«Esta tarde el cuerpo policial sigue trabajando, ordenando la circulación de manifestantes y camiones», dijo la policía de Ottawa en un comunicado. Añadió que sus efectivos estaban «bajo presión y totalmente ocupados».
Durante el fin de semana la capital canadiense fue el escenario de un gran movimiento de protesta, iniciado por los camioneros que se oponen a la obligación de vacunarse para atravesar la frontera terrestre con Estados Unidos, la más larga del mundo.
Numerosos manifestantes, que se oponen más ampliamente a las restricciones sanitarias contra el covid-19, convergieron en Ottawa para apoyar a los transportistas.
En solidaridad, los camioneros efectuaron el domingo un «bloqueo completo» de la autopista 4 en el sur de Alberta (oeste), cerca de la frontera, una arteria vial mayor para el transporte de bienes entre ambos países.
«El punto de entrada (puesto fronterizo) está actualmente abierto, pero en realidad, nadie puede atravesarlo desde el lado norte, a menos que sea a pie», explicó Curtis Peters, portavoz de la policía federal en Alberta quien estimó que al menos un centenar de camiones bloqueaban la autopista.
En la capital, la policía ha abierto «varias investigaciones penales» en relación con la profanación de monumentos nacionales, el comportamiento «amenazante, ilegal e intimidatorio» hacia los policías en particular, y también por vandalismo en un vehículo municipal.
«Estoy horrorizado de ver a los manifestantes bailando en la Tumba del Soldado Desconocido y profanando el Monumento Nacional a la Guerra», tuiteó el jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Wayne Eyre, y agregó que «los involucrados deberían sentir vergüenza».
El domingo se instalaron barricadas para bloquear el acceso de camiones y vehículos al paso que conduce al monumento. También en el centro de Ottawa, el comedor de beneficiencia Shepherds of Hope, que ayuda a las personas sin hogar, dijo que su personal y sus voluntarios fueron «hostigados» por los manifestantes, entre quienes recibieron comidas gratuitas que se distribuyeron para aliviar las tensiones.
El primer ministro Justin Trudeau y su familia tuvieron que ser escoltados a un lugar no revelado el sábado, según medios canadienses.
La movilización podría continuar en Ottawa durante un tiempo más ya que los camioneros, algunos de los cuales han venido desde lugares tan lejanos como la Columbia Británica, a miles de kilómetros, pretenden manifestarse durante varios días.
El alcalde de la capital, Jim Watson, dijo en una entrevista con la cadena CBC que era hora de que los manifestantes «siguieran adelante» para que Ottawa pudiera volver a la normalidad. «La verdad, (los residentes) se sienten como prisioneros en sus propios hogares», dijo. En Twitter Watson denunció el comportamiento «amenazante» de algunos manifestantes, en particular hacia los medios de comunicación. «Dejen de usar técnicas de intimidación y sean respetuosos con sus conciudadanos», dijo.
