Polémica por los ‘souvenirs’ alusivos a la salud mental de Van Gogh en una galería de Londres

La céntrica Glaería Courtauld de Londres (Reino Unido) cuenta desde hace días con una exposición centrada en algunos de los autorretratos que Vincent van Gogh realizó. Una recopilación de 16 obras que, como anuncia la propia galería, promete un viaje interesante por la vida y obra del autor. Sin embargo, la exposición está acaparando titulares en Reino Unido no tanto por el contenido de la selección como por algunos de los recuerdos de la misma que se han puesto a la venta en la tienda de la galería.

Según recoge The Guardian, la polémica se centra, especialmente, en tres artículos. Uno es una goma de borrar de seis libras con forma de oreja, en alusión a la que el propio Van Gogh se cortó. El otro es un jabónque cuesta cinco libras y cuyo lema para se venta es “el artista torturado que disfruta de las burbujas esponjosas”. Además, también se ha criticado la existencia de un “botiquín de primeros auxilios emocionales”. Este último cuesta 16 libras y ha sido descrito como “una caja de sabios consejos de emergencia para 20 situaciones psicológicas clave”.

La puesta a la venta de estos artículos, que destacan entre otros muchos con los girasoles como tema recurrente y que van desde calcetines y bufandas a postales, semillas y rompecabezas, ha generado cierta polémica porque cómo hacen referencia a la salud mental del pintor. La historia cuenta que Van Gogh se cortó la oreja tras una pelea con su compañero de profesión Paul Gauguin. Con fama de artista torturado, el pintor neerlandés, acabaría suicidándose de un disparo.

Charles Thomson, cofundador del grupo de artistas Stuckist, ha declarado en referencia a la polémica suscitada por estos souvenirs que “el suicidio no es una broma y la enfermedad mental no es una broma”. En unas declaraciones realizadas al Mail on Sunday recogidas por The Guardian, insistía en este sentido que “esto es superficial, desagradable e insensible. ¿Qué sigue? ¿La pistola suicida de Van Gogh?”.

Por su parte, el crítico de arte David Lee, de la revista The Jackdaw, ha comentado al mismo medio que no puede “creer que este no sea un intento de marketingde humor insípido en el pub después del trabajo”. Y, en esta línea de incredulidad, se pregunta si los responsables de estos artículos “¿estarían dispuestos, por ejemplo, a vender lápices en forma de pierna postiza en una exposición de Frida Kahlo?”.

Por el momento, desde Courtauld no han hecho ningún comentario al respecto sobre la polémica. En el espacio dedicado a la exposición de Van Gogh en su web se puede leer sobre la misma que “esta será la primera vez que se explora la totalidad del autorretrato de Van Gogh en una exposición. Van Gogh. Self-Portraits toma como trampolín el icónico Autorretrato con la oreja vendada de Van Gogh, una de las obras más célebres de la colección de The Courtauld, y reunirá alrededor de la mitad de los autorretratos que Van Gogh creó durante sus cortos años como pintor”.

Añaden que “varias obras de la exposición estuvieron juntas por última vez en el estudio de Van Gogh y nunca se han vuelto a reunir, hasta ahora. Se reunirá una excelente selección de 16 autorretratos para rastrear la evolución de la autorrepresentación de Van Gogh, desde su primer Autorretrato con sombrero de fieltro oscuro, creado en 1886 durante su período de formación en París, hasta el Autorretrato con paleta, pintado en el asilo de Saint-Rémy-de-Provence en septiembre de 1889, uno de sus últimos autorretratos antes de su muerte en 1890”.

En su tienda online se pueden comprar algunos artículos relacionados con Van Gogh y su exposición, pero no están disponibles ninguno de los que han generado criticas. Por otro lado, en lo que se refiere a la calidad de la exposición más allá de los souvenirs, esta ha recibido muy buenas críticas por parte de la prensa británica.

Por M.J. Arias

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