Sorprendiendo quizás hasta muchos de sus más cercanos adeptos y seguidores, el Presidente electo Gabriel Boric ya definió su camino político a seguir a nivel internacional y, muy por el contrario de lo que se pensaba, no estará alineado con el eje comunista del Este ni Oriente, sino que en materia económica y militar habría acordado alinearse con Estados Unidos, el país líder del capitalismo mundial y, por ende, principal enemigo del comunismo en el orbe.
Así lo asegura el director propietario de radio Bio Bio, Tomás Mosciatti, en uno de sus recientes comentarios habituales, donde destaca que -por la misma razón- se descarta a priori cualquiera suerte de nacionalización o expropiación de la minería y las principales industrias del país que actualmente están en manos privadas.
Tras un extenso análisis del mapa político internacional del momento, liderado por potencias como China, Rusia y Estados Unidos, donde las alianzas son fundamentales, sobre todo para los países pequeños, Chile tenía que optar… Gabriel Boric debía elegir… y ya lo hizo, pero, no precisamente por sus amigos comunistas, sino que por la principal potencia mundial, como es Estados Unidos.
Por lo tanto, subraya, que los utópicos convencionales deberán someterse, como país chico que somos, a la decisión de Estado que adoptó el próximo Presidente. “Por eso, la Convención podrá redactar la Constitución que se le antoje, pero no habrá expropiaciones de empresa y la minería no pasará a poder estatal, porque las conversaciones ya se produjeron, (…) y estamos en condiciones de afirmar que representantes de Gabriel Boric ya tomaron contacto con Estados Unidos, con los máximos dirigentes norteamericanos, y negoció con los norteamericanos, que se va a quedar en el bando occidental, o sea, en el bando norteamericano, porque además Gabriel Boric no tiene gran sintonía con los chinos”, destacó Mosciatti.
Finalmente, el comunicador volvió a meter el dedo en la llaga a muchos convencionales y nacionalistas extremos: “Olvídense aquellos que quieren nacionalizar las minas de cobre y otras inversiones, porque mantener la alianza con Estados Unidos tiene, obviamente, esa condición: no tocar esas inversiones”.
