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Presunto llamado del FBI a jefa del Segundo Piso de La Moneda para declarar por posible nexo con el Cartel de Sinaloa pone en jaque al Gobierno.

septiembre 16, 2022
1:46 pm

“En estos momentos hay un alboroto enorme en el Gobierno y en la cancillería para ver cómo arreglan este problema”, señaló un diplomático chileno, refiriéndose al entuerto que provocó la no recepción del embajador de Israel en Chile que llegó hasta La Moneda para presentar sus cartas credenciales al Primer Mandatario.

En Palacio estaban tratando de solucionar este complicado entuerto -otro error no forzado- cuando les cayó una bomba de racimos. La fiscalía de EE.UU. acusa a Genaro García Luna, ex secretario de Gobernación de México durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), de colaborar con el cartel de Sinaloa, en cuyo marco investigatorio presuntamente pidió que Lucía Dammert declare como testigo, ya que fue su máxima asesora en temas de seguridad.

Durante ya más de un año Lucía Dammert figura en los radares del FBI y la DEA de Estados Unidos por su estrecha relación con Genaro García Luna, quien fue detenido a mediados de 2019 en ese país y enfrenta actualmente una investigación de la fiscalía federal con sede en Brooklyn, Nueva York.

El FBI y la DEA acusan al ex ministro de haber colaborado activamente con el cartel de Sinaloa, tanto entregándoles información sensible que obtenía de sus reuniones con autoridades estadounidenses, como participando en la planificación de secuestros de personas importantes.

De hecho, fue durante el juicio al Chapo Guzmán, el ex jefe del cartel de Sinaloa ahora en prisión de por vida, que varios testigos señalaron pagos a García Luna y trabajos coordinados.

Según aseguró la fiscalía estadounidense en una audiencia el pasado 22 de agosto, diversas pruebas obtenidas en la investigación del FBI y la DEA demuestran que García Luna habría sido el responsable del crecimiento del Cartel de Sinaloa y habría sido parte de la organización de secuestros y extorsiones en México.

Para demostrar esta tesis, la fiscalía de Nueva York presentó pruebas de grabaciones telefónicas, grabaciones de reuniones y pruebas en papel.

Y es en este contexto que según el medio de comunicación digital «Interferencia» el FBI notificó a Lucía Dammert para presentarse como testigo, a lo cual ella habría accedido de manera voluntaria. Esto porque ella fue una de las asesoras más estrechas de García Luna e incluso escribió junto a él varios libros sobre reforma policial y temas de seguridad. En la versión en inglés de su currículum en la red LinkedIn, ella misma destaca que fue “senior adviser” (alta asesora”) del ex ministro de Gobernación.

FRUSTRADO VIAJE A EE.UU.

Cabe recordar que, hasta hace dos días, la ahora renunciada ex jefe del Segundo Piso de La Moneda figuraba en la nómina de la comitiva que acompañaría al Presidente Boric en su viaje a la asamblea general de la ONU la próxima semana.

Aprovechando esta visita a la tierra del Tio Sam, Dammert pidió quedarse cuatro días adicionales en Nueva York, en cuyo lapso, según afirman fuentes ligadas al caso en EE.UU., ella se presentaría voluntariamente a declarar en la corte federal de Brooklyn. Este viaje le permitiría ingresar a ese país con pasaporte diplomático, otorgándole cierta inmunidad.

Sin embargo, la Cancillería le negó esa posibilidad, porque nunca explicó las razones para quedarse más días y claramente su cometido personal no encajaba en las misiones de una visita de Estado. Por tal razón, habría recibido la negativa de parte de la Cancillería. “Así es que le dijimos que pagara de su bolsillo esos días extras”, aseguró a un medio de comunicación una fuente de Gobierno.

En fuentes ligadas a la Cancillería aseguran que Dammert no les transparentó que ya había acordado con el FBI prestar su testimonio voluntario en esta ocasión, aprovechándose de su visita con rango de Estado que haría a ese país.

