Alertan sobre peligro de hambruna en Haití por factores como la violencia de bandas criminales, la inflación y una escasez general de alimentos.

El representante del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Haití, Jean-Martin Bauer, alerta en una conversación con DW sobre el peligro de una hambruna en el país más pobre del hemisferio debido a una combinación de factores: la violencia generada por el auge de las bandas criminales,  la inflación y una escasez general de alimentos derivada de la crisis mundial por la guerra en Ucrania. 

Martin Bauer: Lo que ocurre es que Haití es un país muy dependiente de las importaciones. Las cifras que he visto indican que el 50 por ciento de los alimentos que se consumen en Haití son importados. En el caso de algunos productos, incluso más. Por ejemplo, un 80 por ciento del arroz, el principal alimento básico en Haití, es importado. Por eso, cuando hay vaivenes en los mercados globales debido al conflicto en Ucrania, impactan en Haití, incluso pese a que hay muy pocos alimentos que vienen directamente desde Ucrania a Haití.

La crisis en el Mar Negro tiene un efecto dominó. Y está afectando mucho a Haití porque los precios han aumentado en todo el mundo. Eso ha conducido a una inflación general. Hay una inflación interanual de más del 25 por ciento en comparación con el año pasado. Pero lo peor es la inflación en los precios de los alimentos. El gobierno estima que el precio de la canasta básica se incrementó en un 50 por ciento en comparación con el año anterior.

¿De dónde llegan la mayoría de alimentos que necesita Haití?

Gran parte de los alimentos viene directamente de Estados Unidos. Haití es uno de los principales mercados de exportación para arroz estadounidense. Importa más de 200 millones de dólares al año en arroz de Estados Unidos.

¿Y Estados Unidos no está ahora exportando tanto hacia Haití?

Para ser claros, el problema no es tanto la disponibilidad de los alimentos, sino en el precio. La población sufre por el alto costo de vida. Y una de las causas de eso es el alto nivel de pobreza en este país. Y si los precios de los alimentos suben, eso significa que la gente afronta el dilema de comprar alimentos o pagar sus alquileres o entre comprar alimentos o movilizarse para ir a trabajar.

Y todo esto se mezcla con un problema de inseguridad general. Especialmente en Puerto Príncipe, donde la gente tiene problemas para llegar al trabajo. La inseguridad afecta al comercio, a los mercados, a las cadenas de suministro. Afecta al empleo. Ambos factores sumados, la inseguridad y los altos precios de los alimentos, han generado la crisis alimentaria que sufre el país.

Ustedes alertaron hace algunas semanas del peligro de una hambruna en Haití. ¿Qué tan alto es ese riesgo?

Las estadísticas oficiales muestran que 4,5 millones de haitianos viven en una situación de inseguridad alimentaria. Así lo estima un grupo de trabajo compuesto por el Gobierno y algunos socios. Eso es casi la mitad de la población (de unos 11,4 millones de personas, según cifras de 2020). Pero, entre esos 4,5 millones, hay un millón de personas que afrontan una posible emergencia alimentaria. En la escala que usamos para estimar la gravedad de la inseguridad alimentaria, esto es lo que llamamos la fase de emergencia.

Y hay lugares donde hay una alta tasa de malnutrición entre niños. En una de las zonas más pobres de Puerto Príncipe, mis colegas de UNICEF, junto con el Ministerio de Salud, determinaron que uno de cada cinco niños, es decir, el 20 por ciento de los niños tienen problemas severos de malnutrición. La situación en Haití es mala. La inseguridad alimentaria puede parecer un término muy técnico, pero significa que la gente no tiene suficiente que comer. Significa que hay una mayor malnutrición entre los niños. Y significa que hay que actuar pronto.

Fuente: DW (ms)

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