Cuando una gran sonrisa oculta una depresión: Miss USA se suicida tirándose al vacío

Cheslie Kryst en su programa de televisión, con multitud de famosos internacionales.

Cheslie Kryst subió este domingo a una terraza del piso 29 de su edificio, en una zona acomodada de Nueva York. No sabemos si miró abajo, si se lo pensó mucho, o qué pasaba por su cabeza en esos últimos momentos de su vida. Sabemos que saltó y que se estrelló contra el asfalto, treinta metros más abajo. Y que está muerta.

Era abogada, presentadora de televisión, atleta, y en 2019 fue elegida Miss Estados Unidos.

Cheslie siempre aparecía sonriente. Tenía dinero, una gran carrera en la televisión, un magnífico trabajo de abogada, un voluntariado para ayudar a los condenados que no eran culpables… lo tenía todo. O lo parecía. «No sólo era preciosa, sino inteligente. Tenía una vida de la que todos estaríamos celosos», ha dicho uno de sus amigos al The New York Post.

Pero no, no tenía una vida de la que todos estaríamos celosos. Tenía una fachada de la que todos estaríamos celosos.

Fachadas como las que adornan las redes sociales. Mentiras con las que presumir pero que a la vez dañan a los que las contemplan. En España, la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes de 15 a 29 años es el suicidio, por encima incluso de los accidentes de tráfico, según datos del INE. Durante la pandemia, las tentativas de suicido en esa franja de edad han aumentado un 250%, según el Colegio Oficial de Psicología de Madrid. Durante la adolescencia, la persona construye su identidad, está aprendiendo quién es, y se ve obligad a tomar muchas decisiones que marcarán el camino por el que transitará su vida. Es un periodo en el que la comunicación con la familia se resiente o se corta, y el adolescente se queda solo frente al espejismo de lo que otros pares proyectan en las redes sociales. En el Reino Unido, datos internos de Facebook filtrados a la prensa apuntan a que Instagram es la principal causa del aumento en las tasas de depresión y ansiedad, y que un 13% de los jóvenes confiesan que hay relación entre sus pensamientos suicidas y la cantidad de tiempo que pasan en la aplicación.

Hasta que se tiró por la terraza, Cheslie también proyectaba esa imagen ideal. La que se creyeron todos su seguidores. La que incluso se llegaron a creer sus amigos y compañeros de trabajo. La que nos dicen que tenemos que tener en las redes sociales. La imagen para generar envidia.

Pero dentro de ella algo estaba roto. Muy roto. Tanto como para quitarse la vida. ¿Cuántos adolescentes y jóvenes se sentirán así?

Kryst dejó una nota. No explicaba por qué se tiró, sólo redactó un pequeño testamento en el que legaba todo a su madre.

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