Sin embargo, en la tarde de este miércoles se filtró la información que precipitaron los hechos y que llevaron a su abrupta salida de la comitiva de Boric y a la petición renuncia a su cargo gubernamental. Eran cerca de las 6 de la tarde cuando Paula Narváez, embajadora de Chile en la ONU, llamó a la ministra de Relaciones Exteriores Antonia Urrejola para sugerirle que Lucía Dammert no debía viajar con Gabriel Boric a Nueva York pues estaba “en un problema muy grande” del cual no podía entregar detalles por teléfono ni correo, sino que lo haría en persona. Las alertas se encendieron en Palacio, pero Lucía Dammert aseguró a la jefa de gabinete de la canciller que no era nada grave y no había nada de qué preocuparse.

Cerca de la medianoche de ese mismo miércoles, Narváez finalmente logró contactar a Urrejola para advertirle sobre la posible declaración de Dammert en el juicio a García Luna. Según, el medio Ex Ante, a las 6 de la mañana de este jueves se pidió la renuncia de Dammert y, al mismo tiempo, se adoptó la decisión de bajarla del viaje presidencial.

Según personeros de gobierno al tanto de esta trama, Lucía Dammert le habría confidenciado a Boric que su jefe anterior estaba en prisión preventiva en Nueva York y que tal vez la llamarían a declarar, pero insistiendo en que se trataba de una cosa menor.

En el ámbito politico, el senador Iván Moreira habló fuerte para pedir una explicación al Gobierno sobre este caso e, incluso, insinuó que hasta podría ser “una cortina de humo” comunicacionalmente para tapar el desaguisado que tienen por el desaire al embajador de Israel.

SILENCIO STAMPA DEL GOBIERNO

No obstante todo el barullo existente, La Moneda ha guardado un celoso y sospechoso silencio que, según parlamentarios de Oposición, no ha hecho más que confirmar tácitamente la efectividad de tales vínculos. De hecho, a la salida del comité politico de este jueves, el Gobierno estuvo ausente dejando a los presidentes de partido de Socialismo Democrático en calidad de voceros, quienes -sin entrar en detalles- se remitieron a decir que la exasesora ya había desmentido la información a través de sus redes personales. Efectivamente, Dammert sostuvo que nunca había sido asesora del exsecretario de Seguridad del Gobierno de México. Una aseveración totalmente contradictoria con lo sostenido por ella misma, y por años, en su propio currículum de LinkedIn, donde señala haber sido asesora senior de la Secretaría de Seguridad del Gobierno de México, precisamente en los años de gloria de Genaro García Luna.

CURRICULO DE LUCÍA

Lucia Dammert es hija de un matrimonio peruano. Vivió en su país de origen hasta los 19 años. Luego fue a estudiar sociología a la U. de Cuyo (Argentina) y después un máster en Planificación Urbana en la U. de Pittsburgh en EE.UU., donde nacieron sus 2 hijos.

Se graduó luego como doctora en Ciencia Política en la U. de Leiden (Holanda) cuando ya había llegado a Chile en 2000, por el trabajo de su ex marido. Hizo trayectoria académica en la U. de Chile y la Usach, y se especializó en consultorías de seguridad a gobiernos de Argentina, México, Perú y la OEA. En 2013 se nacionalizó chilena.

Su trabajo centrado en investigación y asesoría se ha especializado en crimen y gobernabilidad, violencia urbana, inequidad urbana, reformas policiales, y conflictividad social. En 2017-2020 integró el Consejo Asesor en Desarme de la ONU

Durante los gobiernos chilenos de la Concertación y Nueva Mayoría se convirtió en una consejera clave de parlamentarios de centroizquierda que integraban las comisión de seguridad, como Jorge Burgos (DC), Felipe Harboe y Carolina Tohá (PPD)

Decepcionada de su experiencia en la Nueva Mayoría y entusiasmada por lo que veía como una renovación -afirman cercanos-, cooperó en Revolución Democrática cuando necesitaban militantes para inscribir la candidatura de Beatriz Sánchez en 2017 y a partir de esos puentes, Dammert llegó al radar del próximo Presidente.

En materia de seguridad -área en la que Boric profundizó en segunda vuelta, tras reconocer que no priorizó esa materia en la primera- uno de los focos que Dammert conversaba con Jackson era la reforma a carabineros.