Carlos Sánchez se distinguía como un defensa central que había probado las mieles de la gloria con América en los campeonatos del 2002 y 2005. Además de un periodo a préstamo con el San Luis donde consiguió cuatro títulos de liga en la segunda división y para el 2008 se encontraba disputando la Copa Libertadores bajo la casaca americanista de nueva cuenta.
El 15 de mayo del mismo año, Charz saltó al campo de juego para disputar los cuartos de final de ida, de la Libertadores. Frente a él, uno de los equipos de mayor envergadura en el cono sur del continente, pero de frente también estaría algo que cambiaría su vida para siempre. Durante el minuto 52 del partido, Carlos fue uno de los involucrados de un choque a medio campo, su cuello chocó con la cadera del futbolista carioca Tabata; Sánchez terminó tendido en el suelo y su cabeza dio un rebote al chocar con el campo.
“Por un momento no supe de mí, por unos segundos, pero en ese momento yo estaba más ocupado porque se me había ido el aire, no tanto porque no hubiera recibido el golpe en la cabeza. Recuerdo que después de eso yo seguí jugando durante unos 15 minutos más y después sí tuve que pedir mi cambio porque sentía que me hacía falta el aire, que me costaba trabajo respirar. Terminó el juego y solo me inyectaron un antiinflamatorio. Después yo me fui a mi casa por mis propios medios, no hubo un estudio de por medio en América”, declaró el exjugador en entrevista con Yahoo Deportes.
Sin protocolos establecidos por el club, los servicios médicos únicamente le siguieron administrando medicamentos para desinflamación por un dolor en el cuello que experimentó a lo largo de tres meses, pero le señalaron al propio Sánchez que no se encontraban con medios para llevar a cabo un estudio a profundidad. “Los médicos del club me dijeron que tenía que hablar con la directiva para poder llevar a cabo un estudio, que ellos debían de autorizarlo porque en ese momento no había suficiente presupuesto y que Yon de Luisa (vicepresidente del América en aquél entonces) tenía que dar la autorización. Luego de eso todavía jugué la vuelta del partido contra Santos y la serie contra la Liga de Quito en semifinales y nos eliminaron”.
Los días parecían circular sin mayor problema para Charz. Sin embargo, en múltiples ocasiones se mostró insistente con los médicos del equipo para que le pudieran atender el dolor en el cuello que lo seguía aquejando pero no le fue requerida la atención requerida. En el mes de agosto, durante un entrenamiento sintió hormigueo en la parte derecha de su cuerpo y comenzó a tener dificultades para poder hablar hasta que se desvaneció por completo y tuvo que ser trasladado a un hospital. Sánchez había sufrido un infarto cerebral debido a un coágulo que se formó en la arteria carótida que corre por el cuerpo. Desde ese momento, su vida dio un giro de 180 grados.
Sánchez pudo ganar dicha situación en la que su vida estuvo en riesgo, Las posibilidades de llevar una vida normal y continuar con su carrera futbolística habían terminado. Después de su salida del hospital, Yon de Luisa, prometió la rehabilitación y tratamiento médico a Sánchez, además de un puesto dentro de las fuerzas básicas del club siempre y cuando completara su curso como director técnico avalado por la Federación Mexicana de Fútbol. Pero tiempo después el apoyo le fue retirado debido a que se alegó que en el momento de su accidente, su carta pertenecía a San Luis y no al América.
Desde ese momento, Sánchez interpuso un par de demandas por la vía civil y la vía laboral en contra del club por no haberlo atendido a tiempo y así haber prevenido el infarto cerebral que sufrió. Sin embargo, Sánchez menciona que durante el amplio proceso jurídico que comenzó en la década pasada, ha tenido que lidiar con algunas irregularidades presentadas por el conjunto de Coapa. Entre sus demandas destaca una indemnización económica, la cual fue impuesta en 2015.
“Yo tuve que pagar distintos abogados porque me daban largas y no se estaban haciendo cargo de la situación, parecía que no se querían ensuciar. América en alguna ocasión llegó a presentar dictámenes médicos que ni siquiera iban firmados por mí. A veces me calumniaron. Después yo quise continuar ligado al futbol y entré a una filial del equipo como asesor y mandaron a un emisario para avisarme que no podía estar ahí, en algo relacionado con el club”.
En la actualidad, la resolución ha tenido que esperar por distintos factores, pero Carlos se mantiene paciente ya que ahora su situación será analizada por 11 magistrados. El ex futbolista le deja la solución de su caso a las autoridades competentes, pero su principal objetivo es que su caso quede como un precedente. Sánchez también destacó que espera que las autoridades se mantengan imparciales y guardando el estado de derecho y se lleve a cabo el debido proceso, pues no es fácil tener que enfrentarse a una empresa de tal envergadura.
La vida y el América
Charz trata de llevar una vida tranquila y aún ligada al futbol, es por ello que en la actualidad se mantiene dando asesoría técnicas y ve al América, equipo de sus amores, por la televisión. Sin embargo, para el ex zaguero azulcrema, América ha ido perdiendo la mística que durante varias décadas caracterizaron al club de Coapa.
“Me parece que hoy el América ha ido perdiendo esa mística con la que estaba durante mucho tiempo, ahora salen muy pocos canteranos. Está Arturo Herrera (director de fuerzas básicas) que viene de Villarreal y hay que ver si funciona. Creo que sacar a Alfredo Tena tampoco debió de ser lo correcto, por lo que él representa para el club”.
La gestión de Santiago Solari tampoco parece ser la mejor para Sánchez, que desde su perspectiva no es el técnico adecuado para el club, pues no tiene un sistema con el que América pueda trabajar durante mucho tiempo. “Solari no tiene títulos o algo que lo avalan para dirigir al América. Más allá de haber dirigido en Europa, no lo veo para que pudiera dejar un sistema con el cuál el equipo pueda jugar. América no se sabe defender y tampoco sabe atacar”.
En cuestiones de la Selección Mexicana y el balompié nacional, los directivos tienen que mirar distintos escenarios para fortalecer el desarrollo de los jugadores jóvenes y así poder asegurar que el Tri siga abasteciéndose de jugadores sin problema. Además de no inflar tanto los costos de los mismos futbolistas para que puedan salir al mercado europeo a competir y no lo para asegurar un puesto en el representativo mexicano
