Desarrollados por la dirección de Ciencia y Tecnología de la dependencia, en conjunto con la compañía Ghost Robotics,con sede en Pennsylvania, los prototipos pesan alrededor de 45 kilos y están equipados con cámaras y motores que les permiten desplazarse por el terreno desértico, en donde las temperaturas pueden alcanzar los 120°F, que equivalen a los 48.8° Centígrados.
Las máquinas fueron diseñadas por el programa AGSV (Automated Ground Surveillance Vehicles) con el objetivo de “reducir la exposición humana a condiciones que pueden poner en riesgo la vida”, y tienen la capacidad de recorrer todo tipo de terreno, ya sea arena, rocas, montañas o escaleras.
Actualmente, las pruebas que se llevan a cabo en Lorton, Virginia, buscan comprobar que pueden ser manejados a larga distancia mientras el equipo de video logra transmitir imágenes en tiempo real.
Los “perros robot”, cuyo nombre oficial es “Vehículos de Vigilancia Terrestre Automatizados”, cuentan además con cámaras térmicas y de visión nocturna, así como con sensores de movimiento, con el fin de detectar el cruce ilegal de personas a través de la frontera, por lo que se pronostica que en el futuro podrían ser binomios de los oficiales de la CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos).
El informe no fue del agrado de todos. Las comunidades migrantes aseguraron que sólo será un mecanismo que elevará el número de muertes por ahogamiento en el río. Por su parte, organizaciones como la Coalición de Comunidades de la Frontera Sur, criticaron la iniciativa y la calificaron como un desperdicio “alarmante e indignante” del dinero de los contribuyentes, que sería más efectivo si se invirtiera en capacitar a los agentes de la patrulla fronteriza.
La compañía Ghost Robotics promociona en su sitio web el desarrollo de estos “robots con piernas” como dispositivos de guerra y de uso militar.
Fuente: INDEPENDENT en Español