambas por error. Como si tuviera interés en irse de la cancha.

En la primera, a los 84 minutos, fue advertido sobre su equivocación. Pasó como un error normal, faltaban cinco minutos (¿tendría un reloj analógico?, ¿calculó mal?). Ante las protestas tunecinas y el pedido de sus colaboradores, ordenó reanudar el juego, pero… otra vez se precipitó y pitó el final a los 89.

El árbitro de Túnez-Mali pitó el final faltando 15 segundos para los 90 minutos y estallaron los jugadores y cuerpo técnico tunecinos en el duelo de la Copa África
El árbitro de Túnez-Mali pitó el final faltando 15 segundos para los 90 minutos y estallaron los jugadores y cuerpo técnico tunecinos en el duelo de la Copa África

El árbitro de Túnez-Mali pitó el final faltando 15 segundos para los 90 minutos y estallaron los jugadores y cuerpo técnico tunecinos en el duelo de la Copa África

El controvertido encuentro se disputó en el estadio Omnisport de la ciudad de Limbe, en Camerún, una de las sedes donde se lleva a cabo la Copa África. Desde lo deportivo, Mali dio la sorpresa con el gol convertido por Ibrahima Kone, de penal (cuarto tanto desde esa vía en lo que va de la competencia), a los tres minutos del segundo tiempo.

La victoria fue muy festejada por el combinado ganador, pero el director de cámaras no tuvo otra alternativa que evitar la celebración y quedarse con el referí.

Después de la (segunda) finalización del partido, el escándalo fue mayúsculo. El entrenador de Túnez, Mondher Kebaier se abalanzó sobre el referí. Le señaló con vehemencia el reloj. Pero nada cambió. La policía le hizo un pasillo a las autoridades para que pudieran retirarse de la cancha. En la cancha nadie entendía nada.

Pero son muchas las razones para la polémica. Después de la reanudación, el referí expulsó a un jugador de Mali, El Bilal Touré. Le mostró la roja directa, pero lo hizo luego de revisar la acción en el VAR. Es decir que no hubo más que unos segundos de juego real. Y cuando el reloj marcaba 44 minutos y 42 segundos, Sikazwe volvió a pitar el final del partido anticipado.

Se podrá decir que faltaban sólo 18 segundos, pero ni siquiera consideró adicionar tiempo, cuando venía de detener las acciones por el VAR. Y no fue sólo esa: ya lo había hecho en esa misma etapa por un penal para Túnez. Y ni siquiera se considera aquí que hubo varios cambios y que el encuentro tuvo muchas interrupciones. El referí no quería seguir. No dejó que se jugara más.

Como si no fueran suficientes los dislates, en plena conferencia de prensa de Mohamed Magassouba, el entrenador de Mali, los organizadores lo interrumpieron para explicarle que su equipo debía volver a la cancha para jugar los tres minutos (nadie explicó quién decidió que fueran tres minutos), que faltaban.

Los jugadores de Mali volvieron al terreno de juego, pero esta vez fue el equipo tunecino en el que no se prestó para la farsa (pese a ser el perjudicado) y no quiso regresar.

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